15 de octubre de 2011

Inútil VI

Mañana sábado 15 de octubre tendrá lugar otra manifestación tomando calles y plazas para exigir derechos. No sé si asistiré, tengo demasiado reciente el recuerdo de la última vez que presencié el micrófono abierto en el bulevar. Esto sucedió el 29 de septiembre, a mi regreso de la presentación del libro del actor Willie Toledo, Razones para la Rebeldía, cuyo prólogo está escrito por Julio Anguita, el único político vivo merecedor de aplauso que tiene este país.

Regresaba contenta, por lo tanto, tras escuchar a Anguita hablando de esto y de lo otro pero tan sólo una persona, entre más de veinte, aportó algo nuevo al micrófono reclamando su derecho a permanecer en la plaza junto a su bandera de la CNT, cuya manifestación en ese mismo lugar había sido legal minutos antes. Las intervenciones en micrófono abierto suelen ir seguidas de manos arriba por parte de la audiencia, indicando gestos de repetición o aplauso silencioso. Y me aburrieron, como siempre.

Tan sólo esa persona, entre más de veinte, mereció mi aplauso sonoro ante el asombro de algunos a mi alrededor, aunque también pude escuchar algún que otro aplauso más lejano. En general su intervención, sin embargo, fue recibida con gestos de desaprobación y distintos murmullos ininteligibles entre la multitud. Tras la suya se escucharon varias intervenciones más, todas ellas conteniendo razonamientos absurdos contraindicándole y abriendo de nuevo el debate de la afiliación política o no entre los miembros pertenecientes al movimiento en las plazas. Unos diciendo que eran de izquierdas, otros afirmando ser de centro y yo permaneciendo en el anonimato y la periferia.

En los comienzos en mayo de este movimiento, decidí pasar una noche en el bulevar y lo hice al regreso de un concierto gratuíto de Medina Azahara ofrecido por IU en la fuensanta, poco antes de las elecciones municipales y con suficiente cerveza en la bolsa para lograr aguantar hasta las ocho de la mañana. Una sola noche me bastó para saber que sería la última en la que iba a participar. Recuerdo que, tras varios minutos hablando con un guapo montado en bicicleta, me olvidé de la asamblea que se estaba llevando a cabo y después de varios sshh, amaneciendo, decidí irme a casa. Desde aquel primer contacto, tardé en volver. En total creo que no han sido más de siete las veces que me he sentado allí a escuchar, más veces de las que han ido a la plaza todas las personas que conozco.

Básicamente no me gusta el movimiento que se traen entre manos porque sigue formando parte de este puto sistema, sistema que tomará un nuevo giro en su orbital no tardando mucho. Me desligué hace meses de sus acampadas páginas de internet tras comprobar reiteradamente la estupidez popular contenida en las mismas y su falta de determinación contínua. Respeto y escucho a todo aquel que se acerca a la plaza a dar o escuchar opiniones pero no puedo evitar aburrirme y no me gusta sentir que estoy perdiendo el tiempo.

La ley electoral en este país no van a cambiarla aquellos partidos que se benefician de ella y la banca seguirá ganando igual o más de lo que gana ahora. Me parece positivo que este movimiento sea capaz de llevar su voz ante una asamblea de accionistas del banco santander o que anime a despertar a gente que nunca fue capaz de ver más allá de su día a día. Ahora bien, creo que el movimiento se pierde dentro de sí mismo por muchas razones y no me aporta nada que sea digno de mi seguimiento. El solo hecho de aparecer en los telediarios conlleva a un claro destino de perdición o desvirtuamiento.

No sé muy bien por qué estoy escribiendo esto, quizá porque esta mañana la fea de mis compañeras de piso me dejó claro que sabe qué movimientos ha de hacer para ser menos fea maquillándose pero que desconoce hasta el colmo de la ignorancia todo esto. Hay muchísimas cosas que están mal en el mundo que nos ha tocado vivir, pero a ella le da igual mientras pueda entrar y salir de stradivarius, asistir a macrobotellones o mentir descaradamente a su padre por teléfono. Y todo esto me lleva a envidiar su ignorancia. Yo cuánto más sé, más me doy cuenta de lo poco que sé y todo ello es doloroso.

Hace unos días, hace cuarenta años, mataron al Ché Guevara al encontrarlo combatiendo en la guerrilla de Bolivia. Hace más de quince años leí la carta de despedida que escribió a sus hijos y, desde entonces, no he podido olvidar el extracto "sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo, es la cualidad más linda de un revolucionario".  Muchas veces ante barbaridades que llego a presenciar, llego a leer o escuchar, este extracto de su carta llega a mi memoria y recuerdo entonces dónde y por qué mataron a este gran hombre. En días como hoy, en los que dudo en si asistir o no a esa mierda presencial, me pregunto a quién cojones le importa la Revolución.

Todo se desvirtúa (1), se diluye (2) o se aleja (3).

Buen ejemplo de lo primero es la revolución cubana. La revolución sólo le importa a su gobierno, a su pueblo y a aquellos que salieron y continúan fuera deseando volver para prostituir ese país como en su día lo estuvo. Aún recuerdo los comentarios reflejados en televisión, cuando yo era una niña, mencionando la duración de los discursos de Fidel. De estos discursos, que eran habitualmente pronunciados ante cientos de miles de personas, en la televisión de este país jamás comentaron siquiera su esencia. Con hacernos llegar la idea de cuál era la duración de los mismos entendieron que bastaba. A día de hoy, los medios de comunicación siguen sirviendo la dictadura cubana como una realidad.

A quién cojones le importa que las últimas guerras en Afganistán, Irak o Libia sean un engaño. Nadie quiere saber que compra un periódico con noticias engañosas, desvirtuadas o controladas por grandes intereses. La gente quiere cambiar de presidente y pensar que algo cambiará con el cambio, quieren sentirse partícipes de algo que les gustó escuchar, no quieren leer El Mundo, quieren leer El País o viceversa. Quieren oir que su rey es simpático y bonachón, no quieren que un presidente suramericano con boina revolucionaria llegue y diga a su rey esto o aquello. Y aunque el presidente suramericano en cuestión haya ganado seis o siete veces elecciones generales y el rey no sea rey por voluntad divina, sino porque sus antepasados se lo montaron divinamente, quieren que el simpático y bonachón gane la partida con cualquier parida como ya lo hiciera aquel febrero en el que hubo tiros al techo del congreso.

A las feministas de aquí, a las de Bélgica o a las de EEUU, les gustó mucho escuchar a la hillary clinton hablando acerca de liberar a las mujeres afganas. Una y otra vez las televisiones emitieron imágenes de burkas sin más y lapidaciones del siglo pasado, pero a nadie importó una mierda que esa invasión a Afganistán restaurara el mercado del opio por parte de cuatro cabrones con corbata. Para ellos, quien quiera salir de la heroína que acuda a una farmacia. Tardó poco en posicionarse la prensa del lado de la bella periodista de tve ante la supuesta bestialidad del entrevistado Ahmadineyad, hablando éste de las barbaridades cometidas por el supuesto estado de Israel. A quién cojones le importa que una chica palestina tenga a este lado del muro a sus padres y hermanos y al otro lado a su novio. Eso sólo le importa a su madre porque con lo que tarda en llegar a casa cualquier día la secuestran y no vuelve.

Por parte de Obama, premio nobel de la paz, son reiteradas sus advertencias de imponer sanciones al Banco Central de Irán por presunto complot terrorista. Pretende el premio aplicar sanciones económicas como aquellas que ya recaen sobre toda persona física o jurídica que trate de negociar con Cuba, porque la ley estadounidense dicta que tienes derecho a permanecer en silencio pero también que, como te tomes la libertad de negociar con esa isla, pagarás tu osadía como no está escrito. No es posible experimentar ni progresar con un programa nuclear que no esté bajo mando estadounidense y la República Islámica de Irán da fe de ello. Hace un par de años el presidente iraní obsequió al pueblo de Venezuela con un equipo de avanzada biotecnología, agradeciendo el contínuo acuerdo de cooperación entre ambos países, pero a quién cojones le importa esto.

No me he molestado en conocer qué dicen los grandes medios de comunicación acerca de la piratería en las aguas de Somalia, no necesito leer La Razón para pensar por mí misma y entender quiénes son los verdaderos piratas. Desde aquí puedo imaginar los barcos europeos ilegalmente descargando toneladas de mierda nuclear y radiactiva en esas costas de África y llevándose todo el atún posible, ante la impotencia de los negros que no ganan para barcas. Desde que se quedaron sin gobierno, en Somalia enferman a causa de las radiaciones entre otras desgracias y dios les compensó con un tsunami. Al parecer, por un euro al día puedes sentirte más humano engordando las arcas de Amnistía Internacional. A quién cojones le importan los todavía nacimientos de niños deformados en los alrededores de Chernobil, supongo que a los médicos voluntarios en la causa y poco más.

A mucha gente le gustó ver a Alejandro Sanz o a la Shakira sin jaula cantando por Haití. A todos les impactó más o menos el ver ese país devastado y alguno que otro, cuando se acercó al banco de santander a poner al día la cartilla, se animó a enviar unos euros para ayuda en reconstrucción. Eso siempre cae bien al lado humanitario que llevamos dentro, tipo tarjetas navideñas de Unicef. Nadie apenas se pone a recopilar información acerca del desastre y se encuentra con que el cólera se extendió en ese país caribeño por contagio de las tropas de la ONU que llegaron del Congo. Quién cojones es capaz de situar al Congo en el mapa africano, entre Nigeria y Ghana o entre Angola y Sudán. Si mataron al blanco Kennedy o al negro Malcolm X a tiros, por qué no iban a mentirnos a nosotros, peones dentro de este puto tablero.

La MTV se nutre de pornografía insinuada y mensajes subliminales y sin subliminar tras los cuales te entran ganas de operarte las tetas, apuntarte a un gimnasio o hacerte la cirugía estética. Se repiten una y otra vez los modelos de conducta que esperan reproduzcamos convenientemente, con el estribillo bien aprendido de un pasito pa'lante maría un pasito pa'trás. Raro el que no termina robotizado en cualquier estúpida coreografía, encaramándose en una escalera, perdiéndose dentro de un laberinto a la par hipnotizante o arrastrándose de rodillas sobre un suelo cuadriculado. Siempre tienen alguna rubia a mano que hace levantar culos del sofá. Sin embargo a Michael Jackson, que empleó dos semanas y media rodando un videoclip en las fabelas brasileñas junto a todo hijo de vecino y que decía en rueda de prensa que no necesitaba mirarse al espejo para saber que era negro, le cagaron el paraguas siempre que pudieron y lo mataron a pastillas y juicios en cuanto se descuidó.

Miles de personas acuden a los conciertos de Manu Chao y muchas de esas personas desconocen el contenido de las letras de sus canciones. Es más, muchas de ellas ni tan siquiera se preguntan el qué puedan significar. El rollo multicultural, tan colorido, confunde los sentidos y cualquiera que porte camisa de cáñamo amplia o sandalias ibicencas es tachado de hippie o considerado como tal. Incluso el típico símbolo redondo de paz y amor fue inventado por intereses poco claros, por más colores que incrusten en él. De colores y símbolos están llenas las portadas de los discos de Manu Chao o Amparanoia y de colores siguen vistiendo los indígenas que dan razón a varias de sus canciones pero a quién cojones le importa el EZLN, su propósito y la larga noche de los 500 años. Importa a esa región de México, al que compone la canción dejando paso a la voz del Subcomandante Marcos, a quien se solidariza con la causa, a pocos más y no todavía a suficientes para que los zapatistas de Zapata consigan entrar en algún registro de natalidad o mortalidad.

Se diluye (2) el mensaje de Jesús, que era todo esperanza y vitalidad. De Mahoma poco puedo decir, salvo que eran complementarios. De tanto diluir al cabo de los siglos, ahora a los devotos de la Macarena nada les dice la virgen de Lourdes ni su agua bendita. Tanto cambio del ebreo al latín y del latín al francés, llegó un momento en que tradujeron la biblia al sueco y las escrituras ya son de todo menos cristianas. El máximo pontífice te hace comprar cruces de caravaca o cruces normales de crucificar personas y debes besar su anillo, clavando tu rodilla en el suelo, si te le encuentras.

A mí me bastó con leer, hace más de quince años, aquello de "Jesús llegó a Jerusalén y se encontró en el templo a vendedores de bueyes, ovejas y palomas y varios comerciantes sentados. Hizo un azote de cuerdas y los echó del templo con sus ovejas y sus bueyes, tirando éstos las monedas al suelo volcando las mesas. A los vendedores de palomas les dijo -quitad todo esto de aquí, no hagáis del templo un mercado-". Desde entonces, no me cabe duda del por qué mataron a este gran hombre y de por qué la Iglesia Católica adoptó como emblema la cruz en la cual lo desangraron. El miedo vende mucho más que la riqueza de espíritu. Cada vez que entro en un templo de esta especie en el cual no haya entrado antes, busco a San Miguel Arcángel y si no lo hay tardo poco en salir a la calle.

No hay sitio más frío y más inquietante que una iglesia. Las hay, incluso, que comunican directamente con el palacio adyacente, como ocurre en Barcelona. Las hay, también, cuyos suelos están repletos de lápidas de muertos que ayudaron al mantenimiento o construcción del templo en cuestión. En la Almudena de Madrid enterraron a la reina María de las Mercedes y se puede descansar eternamente cerquita de ella a cambio de un donativo a Rouco Varela de unos treinta millones de euros. Si pagas por casarte, evidentemente tendrás hijos que bautizar y te saldrá más caro el divorcio que si no te hubieras casado. Lo que la Iglesia Católica perdió en Valladolid con la filatelia lo recupera después misa a misa y peregrinación a peregrinación, no importa.

Olvidan las enseñanzas de Jesús aquellos que dicen pregonar su fe. Como no tienen hijos legítimos a mano, ilegalmente urgan en el ano de los hijos de los demás, quitándoles su virginidad y rezando tres aves marías y tres glorias después consiguiendo el perdón de sus pecados. El arzobispado de Toledo, primado de Espanya, roba la recaudación cacereña del Monasterio de Guadalupe y reparte sacerdotes a diestro y siniestro a lo ancho y largo del país antes de que a éstos les salga conciencia o pelos en los huevos. El Opus Dei esclaviza a mi hermana y a otras tantas repartidas en cientos de edificios y éstas sirven té y pastitas, cerrando meticulosamente la puerta del comedor, antes de que pasen a comer o cenar el hijo de Jordi Pujol y semejantes con los que jamás llegarán a cruzarse.

Si no vas a misa los domingos, días del sol, eres malo y si comes choped en viernes santo eres peor. Un sacerdote protestante bien puede follar con su mujer y meterle la polla por el culo si ésta accede o consigue atarla. Puede hacerlo antes y después de la misa de doce. Ahora bien, si este sacerdote aspira a ser nombrado obispo católico y/o trasladarse a Pamplona o Algeciras entonces tiene un serio problema y de nada le servirá protestar. Si alguno de ellos se equivoca de niño en sus juegos pedófilos y la criatura lo cuenta en casa, poco después el adulto en cuestión será reubicado por el señor obispo en otra iglesia cientos de kilómetros más allá. La justicia divina, al igual que la real de sangre azul, está por encima de toda ley pero a quién cojones le importa si no dejan de repetirnos que todos somos iguales.

Jesús se rodeaba de arrepentidos recaudadores de impuestos, ladrones con machete, prostitutas venidas a menos, leprosos y gente que no tenía dónde caerse muerta. Hoy en día, los misioneros de corazón que son enviados por la Iglesia allí donde hay necesidad, llevan una mano delante y otra detrás mientras el cardenal de turno mete las suyas en sus bolsillos llenos cuando no lo hace en el ano de otro. El máximo pontífice se hacía las primeras pajas formando parte de un servicio de estrategia nazi y su careto quedó plasmado en una foto al firmar el Vaticano un acuerdo de intercambio y beneplácito con un oficial de las SS en los años cuarenta. Su santidad viste de blanco pero es más siniestro que la viuda negra, aunque a quién cojones le importa. Hubo gente en su visita a Madrid que mostró su disconformidad tal y como la policía consideró oportuno y otros lo hicieron apuntándose a un grupito de facebook.

Cada vez está más lejos (3) la verdad y cada vez más cerca el fraude generalizado. Si hace años que se viene rumiando la visita extraterrestre, al haber sido localizados platillos volantes de distinta índole dentro de la esfera terrestre, no tiene por qué tardar en convertirse en algo habitual su avistamiento y quizá vivamos el día en que cualquier ser extraplanetario se nos manifieste en medio del océano pacífico hablándonos en un inglés texano y pidiendo nuestra aceptación a sus intereses a cambio de dejarnos igual de mal que estamos sin empeoramiento alguno. Un ser que supuestamente venga del más allá puede adquirir poder suficiente para eso y para más. Podrían llegar a decirnos que a través de los focos de luz de la zona zero en New York consiguieron descifrar los códices del idioma inglés, siempre habrá gente dispuesta a creerlo.

A quién cojones le iban a importar los negritos desnutridos subsaharianos, los crímenes contra la humanidad cometidos sobre el pueblo saharaoui o palestino, los recortes sangrientos en la educación en Chile, los problemas en centrales nucleares en Japón, la capacidad armamentística de la que dispone el supuesto estado de Israel, el buen proceso de alfabetización en Bolivia o las condiciones en las que viven los kurdos y los hipopótamos. Si se manifiesta un ser de otra galaxia ante nosotros, amenazándonos de muerte si no acatamos su propósito o quizá dándonos sus bendiciones porque resulta que él es el dios esperado por los mal llamados judíos, a nadie le importará nada de todo lo mencionado. Desde que Spielberg nos acojonó encendiendo el dedo de E.T. y pudimos reirnos después, incluso verle resucitar en la película dejándonos presos de alegría, nos quedamos todos predispuestos para que suceda cualquier cosa semejante siempre que traiga pinta simpática y bonachona.

La verdad, aunque no se aparezca nadie en medio del mar, se aleja a la velocidad del vacío. Al menos la verdad que nos muestran. De qué nos sirve que nos ofrezcan un ochenta y cinco por ciento de realidad europea si el quince por ciento restante, la parte más importante y más auténtica, no nos la cuentan. Es imposible que grandes cosas cambien a mejor mientras los grandes medios de comunicación pertenezcan a cuatro hijos de puta. El sueño americano sigue vigente, y las guerras y las películas de guerra también. Los ataúdes se suceden por estos motivos, pero siempre hay latinos y patrióticos sedientos de sueldo y aventura. A quién cojones importa que haya soldados parapléjicos retirados subsistiendo con ayudas gubernamentales irrisorias o que haya viudas de éstos visitando los cementerios sin haber conocido la menopausia.

Nos hablan del proletariado como causa marxista de otra época y no nos dicen que el proletario sigue siendo la carne de cañón y mano de obra en cada una de las guerras actuales. La clase obrera continuará acogiéndose a contratos basura y renunciará a sus vacaciones si ellas implican la posibilidad de perder su puesto de trabajo. El señorito seguirá metiendo mano a la sirvienta, ya sea por debajo de la falda o por encima de la ley. Seguirá existiendo la letra pequeña en los seguros de obligado trámite, así como en los anuncios de televisión circulando a toda velocidad. Los centros comerciales seguirán abriendo los días del sol primeros de cada mes, y aquél que tenga novia trabajando de cajera bajo esas condiciones se irá con los amigos a ver el fútbol como se ha hecho toda la vida.

Pan y circo. Si ya lo aplicaban los romanos allá por el año -2, por qué no iban a hacerlo con nosotros. Nos pretenden hacer creer que un negro puede llegar a presidente, cuando en realidad los hilos del poder nunca han salido del mismo puto árbol genealógico. Prácticamente los mismos que te conceden la libertad de pasear por Wall Street con la camiseta del Ché, te tienen atado por el contrato de permanencia del Iphone desde el que te haces la foto. Tienes la libre elección de acudir a tal o cual manifestación previamente solicitada pero si pretendes desviarte del camino concedido, y te siguen más de cincuenta, corres el peligro de llevarte a casa la señal de una pelota de goma policial en el hueco poplíteo.

Drogas que adormecen el espíritu de quien las toma son expendidas a diario bajo receta médica en la farmacia más cercana. Sin embargo, drogas que invitan a la reflexión y enaltecen la libertad de pensamiento son ilegalizadas y sancionadas desde la multa por tenencia hasta el tráfico por mucho que tú te empeñes en jurar ante el juez que la terraza o el huerto es tuyo y las ganas de fumar también. Mientras esto acontece en cualquier juzgado de pueblo, otros cuerpos mucho más policiales que el tuyo se llenan los bolsillos en base al narcotráfico. Y la trata de blancas no es un juego a dos colores, es un negocio.

El panorama informativo está lleno de siglas y quizá haya tantas para que, al encontrarnos tres siglas incomprensibles dentro de una sola frase, disminuya nuestro interés como si nos estuvieran hablando de física cuántica o de la razón de la inversa de los cosenos al cuadrado. FMI, OTAN, BCE, FED, ONU, BIRD, G8, OPEP, CEPYME, COI, EFTA, FIFA, G20, FAO, NASA, WWF, CIU y un largo etc. Muchas de ellas son decisivas en asuntos que a todos nos conciernen, pero muchos hasta que no ven la señal de 110km/h en la autovía o el 5% de bajada en su salario mensual no hacen preguntas. Si preguntas por PP, siglas del próximo partido en el gobierno espanyol, cualquiera te contesta afirmando sin vacilación que se trata de Partido Popular, cuando en realidad se trata de Piedra y Papel y lo que este partido sacará serán las Tijeras para recortarnos lo que se supone nos falta para recomponer un puzzle de país que no es más que una ilusión.

3 comentarios:

Teseo dijo...

Soy un inútil ahora mismo (o, a lo mejor, lo seré hasta mi último suspiro) para comentar lo que acabo de leerte*. A lo mejor en un cara a cara, mesa en medio, por ejemplo, con algo sobre ella que llevarse a la entrada del sistema digestivo (o pulmonar, pero ya sin necesidad de nada que nos separe), pueda hacerlo, aunque solo sea con el silencio del que escucha asintiendo con la cabeza. Eso sí, esperando (por no decir sabiendo) que ante tus palabras, gestos y, resumiendo, tu presencia física de morena extremeña, te corrija, puntualice o pregunte; te dé mi opinión o te lleve la contraria, sobre lo ya conocido por esta especie de diario, íntimo y público a la vez, o de lo que surja en ese momento, encuentro intrascendente y, puede que, especial al mismo tiempo. Claro que por mi particular manera de ser, puedo llegar a desear tal desvirtualización (degradándome de Arcángel a Ángel, si fuera necesario) y temer que ocurra, de manera simultánea.

Termino haciéndote saber que se escribe "hebreo", que he comentado banalidades recientemente en el blog del portavoz de la embajada de Israel en España**; que me cayó bien Hugo Rafael Chávez, al menos, después de leer 'El palestino'; que respeto, como poco, a Fidel, etc; aunque no sabría expresar mi visión del mundo con datos tan concretos y coherentes entre sí como los que observo en este tu discurso (como ejemplo te hago saber que voté al PP en las elecciones generales del 2004, aunque no me gustó nada como obró dicho partido en relación a la invasión de Irak; y que coexista tal acto con mi valoración de Julio Anguita como estadista nato...).

Un beso, preciosa, de este ¿amodorrao? lector.

* Tengo que releer este post en otro momento para ver si puedo reseñar su forma y contenido como es debido.

**  Por ejemplo (creo que el párrafo "[...] Y a ver [...] pertenece. [...]" está mal redactado):

"Hola, Lior.

Hasta que no coexistan dos estados (el israelí y el palestino) en el mismo plano de igualdad, no creeré en la viabilidad y legitimidad del sionismo.

Y a ver si acaban con los asentamientos judíos en tierras que no les pertenece.

Saludos."

Chafan dijo...

Este año no es necesario que te acerques a votarles, ya lo harán más de once millones de personas por ti.

Y no creo en la coexistencia de los dos estados que mencionas puesto que uno de los pueblos -milenario- es reprimido y exterminado y el otro es un invento bélico formado en los años cuarenta del pasado siglo.

Anónimo dijo...

Las membranas aletargadas
De nuestros semisueños
Tienen el encanto amortiguado
de los días sin sol.