Sucede que me canso de ser buena. Soy buena por naturaleza, no me cuesta trabajo, pero cansa.
Sucede que me canso de reclamarle y luego me arrepiento de haberlo hecho, tras escuchar sus argumentos y tras oírle cansado de tanto reclamo.
Sucede que el miedo y la inseguridad son libres, también la felicidad que por días se me escapa.
Y sucede que tengo dos entrevistas de trabajo el mismo día, como si no hubiera más fechas en el calendario.