22 de diciembre de 2011

Con el corazón blandito, subiendo hasta lo más alto

Me ha tocado la lotería.

Ángel comenzó anoche su conversación conmigo a través del chat de facebook a las 00:39 y hasta las 02:10 no dio por concluida la misma. Pensaba que semejante hecho jamás tendría lugar, así que me dediqué a llorar de felicidad cerca de la 01:30 mojando tanga y teclado al mismo tiempo.

Aparte de dirigirse a mí, dice que se acercará a verme, quiere que le enseñe el olivar y me ha llamado guapa dos veces. Se muestra preocupado por las grandes cantidades de marihuana que ahora no me estoy fumando y se divierte, entre juegos de palabras, mientras observo cómo aumenta su velocidad de escritura sin ninguna prisa por irse a la cama.

Esta satisfacción no la producen cinco millones de euros ni sé cómo cantarla.

18 de diciembre de 2011

El cielo está aquí en la tierra


Puedes buscar en las estrellas
las soluciones,
buscar a dios y ver si hay vida
en planetas remotos.
Tener fe en el siempre jamás,
aunque cada uno tenemos dentro
el mapa del laberinto.
Y el cielo está aquí en la tierra.
Somos el espíritu,
la conciencia colectiva. Creamos 
el dolor, el sufrimiento
y la belleza del mundo.
El cielo está aquí en la tierra.
En nuestra fe en la humanidad,
en nuestro respeto por lo terrestre,
en nuestra firme creencia en la paz,
amor y comprensión.
He visto y conocido ángeles
debajo del velo 
de gente común y corriente
que lleva una vida 
común y corriente llena de amor,
compasión, misericordia y sacrificio.
El cielo está en nuestros corazones,
en nuestra fe en la humanidad,
en nuestro respeto por lo terrestre,
en nuestra firme creencia en la paz,
amor y comprensión.
Mira alrededor, ten fe en lo que ves,
el reino está a la mano,
la tierra prometida está a tus pies.
Podemos llegar a ser y seremos
lo que anhelamos.
Sí, el cielo está aquí en la tierra.
Si tenemos fe en la humanidad,
respeto por lo terreno
y una firme creencia:
que la verdad es divina
y que el cielo está aquí en la tierra.
He visto espíritus, conozco ángeles,
he palpado creaciones
bellas y maravillosas.
He estado en sitios que me hacen dudar
de todo lo que pienso y lo que sé
pero creo de todo corazón
creo creo creo
que esto puede ser el cielo.
Hemos nacido dentro de las puertas,
dotados del poder de crear vida
y de quitarla.
El mundo es nuestro templo,
el mundo es nuestra iglesia.
El cielo está aquí en la tierra.
Si tenemos fe en la humanidad,
respeto por lo terrestre
y una firme creencia en la paz,
amor y comprensión.
Esto podría ser el cielo
aquí en la tierra.


Heaven's here on earth de Tracy Chapman

13 de diciembre de 2011

Si a un pero lo llaman manzana

Tengo un nuevo vicio que consiste en pensar varias veces al día que la gente es gilipollas.

Lo pienso todas y cada una de las veces que resuena el arrastre de sillas en la biblioteca. También lo pienso muchas de las tardes que salimos a fumar a la calle y nos juntamos más de dos, casi siempre que leo las noticias de facebook, cuando termino de leer los sms de Luis Alfredo o cada vez que tengo que repetir algo a quien no escucha. Supongo que cualquiera que lea esto pensará que yo también soy gilipollas y no está muy lejos de la verdad.

No estoy bien, no estoy bien. Estoy muy mal, estoy muy mal.

Una de mis compañeras de piso no deja de traer homosexuales a casa y es la primera noche, que no la última, que me traigo la cena a la habitación. No entiendo su idioma, esta nueva forma de hablar que han inventado repleta de politonos: ¿hola?, ¿perdona?, yo si no se qué no se cuánto paso. Albergo cierto odio dentro de mí, quizá porque maldigo mis propios veinticinco años y mis pocas ganas de entrar en zara.

Ángel ya cumplió los treinta y uno la semana pasada y no dejé de felicitarle en todo el día, pero ni me has contestado tú ni él tampoco. Por momentos deseo un precipicio sin muerte abajo para tirarme y, en otras ocasiones, me río hasta que me duele la barriga. La otra noche el Barça volvió a ofrecer un baño de fútbol en la castellana y no sentí gran cosa. Me tiene que llamar alguna que otro de mis hermanos ya que yo no llamo nunca a nadie.

Estoy muy mal acostumbrada, quizá debería pasar hambre o partirme una pierna.

He pensado varias veces en anarcosindicarme y sólo me lo impide el miedo a doblar la esquina, entrar en la sede y toparme con gilipollas del montón en el interior. Por contra, esta falta de amor propio y de sensatez me ha llevado hoy a la peluquería. Sigue existiendo en mí una especie de necesidad de encontrar a alguien con quien hablar de Siria o de Hugo Chávez sin que me entren ganas de matar, que es lo que me ocurre con un Fran que cada vez está más cerca de casarse y más lejos de mis preferencias de diálogo.

Me estoy habituando a la idea de permanecer sola el resto de mis días, dadas las circunstancias. No es algo que me preocupe, aunque sí es algo que voy viendo muy probable. Ojala no me falten nunca hermanos con los cuales despedir un año detrás de otro. Y como no puedo ser más estúpida, contemplo todavía la posibilidad de que algún día se me acerque alguien gratamente sorprendente para decirme que me ha estado observando desde lejos.

Nadie debería vivir en la miseria ni dormir por la noche sin haber fumado antes marihuana.

5 de diciembre de 2011

Los secretos que hay en los libros que yo no leo

En esta biblioteca se respira un silencio enfermizo, que poco o nada tiene que ver con la dispersión de material radiactivo que se desprende de mis apuntes.

Tampoco tiene relación el blindaje con el amor, aunque una cosa me lleve a la otra. Podría desenamorarme, sí, y también podría enamorarme de otro pero no me da la gana.

Todo resultaría más fácil si la vigilancia operacional que encuentro impresa pudiera extrapolarse, si pudiese almacenar lo que he sentido como residuo radiactivo o si existieran generadores de olvido con toma de muestras y control de vivencias.

A esta biblioteca se viene a estudiar pero me faltan el interés y la periodicidad necesarias. El amor que le tengo rompió el nivel de riesgo y hace tiempo que traspasó los límites que anuncian la zona de permanencia limitada. No dispongo de los algoritmos apropiados para, a partir de las lecturas de área, asignar la dosis de amor recíproco que me corresponde y es por lo que no dejo de notificar a este blog tales circunstancias.

Cualquier miembro del público que no se encuentre expuesto a este tipo de radiación me aplicaría sin dudar la ley del inverso del cuadrado de la distancia o bien me obligaría a adoptar medidas de descontaminación, olvidándose de mis características como paciente y de que tengo muy claramente establecido el criterio de justificación.

30 de noviembre de 2011

No se restar tu mitad a mi corazón

Conozco pocas cosas más estimulantes que visitar Barcelona ya que este hecho siempre abre la veda de las sorpresas continuas.

Antes de pisar el suelo de la estación de Sants desconocía que esta vez la ciudad me deparaba, además de otro gran partido de fútbol del mejor equipo en la historia de este deporte, una entrevista para el canal + japonés, el 75 homenaje a Buenaventura Durruti en el interior del cementerio de Montjuic y la devolución completa del importe del regreso en tren.

Me asombra el no mostrar el más leve síntoma de cansancio recorriendo calles que he transitado una y otra vez, en cualquier otra ciudad esto no ocurre. Sigue fascinándome el observar la casa Batlló, sobre todo su tejado, entender toda conversación en catalán que llega a mis oídos así como el desprenderme nuevamente de gramos y gramos de marihuana para entregárselos a un calvo y hacerlo con alegría.

JacK es un calvo inteligente, si no lo fuera tendría el blanco y el azul de sus ojos también en el carnet de socio. A media tarde llueve y JacK se moja, yo me mojo y todos nos mojamos pero poco importa teniendo diálogos en los que refugiarnos. JacK no quiere hablar ni fumar más de la cuenta, por lo que yo soy quien enciende y apura el último porro que me fumo dentro del estadio. Ambos llevamos media vida contabilizando pero ninguno de los dos menciona el balance 30-0 de la temporada de Liga en el Camp Nou, él se asemeja a los gatos que merodean la casa del pueblo y sabe cuándo relamerse. JacK, en definitiva, algún día será rico y desde la tribuna en platea los dos juntos veremos cómo Guardiola accede al palco mientras suena por megafonía Els Segadors.

Pero los acontecimientos gratamente sorprendentes no solo tuvieron lugar en Catalunya. Desde algún punto de la provincia de Jaén compartí vagón, besos y conversación con Jose quien continúa despertándome el instinto de aquí te pillo aquí te follo que todos llevamos dentro. Una vez reinstalada en Córdoba he sido capaz de estudiar más de tres días seguidos dentro de una biblioteca y, para colmo, hace dos noches Ángel me provocó el llanto y la risa por este orden y en tan solo unos minutos.

Supongamos que esta paz interior es la que me imposibilita narrar convenientemente cada uno de estos sucesos y no mi ansiedad ni mi egoísmo, por lo que concentrémonos en el último episodio que no es otro que la existencia de un ser capaz de matarme de amor y después resucitarme en cuestión de nueve minutos y medio.

Este ser no se inmuta si le digo que he estado en Barcelona, lo enfrenta comentándome que él ha vuelto de Sevilla y que está nuevamente en Madrid. Este ser no sabe que mataría al nuevo presidente de esta mierda de país si eso me asegurara el encontrarnos nuevamente allí donde tantas otras veces nos hemos visto, lo resiste manifestando brutalidades tales como

-ya estoy viejo para andar de fiesta 
-ya no apetece salir tanto y eso lo va haciendo la edad

No sabe el daño que hace ni que estoy llorando tragándome los mocos y su ausencia porque se ha desconectado sin más dejándome una pregunta sin responder en el aire y la pantalla. Este ser desconoce, no le importa o no se cree lo mucho que le quiero ni que podría ser mucho más si se dejara. No entiende mis prisas ni mis ganas de acercarlo, se conecta de nuevo y lo neutraliza hablándome pero tardando más aún que otras veces en contestar. Quizá ni siquiera sospecha que sus muchas huidas me hacen rendirme ni que le quiero más de lo que nunca pensé querer cuando después digo

-bueno, ya veo que tampoco te apetece hablar, no hay problema.

Ni este ser ni ningún otro es capaz de descifrar lo que verdaderamente encierra una frase mía de este calibre tan lejos del reproche, por lo que me seco las lágrimas viendo cómo se desconecta de nuevo ante mis ojos y mi última pregunta mientras me digo en silencio que jamás volveré a interrumpir sus conexiones. Un par de minutos después yo también salgo del chat, porque lo último que pretendo es que aparezca un feo en ese momento dándome conversación.

Pero este ser, siempre ajeno a la discusión y el agravio, continúa en su hipotético plan de no dejar nunca de sorprenderme por lo que, mientras me hallo escupiendo mi disgusto aún frente a la pantalla, me envía el siguiente mensaje post desconexión despejando todas y cada una de mis dudas

-estaba en sevilla de todas formas hace mucho que no voy al F. no es que no me apetezca hablar es que he tenido que ir al servicio

Puro, natural, verdadero, auténtico, propio, acreditado, legítimo, real, en una palabra: genuino.

29 de octubre de 2011

mecorroLEER

Mi querido Floreal, es seguro que me ejecutarán. Han estado fusilando por carros y será una injusticia más. Tendrás que tomar consciencia de ella y sobreponerte al dolor. Deberás ayudar a tu madre y pensar en el futuro sin odio, porque éste no conduce a ninguna parte. Tu padre, que es víctima del odio por haber consagrado su existencia al establecimiento de la fraternidad universal, te recomienda no odiar a tus semejantes. Tú serás el que averigües cómo fue tu padre. Porque para poder juzgar un hombre a otro hombre no se puede ser parcial o fanático. Y mientras tanto, ríe y juega cuanto puedas. Y ahora, dame tantos besos como quieras.

Carta de Cipriano Mera a su hijo

15 de octubre de 2011

Inútil VI

Mañana sábado 15 de octubre tendrá lugar otra manifestación tomando calles y plazas para exigir derechos. No sé si asistiré, tengo demasiado reciente el recuerdo de la última vez que presencié el micrófono abierto en el bulevar. Esto sucedió el 29 de septiembre, a mi regreso de la presentación del libro del actor Willie Toledo, Razones para la Rebeldía, cuyo prólogo está escrito por Julio Anguita, el único político vivo merecedor de aplauso que tiene este país.

Regresaba contenta, por lo tanto, tras escuchar a Anguita hablando de esto y de lo otro pero tan sólo una persona, entre más de veinte, aportó algo nuevo al micrófono reclamando su derecho a permanecer en la plaza junto a su bandera de la CNT, cuya manifestación en ese mismo lugar había sido legal minutos antes. Las intervenciones en micrófono abierto suelen ir seguidas de manos arriba por parte de la audiencia, indicando gestos de repetición o aplauso silencioso. Y me aburrieron, como siempre.

Tan sólo esa persona, entre más de veinte, mereció mi aplauso sonoro ante el asombro de algunos a mi alrededor, aunque también pude escuchar algún que otro aplauso más lejano. En general su intervención, sin embargo, fue recibida con gestos de desaprobación y distintos murmullos ininteligibles entre la multitud. Tras la suya se escucharon varias intervenciones más, todas ellas conteniendo razonamientos absurdos contraindicándole y abriendo de nuevo el debate de la afiliación política o no entre los miembros pertenecientes al movimiento en las plazas. Unos diciendo que eran de izquierdas, otros afirmando ser de centro y yo permaneciendo en el anonimato y la periferia.

En los comienzos en mayo de este movimiento, decidí pasar una noche en el bulevar y lo hice al regreso de un concierto gratuíto de Medina Azahara ofrecido por IU en la fuensanta, poco antes de las elecciones municipales y con suficiente cerveza en la bolsa para lograr aguantar hasta las ocho de la mañana. Una sola noche me bastó para saber que sería la última en la que iba a participar. Recuerdo que, tras varios minutos hablando con un guapo montado en bicicleta, me olvidé de la asamblea que se estaba llevando a cabo y después de varios sshh, amaneciendo, decidí irme a casa. Desde aquel primer contacto, tardé en volver. En total creo que no han sido más de siete las veces que me he sentado allí a escuchar, más veces de las que han ido a la plaza todas las personas que conozco.

Básicamente no me gusta el movimiento que se traen entre manos porque sigue formando parte de este puto sistema, sistema que tomará un nuevo giro en su orbital no tardando mucho. Me desligué hace meses de sus acampadas páginas de internet tras comprobar reiteradamente la estupidez popular contenida en las mismas y su falta de determinación contínua. Respeto y escucho a todo aquel que se acerca a la plaza a dar o escuchar opiniones pero no puedo evitar aburrirme y no me gusta sentir que estoy perdiendo el tiempo.

La ley electoral en este país no van a cambiarla aquellos partidos que se benefician de ella y la banca seguirá ganando igual o más de lo que gana ahora. Me parece positivo que este movimiento sea capaz de llevar su voz ante una asamblea de accionistas del banco santander o que anime a despertar a gente que nunca fue capaz de ver más allá de su día a día. Ahora bien, creo que el movimiento se pierde dentro de sí mismo por muchas razones y no me aporta nada que sea digno de mi seguimiento. El solo hecho de aparecer en los telediarios conlleva a un claro destino de perdición o desvirtuamiento.

No sé muy bien por qué estoy escribiendo esto, quizá porque esta mañana la fea de mis compañeras de piso me dejó claro que sabe qué movimientos ha de hacer para ser menos fea maquillándose pero que desconoce hasta el colmo de la ignorancia todo esto. Hay muchísimas cosas que están mal en el mundo que nos ha tocado vivir, pero a ella le da igual mientras pueda entrar y salir de stradivarius, asistir a macrobotellones o mentir descaradamente a su padre por teléfono. Y todo esto me lleva a envidiar su ignorancia. Yo cuánto más sé, más me doy cuenta de lo poco que sé y todo ello es doloroso.

Hace unos días, hace cuarenta años, mataron al Ché Guevara al encontrarlo combatiendo en la guerrilla de Bolivia. Hace más de quince años leí la carta de despedida que escribió a sus hijos y, desde entonces, no he podido olvidar el extracto "sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo, es la cualidad más linda de un revolucionario".  Muchas veces ante barbaridades que llego a presenciar, llego a leer o escuchar, este extracto de su carta llega a mi memoria y recuerdo entonces dónde y por qué mataron a este gran hombre. En días como hoy, en los que dudo en si asistir o no a esa mierda presencial, me pregunto a quién cojones le importa la Revolución.

Todo se desvirtúa (1), se diluye (2) o se aleja (3).

Buen ejemplo de lo primero es la revolución cubana. La revolución sólo le importa a su gobierno, a su pueblo y a aquellos que salieron y continúan fuera deseando volver para prostituir ese país como en su día lo estuvo. Aún recuerdo los comentarios reflejados en televisión, cuando yo era una niña, mencionando la duración de los discursos de Fidel. De estos discursos, que eran habitualmente pronunciados ante cientos de miles de personas, en la televisión de este país jamás comentaron siquiera su esencia. Con hacernos llegar la idea de cuál era la duración de los mismos entendieron que bastaba. A día de hoy, los medios de comunicación siguen sirviendo la dictadura cubana como una realidad.

A quién cojones le importa que las últimas guerras en Afganistán, Irak o Libia sean un engaño. Nadie quiere saber que compra un periódico con noticias engañosas, desvirtuadas o controladas por grandes intereses. La gente quiere cambiar de presidente y pensar que algo cambiará con el cambio, quieren sentirse partícipes de algo que les gustó escuchar, no quieren leer El Mundo, quieren leer El País o viceversa. Quieren oir que su rey es simpático y bonachón, no quieren que un presidente suramericano con boina revolucionaria llegue y diga a su rey esto o aquello. Y aunque el presidente suramericano en cuestión haya ganado seis o siete veces elecciones generales y el rey no sea rey por voluntad divina, sino porque sus antepasados se lo montaron divinamente, quieren que el simpático y bonachón gane la partida con cualquier parida como ya lo hiciera aquel febrero en el que hubo tiros al techo del congreso.

A las feministas de aquí, a las de Bélgica o a las de EEUU, les gustó mucho escuchar a la hillary clinton hablando acerca de liberar a las mujeres afganas. Una y otra vez las televisiones emitieron imágenes de burkas sin más y lapidaciones del siglo pasado, pero a nadie importó una mierda que esa invasión a Afganistán restaurara el mercado del opio por parte de cuatro cabrones con corbata. Para ellos, quien quiera salir de la heroína que acuda a una farmacia. Tardó poco en posicionarse la prensa del lado de la bella periodista de tve ante la supuesta bestialidad del entrevistado Ahmadineyad, hablando éste de las barbaridades cometidas por el supuesto estado de Israel. A quién cojones le importa que una chica palestina tenga a este lado del muro a sus padres y hermanos y al otro lado a su novio. Eso sólo le importa a su madre porque con lo que tarda en llegar a casa cualquier día la secuestran y no vuelve.

Por parte de Obama, premio nobel de la paz, son reiteradas sus advertencias de imponer sanciones al Banco Central de Irán por presunto complot terrorista. Pretende el premio aplicar sanciones económicas como aquellas que ya recaen sobre toda persona física o jurídica que trate de negociar con Cuba, porque la ley estadounidense dicta que tienes derecho a permanecer en silencio pero también que, como te tomes la libertad de negociar con esa isla, pagarás tu osadía como no está escrito. No es posible experimentar ni progresar con un programa nuclear que no esté bajo mando estadounidense y la República Islámica de Irán da fe de ello. Hace un par de años el presidente iraní obsequió al pueblo de Venezuela con un equipo de avanzada biotecnología, agradeciendo el contínuo acuerdo de cooperación entre ambos países, pero a quién cojones le importa esto.

No me he molestado en conocer qué dicen los grandes medios de comunicación acerca de la piratería en las aguas de Somalia, no necesito leer La Razón para pensar por mí misma y entender quiénes son los verdaderos piratas. Desde aquí puedo imaginar los barcos europeos ilegalmente descargando toneladas de mierda nuclear y radiactiva en esas costas de África y llevándose todo el atún posible, ante la impotencia de los negros que no ganan para barcas. Desde que se quedaron sin gobierno, en Somalia enferman a causa de las radiaciones entre otras desgracias y dios les compensó con un tsunami. Al parecer, por un euro al día puedes sentirte más humano engordando las arcas de Amnistía Internacional. A quién cojones le importan los todavía nacimientos de niños deformados en los alrededores de Chernobil, supongo que a los médicos voluntarios en la causa y poco más.

A mucha gente le gustó ver a Alejandro Sanz o a la Shakira sin jaula cantando por Haití. A todos les impactó más o menos el ver ese país devastado y alguno que otro, cuando se acercó al banco de santander a poner al día la cartilla, se animó a enviar unos euros para ayuda en reconstrucción. Eso siempre cae bien al lado humanitario que llevamos dentro, tipo tarjetas navideñas de Unicef. Nadie apenas se pone a recopilar información acerca del desastre y se encuentra con que el cólera se extendió en ese país caribeño por contagio de las tropas de la ONU que llegaron del Congo. Quién cojones es capaz de situar al Congo en el mapa africano, entre Nigeria y Ghana o entre Angola y Sudán. Si mataron al blanco Kennedy o al negro Malcolm X a tiros, por qué no iban a mentirnos a nosotros, peones dentro de este puto tablero.

La MTV se nutre de pornografía insinuada y mensajes subliminales y sin subliminar tras los cuales te entran ganas de operarte las tetas, apuntarte a un gimnasio o hacerte la cirugía estética. Se repiten una y otra vez los modelos de conducta que esperan reproduzcamos convenientemente, con el estribillo bien aprendido de un pasito pa'lante maría un pasito pa'trás. Raro el que no termina robotizado en cualquier estúpida coreografía, encaramándose en una escalera, perdiéndose dentro de un laberinto a la par hipnotizante o arrastrándose de rodillas sobre un suelo cuadriculado. Siempre tienen alguna rubia a mano que hace levantar culos del sofá. Sin embargo a Michael Jackson, que empleó dos semanas y media rodando un videoclip en las fabelas brasileñas junto a todo hijo de vecino y que decía en rueda de prensa que no necesitaba mirarse al espejo para saber que era negro, le cagaron el paraguas siempre que pudieron y lo mataron a pastillas y juicios en cuanto se descuidó.

Miles de personas acuden a los conciertos de Manu Chao y muchas de esas personas desconocen el contenido de las letras de sus canciones. Es más, muchas de ellas ni tan siquiera se preguntan el qué puedan significar. El rollo multicultural, tan colorido, confunde los sentidos y cualquiera que porte camisa de cáñamo amplia o sandalias ibicencas es tachado de hippie o considerado como tal. Incluso el típico símbolo redondo de paz y amor fue inventado por intereses poco claros, por más colores que incrusten en él. De colores y símbolos están llenas las portadas de los discos de Manu Chao o Amparanoia y de colores siguen vistiendo los indígenas que dan razón a varias de sus canciones pero a quién cojones le importa el EZLN, su propósito y la larga noche de los 500 años. Importa a esa región de México, al que compone la canción dejando paso a la voz del Subcomandante Marcos, a quien se solidariza con la causa, a pocos más y no todavía a suficientes para que los zapatistas de Zapata consigan entrar en algún registro de natalidad o mortalidad.

Se diluye (2) el mensaje de Jesús, que era todo esperanza y vitalidad. De Mahoma poco puedo decir, salvo que eran complementarios. De tanto diluir al cabo de los siglos, ahora a los devotos de la Macarena nada les dice la virgen de Lourdes ni su agua bendita. Tanto cambio del ebreo al latín y del latín al francés, llegó un momento en que tradujeron la biblia al sueco y las escrituras ya son de todo menos cristianas. El máximo pontífice te hace comprar cruces de caravaca o cruces normales de crucificar personas y debes besar su anillo, clavando tu rodilla en el suelo, si te le encuentras.

A mí me bastó con leer, hace más de quince años, aquello de "Jesús llegó a Jerusalén y se encontró en el templo a vendedores de bueyes, ovejas y palomas y varios comerciantes sentados. Hizo un azote de cuerdas y los echó del templo con sus ovejas y sus bueyes, tirando éstos las monedas al suelo volcando las mesas. A los vendedores de palomas les dijo -quitad todo esto de aquí, no hagáis del templo un mercado-". Desde entonces, no me cabe duda del por qué mataron a este gran hombre y de por qué la Iglesia Católica adoptó como emblema la cruz en la cual lo desangraron. El miedo vende mucho más que la riqueza de espíritu. Cada vez que entro en un templo de esta especie en el cual no haya entrado antes, busco a San Miguel Arcángel y si no lo hay tardo poco en salir a la calle.

No hay sitio más frío y más inquietante que una iglesia. Las hay, incluso, que comunican directamente con el palacio adyacente, como ocurre en Barcelona. Las hay, también, cuyos suelos están repletos de lápidas de muertos que ayudaron al mantenimiento o construcción del templo en cuestión. En la Almudena de Madrid enterraron a la reina María de las Mercedes y se puede descansar eternamente cerquita de ella a cambio de un donativo a Rouco Varela de unos treinta millones de euros. Si pagas por casarte, evidentemente tendrás hijos que bautizar y te saldrá más caro el divorcio que si no te hubieras casado. Lo que la Iglesia Católica perdió en Valladolid con la filatelia lo recupera después misa a misa y peregrinación a peregrinación, no importa.

Olvidan las enseñanzas de Jesús aquellos que dicen pregonar su fe. Como no tienen hijos legítimos a mano, ilegalmente urgan en el ano de los hijos de los demás, quitándoles su virginidad y rezando tres aves marías y tres glorias después consiguiendo el perdón de sus pecados. El arzobispado de Toledo, primado de Espanya, roba la recaudación cacereña del Monasterio de Guadalupe y reparte sacerdotes a diestro y siniestro a lo ancho y largo del país antes de que a éstos les salga conciencia o pelos en los huevos. El Opus Dei esclaviza a mi hermana y a otras tantas repartidas en cientos de edificios y éstas sirven té y pastitas, cerrando meticulosamente la puerta del comedor, antes de que pasen a comer o cenar el hijo de Jordi Pujol y semejantes con los que jamás llegarán a cruzarse.

Si no vas a misa los domingos, días del sol, eres malo y si comes choped en viernes santo eres peor. Un sacerdote protestante bien puede follar con su mujer y meterle la polla por el culo si ésta accede o consigue atarla. Puede hacerlo antes y después de la misa de doce. Ahora bien, si este sacerdote aspira a ser nombrado obispo católico y/o trasladarse a Pamplona o Algeciras entonces tiene un serio problema y de nada le servirá protestar. Si alguno de ellos se equivoca de niño en sus juegos pedófilos y la criatura lo cuenta en casa, poco después el adulto en cuestión será reubicado por el señor obispo en otra iglesia cientos de kilómetros más allá. La justicia divina, al igual que la real de sangre azul, está por encima de toda ley pero a quién cojones le importa si no dejan de repetirnos que todos somos iguales.

Jesús se rodeaba de arrepentidos recaudadores de impuestos, ladrones con machete, prostitutas venidas a menos, leprosos y gente que no tenía dónde caerse muerta. Hoy en día, los misioneros de corazón que son enviados por la Iglesia allí donde hay necesidad, llevan una mano delante y otra detrás mientras el cardenal de turno mete las suyas en sus bolsillos llenos cuando no lo hace en el ano de otro. El máximo pontífice se hacía las primeras pajas formando parte de un servicio de estrategia nazi y su careto quedó plasmado en una foto al firmar el Vaticano un acuerdo de intercambio y beneplácito con un oficial de las SS en los años cuarenta. Su santidad viste de blanco pero es más siniestro que la viuda negra, aunque a quién cojones le importa. Hubo gente en su visita a Madrid que mostró su disconformidad tal y como la policía consideró oportuno y otros lo hicieron apuntándose a un grupito de facebook.

Cada vez está más lejos (3) la verdad y cada vez más cerca el fraude generalizado. Si hace años que se viene rumiando la visita extraterrestre, al haber sido localizados platillos volantes de distinta índole dentro de la esfera terrestre, no tiene por qué tardar en convertirse en algo habitual su avistamiento y quizá vivamos el día en que cualquier ser extraplanetario se nos manifieste en medio del océano pacífico hablándonos en un inglés texano y pidiendo nuestra aceptación a sus intereses a cambio de dejarnos igual de mal que estamos sin empeoramiento alguno. Un ser que supuestamente venga del más allá puede adquirir poder suficiente para eso y para más. Podrían llegar a decirnos que a través de los focos de luz de la zona zero en New York consiguieron descifrar los códices del idioma inglés, siempre habrá gente dispuesta a creerlo.

A quién cojones le iban a importar los negritos desnutridos subsaharianos, los crímenes contra la humanidad cometidos sobre el pueblo saharaoui o palestino, los recortes sangrientos en la educación en Chile, los problemas en centrales nucleares en Japón, la capacidad armamentística de la que dispone el supuesto estado de Israel, el buen proceso de alfabetización en Bolivia o las condiciones en las que viven los kurdos y los hipopótamos. Si se manifiesta un ser de otra galaxia ante nosotros, amenazándonos de muerte si no acatamos su propósito o quizá dándonos sus bendiciones porque resulta que él es el dios esperado por los mal llamados judíos, a nadie le importará nada de todo lo mencionado. Desde que Spielberg nos acojonó encendiendo el dedo de E.T. y pudimos reirnos después, incluso verle resucitar en la película dejándonos presos de alegría, nos quedamos todos predispuestos para que suceda cualquier cosa semejante siempre que traiga pinta simpática y bonachona.

La verdad, aunque no se aparezca nadie en medio del mar, se aleja a la velocidad del vacío. Al menos la verdad que nos muestran. De qué nos sirve que nos ofrezcan un ochenta y cinco por ciento de realidad europea si el quince por ciento restante, la parte más importante y más auténtica, no nos la cuentan. Es imposible que grandes cosas cambien a mejor mientras los grandes medios de comunicación pertenezcan a cuatro hijos de puta. El sueño americano sigue vigente, y las guerras y las películas de guerra también. Los ataúdes se suceden por estos motivos, pero siempre hay latinos y patrióticos sedientos de sueldo y aventura. A quién cojones importa que haya soldados parapléjicos retirados subsistiendo con ayudas gubernamentales irrisorias o que haya viudas de éstos visitando los cementerios sin haber conocido la menopausia.

Nos hablan del proletariado como causa marxista de otra época y no nos dicen que el proletario sigue siendo la carne de cañón y mano de obra en cada una de las guerras actuales. La clase obrera continuará acogiéndose a contratos basura y renunciará a sus vacaciones si ellas implican la posibilidad de perder su puesto de trabajo. El señorito seguirá metiendo mano a la sirvienta, ya sea por debajo de la falda o por encima de la ley. Seguirá existiendo la letra pequeña en los seguros de obligado trámite, así como en los anuncios de televisión circulando a toda velocidad. Los centros comerciales seguirán abriendo los días del sol primeros de cada mes, y aquél que tenga novia trabajando de cajera bajo esas condiciones se irá con los amigos a ver el fútbol como se ha hecho toda la vida.

Pan y circo. Si ya lo aplicaban los romanos allá por el año -2, por qué no iban a hacerlo con nosotros. Nos pretenden hacer creer que un negro puede llegar a presidente, cuando en realidad los hilos del poder nunca han salido del mismo puto árbol genealógico. Prácticamente los mismos que te conceden la libertad de pasear por Wall Street con la camiseta del Ché, te tienen atado por el contrato de permanencia del Iphone desde el que te haces la foto. Tienes la libre elección de acudir a tal o cual manifestación previamente solicitada pero si pretendes desviarte del camino concedido, y te siguen más de cincuenta, corres el peligro de llevarte a casa la señal de una pelota de goma policial en el hueco poplíteo.

Drogas que adormecen el espíritu de quien las toma son expendidas a diario bajo receta médica en la farmacia más cercana. Sin embargo, drogas que invitan a la reflexión y enaltecen la libertad de pensamiento son ilegalizadas y sancionadas desde la multa por tenencia hasta el tráfico por mucho que tú te empeñes en jurar ante el juez que la terraza o el huerto es tuyo y las ganas de fumar también. Mientras esto acontece en cualquier juzgado de pueblo, otros cuerpos mucho más policiales que el tuyo se llenan los bolsillos en base al narcotráfico. Y la trata de blancas no es un juego a dos colores, es un negocio.

El panorama informativo está lleno de siglas y quizá haya tantas para que, al encontrarnos tres siglas incomprensibles dentro de una sola frase, disminuya nuestro interés como si nos estuvieran hablando de física cuántica o de la razón de la inversa de los cosenos al cuadrado. FMI, OTAN, BCE, FED, ONU, BIRD, G8, OPEP, CEPYME, COI, EFTA, FIFA, G20, FAO, NASA, WWF, CIU y un largo etc. Muchas de ellas son decisivas en asuntos que a todos nos conciernen, pero muchos hasta que no ven la señal de 110km/h en la autovía o el 5% de bajada en su salario mensual no hacen preguntas. Si preguntas por PP, siglas del próximo partido en el gobierno espanyol, cualquiera te contesta afirmando sin vacilación que se trata de Partido Popular, cuando en realidad se trata de Piedra y Papel y lo que este partido sacará serán las Tijeras para recortarnos lo que se supone nos falta para recomponer un puzzle de país que no es más que una ilusión.

12 de octubre de 2011

Tú eres como el sol de la mañana

Llevaba varios días masticando la idea, imaginándole revolcándose con alguna amiga de novia de amigo en el sofá de su casa de Madrid. Todo parecía encajar: su compañero de piso había vuelto a la gran ciudad y eran ya 3 las noches seguidas dedicadas a la remota posibilidad de encontrarle conectado en facebook sin conseguirlo.

Veníamos de ausencias tales como nuestra conversación en V a principios de septiembre, y la mía inesperada en C a finales de ese mes en el cumpleaños de sus últimos besos. Por H o por B, las circunstancias apuntaban a que todo ello parecía no importarle. Pero cuando más desesperada me encontraba, justo cuando comentaba a Almería a través del chat acerca del párrafo anterior, su lucecita verde iluminó mi ordenador.

Según me contó, sus noches están transcurriendo en algún frío hotel de Sevilla y su inocencia sigue siendo auténticamente encantadora. Me hizo preguntas sin interrogaciones que fueron sucediéndose desde su saludo inicial con que pasa no te vi en C, pasando por su interés en saber si ya estoy trabajando, si continúo en Córdoba y si salgo o no salgo por las noches. Si le pagasen por sorprenderme sería millonario desde hace tiempo. La siempre recurrente y a ti que tal te va también se hizo presente mostrándose en un giro de conversación ideal.

No tengo la certeza de que me echase de menos en C y tampoco puedo permitirme el preguntárselo porque, de hacerlo, cabría la posibilidad de volver a sufrir todo el largo proceder de la huída ya acontecida en capítulos anteriores. Sus 5 preguntas sin interrogaciones me saben a gloria bendita y sus 2 minutos y medio de tardanza por frase aceleran mi corazón de tal modo que terminan representándose como ejemplos suficientes de este amor que no se agota.

Si de algo estoy segura es de que si Ángel se comportase como cualquier imbécil de los muchos que no me gustan, entonces me haría insinuaciones como las que escuché el viernes pasado. Nuestro mutuo postergamiento en V me había dejado una sensación divertida aunque agridulce y ahora valoro como positiva mi ausencia posterior en C y el que todo sucediese así.

Él, no sé muy bien por qué, ya está pensando en enero a lo que yo contesté literalmente que de aquí hasta entonces puedo morirme de la P de pena. Me calmó esta ansiedad poco antes de recibir una supuesta llamada de teléfono, comentándome que si viene por aquí me llamará la la la lá.

6 de octubre de 2011

Alternativa libertaria

La gran mayoría de las conversaciones que se desarrollan a mi alrededor, por no decir todas y cada una, siguen sin interesarme lo más mínimo. Hoy el día giraba en torno a la boda de la duquesa de alba, ante lo cual simulo cara de asombro comentando que es miércoles, y la pelea entre dos compañeras de clase en su afán de ver quién es más chula, posicionándome en el lado de la indiferencia.

Son ya más de dos semanas las que llevo intentando habituarme a un horario para desquiciados y todavía no lo he conseguido. En el fondo tengo suerte, la única persona a la cual salvaría de la supuesta quema que me dejasen hacer procura sentarse a mi lado, tiene manos de futuro pianista y se llama Jose. La última vez que alguien consiguió llamar mi atención ocurrió en blanco y negro y es razón suficiente para agradecer este nuevo hallazgo.

Mientras el profesor hablaba acerca de la densitometría ósea y la gammagrafía en tres fases, Jose me preguntó cómo he llegado hasta aquí aportándome explicaciones de su quehacer diario y mostrándome un esquema gestual mediante el cual terminé imaginándonos a ambos follando sobre la mesa. Sí, no me importaría follármelo, y no porque acuda a clase en bicicleta, venga del conservatorio o hable tan bien y tan bajito. Tampoco por tener los ojos tristes, ese culo o vivir en la avenida de Barcelona. Simplemente me apetece, con el paso de los días me sorprende que me siga apeteciendo y punto.

31 de agosto de 2011

Cualquier noche puede salir el sol

A unos metros de distancia, me da cierta lástima observar los distintos empujoncitos que proporciona a quien se encuentra a su izquierda para que éste acompañe su estúpido baile. Advertí su presencia minutos antes, luego Bea me confirmó que habían sido dos las veces que había pasado tras mi espalda a pesar de la cantidad de espacio disponible en la plaza. Mi cansancio sigue haciendo vereda y su ímpetu en mostrarse simpático y dicharachero con los demás cuando estoy presente ya no me causa impresión alguna.

Ahora bien, como parece que haya nacido para desconcertarme, poco después he de pasar por su lado irremediablemente. Sé que desde que comencé a andar me está observando por lo que logro pronunciar un hola aunque desprovisto de ánimo, hola que se cruza con su sonrisa mientras me dispongo a continuar mi trayecto hacia la borrachera y el olvido. Con un solo movimiento esquiva al amigo que se interpone entre nosotros y se atraviesa en mi camino con la clara intención de no dejarme pasar sin llevarse dos besos. Por si no me ha quedado claro, hace ademán de robármelos. Se los doy sin mucho afán, uno para él y otro para Carolina Herrera.

Su sonrisa no abandona en ningún momento nuestra pequeña conversación y aunque son muchas las preguntas que me dicta la cabeza no formulo ni una sola de ellas en voz alta. Desconoce cuándo me iré y cómo me siento, no lo pregunta y el resto no importa. De su soledad y de la mía nunca hablamos y es probable que nunca lo hagamos por lo que yo también sonrío por no se el qué y no tardo en ir a rellenar mi vaso. Incluso para esto último él se muestra divertido y dialogante indicándome que no sabe si podrá terminarse el suyo.

Sin embargo Alberto, el mismo que metí en mi vida y en mi casa y cuya intimidad se mezcló con la mía durante cinco años, no se acerca a menos de diez metros ni se le ocurre pararse a observar. Pude distinguirle andando hacia donde no me importa en una ocasión y, aunque previamente su prima catalana me saludó encantada hablándome de su hipoteca madrileña, yo tampoco me molesté en preguntar por él siquiera. Lejos quedan ya aquellas situaciones en las cuales Ángel se animaba a saludarme mostrándose respetuoso y simpático y de pronto se presentaba Alberto por sorpresa metiéndome la lengua hasta la garganta.

18 de agosto de 2011

Razonar es siempre tan difícil

Aparte de su recién afeitado, los kilos que ha perdido y su forma de mirarme, también me gusta paladear palabras. Paladeo palabras como bangladesh, mandamiento, tigre de bengala, hecatombe, malaui, convaleciente, sublime. Todas ellas y algunas otras, como follándonos, van al paladar.

Me mira. Me mira e intenta celarme, pero lo que es follar tampoco follamos. Y yo, como una noche hablo con él diez minutos y la noche siguiente quince, pienso que en la tercera no serán menos de veinte. Me equivoco al pensar, como siempre.

No me cuenta nada nuevo, casi todo lo que sale de su boca ha salido otras muchas veces. No me dice nada interesante, ni mucho menos bonito. Continúa sin explicarme a qué juega y si se está jugando algo.

Después, Susana resume que ambos hemos pasado la noche intercambiándonos los ojos y que si yo llevase escote podría jurar que se asomaba para verme las tetas. Unos resucitan al tercer día y otros enmudecen. En definitiva, me hago vieja esperándole.

2 de agosto de 2011

Si cuando sopla el viento se las lleva tras él

Este blog sabe mucho, creo que demasiado, y cualquier día podría chivarse. A mi me gustan los chivatos, pero los que están llenos de marihuana y no de malas ideas. Quizá por esto sigo escribiendo para mi ombligo y no así para los anónimos que convergen entre la crítica fácil y la crítica literaria sinopsis mediante. Mantener este blog oculto sería como mantener cerradas la puerta y la ventana del baño tras la ducha, algo irrespirable. Son buenas la caricia y la patada a su debido tiempo y mejores aún pueden ser el viento fresco y la lluvia sobre la cara.

Hablar con los demás no sirve para nada, lo aprendí hace tiempo y desde entonces lo tengo en cuenta. Nadie quiere escuchar la verdad; quieren que les regales los oídos, la cena de anoche o la entrada de un concierto. No quieren otra opinión y menos si ésta es distinta a la suya. Los demás te ofrecen su estima en base a la cantidad de su mierda que seas capaz de respirar. Ya evito las preguntas cuyas respuestas no están dispuestos a escuchar y he perdido el interés en muchas de las cosas que se debaten a mi alrededor. Ya sé engañar a los demás haciendo creer que escucho o me interesan y me entretengo viendo cómo ellos se pierden dentro de su propia perspectiva.

Anoche Susana me preguntó por Ángel y no supe qué decir. Su dedo en mi llaga. Esta noche ambas compraremos hielo y sprite suficiente, para después hartarnos bebiendo vodka contemplando el cielo desde la más absoluta oscuridad del helipuerto. Algunas estrellas se moverán sin darnos tiempo a pedir deseos y nada de lo que allí tratemos merecerá quedar escrito.

29 de julio de 2011

Vuelvo a las andadas

Tengo muchas ganas de chuparle el dedo gordo del pie izquierdo y esta idea viene precedida de una verdad absoluta: hago un pisto manchego exquisito. Me gustaría chuparle el dedo gordo del pie hasta quedarme sin saliva, hasta arrugárselo o hasta que me pidiera que le chupase otra cosa.

También quisiera decir alto y claro que yo no veo esa mierda televisiva, ni esa tampoco, pero guardo silencio y enredando con las conchas que siguen colgando de mi pulsera consigo alejarme de la silla en la que permanezco sentada. Disfrutaría pisando sus blackberrys hasta hacerlas añicos o tapando sus bocas con cinta adhesiva. Conservan el ánimo y la imbecilidad para decir una estupidez detrás de otra y me dejan muda. Una de ellas utiliza champú para caballos y me reservo el añadir que también debería comer rabo de toro o desayunar matarratas.

Es imposible guardarme tantísimas cosas dentro por lo que decido regresar a este puto blog, habiendo arrastrado antes hasta aquí todo aquello que he escrito después de dejar firmado un punto y final inexistente.

15 de julio de 2011

mecorroLEER

Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.

Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

Wislawa Szymborska. Amor a primera vista, de "Fin y principio" 1993
Versión de Abel A. Murcia

28 de junio de 2011

Al verde, verde melón

En nuestra última conversación virtual, aparte del correspondiente y tú cómo estás, me hizo tres preguntas directas, tres. Qué contenta me puse durante un par de horas, que si cuánto tiempo estaré lejos, que si volveré a estar cerca, que si tengo intenciones de seguir alejándome. Después, en vivo y en directo, nos hemos dado dos besos y me ha formulado varias más de la misma índole, aunque no recuerdo cuántas al estar tan atenta al olor que desprende y a lo mucho que se me arrima. Estoy por hacer una fiesta.

Antes casi nunca me preguntaba de forma directa y llegué a reprochárselo escupiendo mi impotencia. Ahora enlaza una pregunta detrás de otra, con aparente interés y con soltura, sabedor de que no se me sube a la cabeza principalmente porque no sé dónde la tengo. Después Bea me comentó lo que habíamos visto todos dada la nitidez de los hechos: casi la arolla en su afán de venir a saludarme.

No aspiro a gran cosa, quiero volver a sorprenderle observándome y, por qué no, también quiero que pase la noche conmigo. Aunque follásemos poco y mal, me gustaría mucho y que volviera a estremecerse mientras me besa, como antaño se estremeciera o estremeciese. Ya no son los veranos ni los besos como entonces, largos y estupendos.

Aunque todo o nada cambie, aunque regrese la ansiedad y la prisa por irme, y aunque sigamos viviendo noches en las que no hablamos, la esperanza aquí sigue.

1 de junio de 2011

No te metas en mi facebook

Yo alcancé más de trescientas cincuenta pulsaciones por minuto frente al teclado ascendente de la olivetti antes de haber cumplido los trece años y veo las cosas de una determinada manera. Él presenta una media de dos minutos y medio de tardanza por frase, para terminar elaborándolas del tipo

-no todavia no. es mas alante
-bueno hasta luego que mañna me lebanto a las 6

y las ve de otra. Lo sé porque me dedico a espiarle. Le espío de noche y le espío de día. Le vengo espiando desde hace tiempo, salteadamente, día sí día no y también hay noches que le espío tres y cuatro veces. No escribe absolutamente nada ni se dirige a nadie. Jugó algunas veces, eso sí, pero le pedí besos a cambio de jugar conmigo y ya ha dejado de jugar. Hizo también que la tierra girase en el sentido de las agujas del reloj al advertirme

-me alegro. divierte ya que yo no puedo

En definitiva, si no estuviera enamorada de él desde el preciso y primer instante en que sus ojos se clavaron en los míos, no se comprende que se me siga yendo la vida saltando a su muro. Un muro que es suyo, un muro que hay que saltar. Un muro lleno de silencios y de información, de hecho se muestra muy interesado en conocer quién se dedica a espiarle como si este sistema contemplase la posibilidad de decírselo.

Ni una sola de todas ellas, más de sesenta, me incomoda. Estoy completamente segura que ni una sola de todas ellas, más de sesenta, es capaz de decirle tanta tontería junta. Cada vez tardo menos en desvariar imaginándome situaciones con él que jamás parece que vayan a darse. He bebido más cerveza en estos últimos meses que en toda mi vida y ya me encargué de decírselo, como si le importara.

De forma casi diaria enredo con mis ganas de él y no cojo el teléfono al resto, fumo temprana y descaradamente y escucho una y otra vez, de la primera a la última, las seis nuevas canciones de Extremoduro como si me estuviesen dedicadas. Sé que no puedo continuar por mucho tiempo más viviendo de esta manera porque corro el peligro de morir de anemia, de risa o de una taquicardia. Ya veré qué puedo hacer, aparte de mojar el tanga cuando nos veamos.

10 de abril de 2011

Cristiana blanca y reina mora

Me sigue interesando todo tan poco que no entiendo para qué me molesto en escribirlo, aunque quizá lo hago para recordar que ya no me es necesario.

Anoche terminé la fiesta follando en un daewoo, aunque se trate de marcas y actos ya inservibles. Como estoy loca perdida supongo que me convenció el hecho de asegurarme su reciente vasectomía. Quería correrme y aún ahora, quince o veinte horas después, mi deseo no varía. Lógicamente fue algo que no conseguí en su compañía. Tuvo suerte, me regaló una pieza de hachís antes de irnos de la fiesta, me estuvo mostrando la ciudad nocturna de Córdoba desde no sé qué altura de Sierra Morena y me dijo tonterías con un acento que desconocía habiendo perdido la cuenta, tiempo atrás, del número de vasos de tinto que me había bebido.

Él recordará mis pies descalzos sobre la luna del coche y mi elasticidad difícil de conseguir a su edad. Quizá recuerde que mis ojos son marrones y no negros, cómo liar un porro entre curvas, que no consiguió desabrocharme el sujetador, que yo dejo señales si me da la gana y un largo etc, dada su llamada esta mañana. Entiendo que jamás cambiará su forma de ver la sexualidad, no entenderá que el ritmo que ponga a sus maniobras poco hace en nuestro bienestar, ni comprenderá nunca que si digo "así no son las cosas" significa que no voy a dar explicaciones.

Yo recordaré la poca consideración que tuve hacia su supuesta esposa enferma terminal, la iluminación nocturna del Arenal, su comentario referente al bello de mis brazos, sus contínuas alusiones a su más que evidente futura calvicie, su estúpida manía de añadir guapa a cada frase, mi poco más de un euro en efectivo durante toda la noche en el interior de mi bolso como siempre que me divierto, el hipo que me entró mientras atravesábamos la avenida del aeropuerto y el techo del daewoo dándome vueltas tras cada curva.

8 de enero de 2011

Habrá escarcha en tu mirada

Este piso es triste incluso estando vacío, me recuerda mucho a mi casa. No han transcurrido dos horas y ya son cuatro las piernas sin depilar que recorren el pasillo. El chiste del pedo en el ascensor no ha tardado en hacerse notar, evidentemente he sido yo quien ha tirado el filete de pescado podrido al contenedor de basura. Debiera comenzar una vida nueva, pero no me gusta que me mientan a los ojos y he tardado poco en cerrar la conversación saliendo de la cocina.

Se estaban cumpliendo cinco horas escasas dentro de este dos mil once cuando su hermana, con un ímpetu gestual y un tono imposible de transcribir, me recordó que estuve acostándome durante algo más de un lustro con el hijo de la mejor amiga de su madre. Sonreí, y ya no sé lo que dije pero habrá que seguir viviendo.
.  
Mañana creo que cocinaré lentejas, plato ideal para comenzar el año.