26 de febrero de 2010

Del sur a Catalunya

Nunca más haré un viaje en estas condiciones yo sola.

Lo decidí antes de que la grúa retirara mi coche y lo llevase al depósito. También antes de presenciar otro de los escasos goles de Andrés Iniesta dentro de un estadi que ya no para de corear su apellido. Antes de que se empañasen los cristales de mi coche y me durmiera en el parking exterior del maxidía de Figueres próximo a las vías del tren. Bastante antes de masturbarme en la litera de abajo del albergue de Ferran, a escondidas, como hacía más de doce años que no lo hacía. Antes de paralizarme al encontrar medio centauro sagitario de hierro, quizá cobre, en zona peatonal entre callejuelas cercanas a La Rambla. Algo antes de fumarme el primer porro de los más de treinta y cinco que he llegado a fumarme en el viaje. Antes de que la cajera del caprabo de Roses me enseñase que la etiqueta de mi bolso rojo al no haberla cortado, así como las de toda la ropa adquirida en el decathlon, pita en los detectores.

Lo decidí un ratito antes de pasar a encenderle cinco velas a Sant Miquel Arcángel. Justo antes de jurarle nuevamente en silencio a mi madre lo mismo que llegué a jurarla mientras veía cómo introducían su ataúd en el nicho el día de su entierro. Lo decidí esa misma noche del viernes en la que llegué, mientras el cielo se desplomaba sobre mi cabeza en forma de lluvia torrencial, estando dentro ya del barrio gótico de Barcelona, aún parada frente al frontal de la catedral. Lo decidí aprovechando que la lluvia sobre mi rostro disimulaba mi llanto.

Nunca más haré un viaje en estas condiciones yo sola.

Cuando nadie me acompaña me alimento poco y mal, fumo demasiado, no me ducho ni me lavo los dientes y me río sola y sin sentido. Estando sola casi siempre hablo conmigo misma y pienso que algo nuevo y bueno ha de llegar a pasarme, aunque la vida no deje de mostrarme lo contrario. Engaño a mi estómago, a mi nivel de inglés, y a todo aquello que tenga algo que ver conmigo. Cuando estoy y me siento sola sin que nadie sepa dónde me hallo me doy cuenta de que las únicas personas a las que les importa mi estado y mi paradero son César y mi hermana María, propietaria de la habitación desde la que ahora mismo estoy escribiendo. No debiera ser necesario el sentirme así para darme cuenta de ello, sigo siendo torpe.

No merezco que nadie, y mucho menos con seny, me dedique parte de su tiempo mientras yo siga aferrándome a esta puta parra en la que habito. La gent tiene derecho a ser feliz, en efecto, derecho a experimentar cambios, a cambiar mismamente, derecho a mezclar la sangría como sea la apetencia, derecho a alejarse de mi cuanto crean conveniente y reservo algunos de ellos también para cuando -según quién- estime acertado el partirme la cara claramente.

Dentro de lo que cabe tengo suerte y no encuentro el derecho a queja que antes me pertenecía. Mi cara -aún sin partir- de muerta viviente no sé hasta qué punto resulta evidente pero la gente desconocida que se me acerca lo hace para piropearme en algún que otro sentido, para pedirme una calada, fuego, pero nunca para robarme el bolso y dejarme en bragas.

14 de febrero de 2010

Tengo una debilidad

Ahora mismo me siento bien y rara vez me siento así de enérgica.

Acabo de estar hablando durante algo más de dos horas con Fran, con su novia asintiendo a su lado. Y he visto al hermano de Julián. No existen más motivos, estoy encantada y muy segura de lo que soy ahora mismo. Las personas más personas de todas cuantas conozco me quieren y me quieren bien. Debo estar tranquila.

(...)

Fran asiste como yo, asombrado, ante la fuga de Mario al capricho de turno de Belén. Me dice que ni Mario le ha avisado de su marcha ni ha sabido nada de él, como yo, y tampoco lo entiende. Tras más de dos horas conmigo Fran se va a follar con la novia y yo aquí, enérgica, suscribo lo que le oigo a mi padre, que no cambia el mundo, cambian las personas.

El hermano de Julián, cuando éste me llevaba subida en su bmx, se reía de nosotros porque él terminaba más rápido el recorrido de calles trazado montado en su sillín de sky anatómico supergigante. Fue por entonces, otra tarde, transportando al desnutrido atrás en mi bh cuando éste, sin querer, enredó su pierna izquierda entre los radios de mi rueda trasera y su cobi de vainilla nata y chocolate besó el cemento a las cinco de la tarde.

Unos años -no muchos- después el hermano de Julián y la hermana del desnutrido, la cual usaba top y hablaba en clave, hacían manitas que Julián no sabía bien cómo explicarme. Yo le mostraba a éste la polla récord y extremoduro en doble pletina y él me descubría los doritos y la hobbyconsolas. El cielo era azul claro y tardaba muchísimo en anochecer. En la vuelta de mi primer viaje a la playa, cuando me robaron todo el equipaje, la abuela de ambos se ocupó en abastecerme de bermudas y camisetas de algodón de la pasada expo.

A Julián no tardando mucho se le rompió la inocencia no sé bien dónde y me vino diciendo una noche que lo mejor para mi era separarnos, que me juntase con la Sandra y él con el hermano de ésta y que no hiciese preguntas. No las hice. Me las contesté todas juntas un par de treces de agosto después cuando, bajo una lluvia de estrellas, mis ojos cayeron en los de Angel que se encontraban clisados en los míos y la Sandra le dijo a éste lo que le tendría que haber dicho yo directamente. Tengo entendido que, por entonces, el hermano de Julián comenzó a tratar con mis propios hermanos, sobre todo con Pedro pero yo tenía bastante con saber que Angel estaba ahí para mí.

Al hermano de Julián parece ser que le ha gustado siempre mucho el campo en general y los pájaros en particular y, aunque en mis casi seis años de relación con Alberto se me obnubila todo recuerdo, sí visualizo alguna que otra verbena en la cual el hermano de Julián dice o canta algo gracioso y yo le remato. Es alguien muy auténtico y siempre he valorado mucho esto en las personas.

Hay una noche cumbre con el hermano de Julián en septiembre de dos mil siete. Esa noche yo estreno los zapatos más chulos y más dañinos que he tenido en mi vida y recuerdo reirme sin parar con la por entonces novia loca del amigo gay que toda mujer quisiera tener y recuerdo beber y hablar, muchísimo. Cerca de las cinco de la mañana a Angel no se le ocurre mejor cosa que intentar joderme la noche en la que le estoy ignorando. Me encuentro riéndome aquí, allí, y la que fuera mi compañera de habitación de internado me frena. Se me pone a hablar del amor y otros cuentos, la sigo la conversación y a su lado está su hermana apodada por otros como la gacela. Ambas conocen ya a Pablo, el cual camina hacia nosotras. Yo a Pablo todavía no le conozco pero camina hacia nosotras junto a Angel, que acabo de ver cómo se le une. A mi compañera de habitación de internado Angel la resulta muy guapo, como no podía ser de otra manera. Hablo con Angel varias intrascendencias y ella sabe que a mi éste me pone desde siempre por lo que, mientras él no escucha, la digo la verdad que es una lástima porque lo que tiene de guapo lo tiene de hermético. Mientras intento medir mis explicaciones ambas presenciamos cómo de una forma descarada y ruin Angel comienza a camelarse a la gacela apuntándola con su rifle y jijijí jajajá que ahora te agarro el brazo, que ahora te cojo la mano, que ahora te la suelto, que ahora Chafan se va a vomitar tras las cortinas del garito. Puedo tardar unos siete minutos en encontrar un chicle de menta en el interior de mi bolso antes de regresar al exterior. Angel está despidiéndose de la gacela en plan barrio sésamo o la reina sofía y la que fuera mi compañera de habitación de internado se lanza a mi retorciéndome al oído que menos mal que el guapo era hermético. Puedo llegar a beberme tres o cuatro copas más. No sé cuando entra el hermano de Julián en escena pero ahí está presente cuando son las siete de la mañana y yo menciono que no sé humanamente cómo echar a andar con los zapatos más chulos y más dañinos que he tenido en la vida. El hermano de Julián opta por acompañarme en el camino pues se trata de la misma dirección y jijijí jajajá. Caminamos hablando sin importancia pero me siento bien hablando. Su tono de voz es tremendamente sosegado, lo contrario a lo que apunta el tamaño de su cuerpo, es como un EaEa constante. Poco después ya estamos viendo al sol mañanero enfocándonos de frente y me dice que estaría hablando conmigo tres días seguidos, dice hasta luego a su abuelo que madrugó para comprar pan, y me dice seriamente y me lo repite que tengo que procurar no cambiar nunca. Yo reitero que no soy gran cosa y que sé que podría ser bastante mejor de lo que soy y él entonces me contesta que me viene observando desde hace tiempo y que, viva lo que viva, no tengo que permitir nunca el dejar de ser yo. Me dice también que lo que yo hago es muy difícil y que me admira por ello. Creo que se refiere a que yo nunca jamás falseo ni hago nada que no me salga, pero ante el miedo a decepcionarle no se lo pregunto. Si por Angel hubiese sido yo no hubiera pegado ojo en toda la puta noche.

Desde entonces, el hermano de Julián y yo hemos tenido dos, tres conversaciones de coincidencia pero mucho más impersonales. Hace unos meses le encontré en el facebook a través de Elfeo, nos hicimos amigüitos y me envió un mensaje privado de unas cinco líneas en mayúscula en las que decía algo así como que nunca se me olvidase dónde estamos y lo que somos. No supe el qué contestar.

El hermano de Julián vive en 4lcorcón, al igual que Pocholo. Éste último estuvo en el bar de Mario hace un par de semanas. Me habló en un tono de voz que bien pudiera ser el mismo que utiliza el hermano de Julián los catorce de febrero, me sonrió en todo momento a pesar de haberme deshecho de él en septiembre y me preguntó, asombrándome ante su sí escuchar, si ahora estoy residiendo en el pueblo. No le dediqué apenas tiempo ni tampoco a su niño de fin de semana, medio metro más alto, que me observaba desde el taburete. Me apresuré a reunirme con Mario para irnos a cenar fuera al capricho de Belén.

Esta noche, cuando entro con Fran y su novia al bar de un Mario que se ha ido sin nosotros, el hermano de Julián está en el punto exacto de la barra en el cual estuvo Angel vacilándome hace dos meses. Se encuentra cubateando con Elfeo y mi hermano Pedro y, mientras el primero de ellos me pregunta si no estaba yo en Barcelona, el hermano de Julián me hace una reverencia, me guiña un ojo y me masajea la espalda tras plantarme dos besos. No cambia el mundo, cambian las personas, sí, y hay quien te da la vida y hay quien, si puede, te la quita.

11 de febrero de 2010

Contamíname

Últimamente estoy escribiendo más de lo que debiera. No sé bien por qué lo hago, quizá para que no se me olvide lo gilipollas que soy ni la clase de personas afines con las que me junto.

Si yo estuviera viéndome con alguien, aunque fuese a escondidas, tendría ahora que estarme depilando, o llamando a alguien para contárselo, y no aquí escribiendo que no me interesa nadie.

Escribo cosas evidentes.

Angel se ha hecho una granja.

-aquí creo que no se pueden matar ciervos... vas a echar unas ovejas? jejejj
El 08 de febrero a las 23:53
-si,unas pocas para ordeñarlas
El 10 de febrero a las 19:47

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Tengo muy mala hostia y muchas ganas de matar a alguien en este preciso momento, no sé si se me nota o es necesario escribirlo. A quién matase sería lo de menos, seguro que sería a alguien que esté estorbando. Este país va peor que mal y la culpa la tenemos todos, mucho más que el presidente. Él por lo menos me regaló los cuatrocientos euros para que comprara el portátil desde el que estoy escribiendo.

La gente ahora presenta fanatismo por toda clase de señoras. Estas señoras suelen ser exactamente las mismas que se quedan sin plan los domingos, las mismas que ven la gerontología de las mañanas de la primera y te mandan callar si sale maria teresa campos, colapsan la seguridad social y se te cuelan en el mercadona oliendo a heno de pravia. Son como un puto ejemplo a seguir, no las quería nadie y ahora todos las adoran.

Como no sé si voy a ir yo sola, todavía no he mencionado que volveré a Catalunya. Allí el cielo a veces queda más bajo. Otras veces llueve y no puede una fumar agusto pero en fin, si el tiempo no lo impide y mi auto me transporta pasaré 6 días allí, 6.

8 de febrero de 2010

Entre los extremos siempre hay más espacio

Los negros son exactamente iguales a nosotros, los blancos, aunque ellos son bastante más oscuros de piel.

La diferencia es que nosotros, los blancos, no decimos que hemos visto a uno muy guapo, con los dientes blancos y con gafas. Decimos que vimos a un negro con gafas y punto.

Los negros son exactamente iguales a nosotros, los blancos. Les gusta que hacienda les devuelva en la declaración de la renta, como al blanco más pintado, y se tiran buenos pedos si comieron judías blancas. Se ríen cuando tiene mucha gracia y también eructan los muy cabrones.

Los negros huelen y trabajan igual que tú y que yo porque si no olieran ni trabajaran ya les hubieran gaseado a todos hace tiempo en lo más alto del Kilimanjaro, sitio que ninguno de nosotros pisará jamás. Los negros al Macho Lanú no lo conocen pero hacen bien en arroparse por la noche, como nosotros.

A los negros también les pitan los oídos cuando en otra parte se les nombra, por eso debe ser por lo que Ibrahim me ha despertado esta mañana llamándome por teléfono. No sé qué es lo que quiere. Si ya decidí hace casi un año no cogerle más el teléfono no voy a hacerlo ahora, un lunes a las diez de la mañana.

Soy una blanca con suerte. Mientras en el Africa subsahariana miles de sus congéneres mueren de desnutrición y malaria, yo voy aprovisionando con los ojos a todo negro con el que me cruzo de forma que terminan ofreciéndome el llevarme a la boca lo que tengan más a mano. La última demostración tuvo lugar en los baños del Black and White, con uno muy feo meneándosela para que le viera con los pantalones en los tobillos.

No soy quien para ponerme aquí a debatir las diferencias existentes entre las pollas blancas y las negras. A aquellas de nosotras, mujeres de mundo, que conseguimos nuestro primer orgasmo sin necesidad de polla alguna no nos interesan ese tipo de debates. Se los dejamos a los blancos de traje gris, con pocas tareas que hacer y muchas ganas de salir en la tele.

Cuando los chinos mandarines o los del congo belga muestren a la mujer multiorgásmica hecha realidad diaria, entonces ya habrá que debatir. Por el momento, así son las cosas y así es como yo he decidido contarlas.

5 de febrero de 2010

Volando voy, volando vengo

Este venga a fumar y estos casi dos años sin follar pueden llegar a hacer de mi cualquier cosa. Desconocía que yo tuviera tantas cosas en común con las alimañas.

Aun no habiéndole contestado al mensaje anterior, sigo recibiendo dedicatorias de Luis Alfredo

-Voy 1sitio a otro sin prefijar, dejo llvar x acontcimient, ayer m despedi de 1gente, hoy dejo otra, mañana llgaran nuevas, siendo sonrisa y 1abrazo lenguaje union. bs-

Su forma de actuar hizo que yo anoche me dedicase, mediante distintas averiguaciones y parámetros, a constatar fielmente que Angel en realidad no ha enviado a nadie ni una sola invitación de amiguismo. Una vez hube comprobado esto de forma certera, seguidamente estuve constatando cómo se ha ocupado en comentar a cada una de las tres personas que compartimos. Pensé, dudé y me aseguré, y sí, efectivamente, yo podría aparentar el haberle encontrado ahora y no antes.

Todo ello junto me ha hecho ceder ceder ceder y he terminado enviándole yo la invitación esta mediodía como quien no quiere la cosa y sin decir ni una palabra. Soy lo más rastrero que hay entre más de cuatro millones de desempleados. Tras una hora de reloj me ha aceptado. Todo sigue siendo tan triste como lo ha sido siempre pero ahora, al menos, puedo navegar sin la incomodidad de estos días.

Me siento estúpida y ni él ni nadie tienen responsabilidad en esto. Si yo ya sé que ni somos amigos ni lo parecemos no sé por qué me disgusto tanto. Qué ganas de sufrir. En cualquier caso, no quisiera ser ninguna otra persona. Y falseando estoy dejando atrás una parte auténtica de mi que ya no va a volver y no quiero presenciarlo.

No soy imbécil, no es el único incapaz de sostenerme la mirada, pero poco importa porque rodeándome de todos ellos estoy aprendiendo a mirar lo que no se ve y todos tan contentos. La confianza no se regala.

3 de febrero de 2010

Voy a cantar a la SGAE

Rompo incluso los contratos conmigo misma.

Estoy llorando y fumando más de la cuenta y he vuelto a su muro unas cuantas veces.

Sigo en plan pimpinela y ya no quiero verle.

Era mejor antes, cuando tampoco éramos amigos pero no lo sabía nadie.

Supongo que no es consciente del lazo que le tengo echado a la situación.

Es lo que tiene ser mujer.

Buena gana de mirar el reloj.

Ahora más que nunca el próximo encuentro promete.

El silencio dice cosas ininteligibles y así no se puede.

Gerontologizaré la noche.

1 de febrero de 2010

Dolor de muelas NOLEER

-Me voy mañana, recibe un beso casto en la frente de amigo, recibe un susurro calido de pretendiente.

¿por qué seré tan desgraciada (leánse los infortunios de la virtud)? ¿por qué un Hijo de puta de este calibre tiene que ir a poner sus depravadas ideas sobre mi cuerpo y, lo que es aún peor, sobre mi alma? ¿cómo alguien puede pretender procurarse un buen fin enviando semejante estupidez?

Luis Alfredo es un inepto entre otras muchas cosas y cree que escribir, aunque sea basura como esa, le hace más interesante a mis ojos. En su día le dije que me daba vergüenza ajena que se hubiera despedido de su mujer entregándola el cacho de cuartilla que acababa de mostrarme pero a oídos necios, palabras sordas. No me sirvió de nada decirle entonces que lo que escribía no era bueno y que ni siquiera estaba bien escrito. Tampoco que a ese ruso del que me hablaba y a ése otro también se les pondría bien dura leyendo lo que escribe uno solo de mis pezones. No le he contestado ni pienso contestarle y me muero de la pena puesto que éste pudiera ser el modus operandi de Angel cuando recibe sms míos.

Pensar

¿pero y este castigo? ¿cómo puede ser tan sumamente imbécil y no darse cuenta?

Esta sensación no es la primera vez que la tengo (léanse -tengo polla moy larrgo) yo entonces no contestaba por lo mismo, por vergüenza ajena, y es una tristeza inmensa. Pero bueno, seamos prácticos, hay vida más allá del cielo y aunque con Él me siga yendo como el culo tengo uno propio para moverlo por ahí y media vida por delante. Es una vida que no me interesa ahora para nada pero está ahí para vivirla, por algo no hay nada más triste que aquello que no se vive. Internet pasa ahora por ser, días en pueblo mediante, un sitio más para no hablarNos y punto.

-Puede ser que ésta no sea la mi última postura

¿para qué vamos a ser amigos y hablar? ¿quiero yo hablar? yo quiero morderLe el labio o revolcarme con Él por el suelo pero ser amigos de hablar ¿para qué, para que me eche mentiras? que se las eche a sus amigas puto acomplejao de mierda.

Tengo que mantener la calma y hacerme cargo de esta realidad. Me sugiere que lo ajunte una puta máquina, Él no ha hecho intención. No pienso aceptar la sugerencia, tengo que serenarme y no soñar con la página de inicio y 3 amigos en común y no te rías Hijo de puta. La fase que me vendrá ahora me la sé, basta ser que no me Le quiera encontrar para que en todos sitios se halle y la diferencia más grande con entonces es que ahora no tengo en quién sostenerme. Se me repiten constantemente sus ojos de hace escasamente un mes diciéndome que Él también me había leído.

-Todo el mundo miente por algún motivo o propósito

¿cuál será el Suyo, quitarme meses de vida, años? ¿por qué ese afán en aparentar ser siete veces más chulo? ¿seré capaz de no volver a repasar su muro?

Esta no parece ser una noche de hacerse preguntas, no hay un dios que las conteste. Lo veo todo tan ajeno que pareciera que estoy en un fuera de cobertura permanente. Ahora la sensación que tengo es de haberlo escrito todo ya cuarenta veces.