28 de marzo de 2012

Me declaro insuficiente

Algún día cuando la buena suerte salga a mi encuentro, montaré ésta a lomos de mi esperanza y ya nunca más volveré a lamentarme.

Estas últimas semanas he percibido que cuento con más gilipollas alrededor de lo que pensaba. Tendré que alejarme de estas personas o simular que son las mejores, aunque lo segundo supone un esfuerzo que no estoy dispuesta a realizar. Menos mal que sigo teniendo a César a mi lado, vino a verme hace un par de semanas y ni siquiera lo mencioné. No tiene dinero para comprar el espejo retrovisor del coche que no dejan de romperle, pero sí lo tuvo para cogerse un ave. Aunque no le merezco no pienso dejar que se aleje.

Sigo procurando no saltar allí donde no me llaman y cuando estoy fregando una sartén y me revolotea algún pensamiento angelical digo bajito aléjate de mí cobarde de mierda ¿cuántas mentiras crees que puedes echarme sin que me de cuenta?. Después de escucharme decir esto se me caen un par de lágrimas, pero ya soy capaz de decirlo con todas las letras. Sin pretenderlo ya estamos terminando el mes de marzo, por lo que este verano sí puede ser el de no querer verle.

El ministerio de educación que todavía existe, tras diversas alegaciones por mi parte y varias llamadas de teléfono desde la consejería de Córdoba reclamándome papeles, finalmente me ha negado la beca que solicité así que me ha jodido mis posibles vacaciones en Barbate y me ha quitado también las ganas de reírme de javier arenas. Siendo yerno del rey, presidente de la comunidad valenciana o máximo accionista de Banesto, puedes llenar tus bolsillos de billetes sin desmerecer, pero si eres un parásito social a secas todo el peso de la ley puede caer sobre ti cuando menos lo esperas.

Para colmo, he tenido que abandonar las clases de árabe porque mi horario de prácticas se mueve más que el euribor. Puedo leer los carteles que portan los manifestantes en las calles de Siria y, a no ser que hayan escrito Damasco o fuego o Israel, no sé lo que dicen y ahora ya sé que tardaré en saberlo. Basta que me guste una cosa para que ésta no tenga continuidad en el tiempo y lo que siento al respecto se llama hartura.

Pensar que dentro de poco estaré de nuevo en Madrid buscando compañer@s de piso de los normales que echan mentiras, me ha quitado el apetito. Y encontrar en internet estudios habitables e individuales en Lavapiés y alrededores con precios de alquiler que al principio no podré costearme, me aboca a la idea de la huelga de hambre.

24 de marzo de 2012

La vereda de la puerta de atrás

Me digo a mí misma una y otra vez que debo olvidarme de este asunto y que ya basta. No consigo gran cosa pero tampoco dejo de preguntarme. A veces le imagino con miedo y me maldigo, otras veces estoy a punto de odiarle y hago lo mismo. Todas y cada una de las veces en que hemos estado juntos las tengo grabadas en mi memoria y sólo con pensar que no le importo me entran sudores fríos y ganas de vomitar.

Tener que aceptarlo me supone la mayor escalera que he tenido que subir en la vida tras la pérdida de mi madre. Tan sólo he subido dos escalones, el de que es lo que haces y el de enfermeria. Debería ir subiendo hasta el primer rellano que me permita sacar la cabeza fuera de esta construcción de ideas, pero me quedo ahí en el segundo escalón y si amago con alzar un pie se me queda la cabeza atrás. Si no supiera que se espera más de mí, me importaría poco retroceder y abrir de nuevo la puerta que acabo de cerrar.

Estática como estoy y aún inmersa en la ley del mínimo esfuerzo ya he perdido la cuenta de los días que llevo sin saltar el muro, si no lo escribo no lo creo. Y hoy me pinté las uñas de nuevo antes de verlas despostilladas y me compré ropita, se trata de grandes avances. Sólo me falta montar en bicicleta y ducharme a diario para llegar a sentirme completamente digna.

Por más que me dedique aquí a escribir los le dije y los me dijo, nadie parece dispuesto a desarrollar posibilidades ni a ponerse en mi piel o en la suya planteando hipótesis. Yo solita volví a entrar en esta historia, metiéndole en mi coche la víspera de su 25 cumpleaños con la intención de echarle el polvo que mi renovada condición de soltera necesitaba, y yo solita deberé salir dejando por imposible mi deseo y sin nada ya que reprocharme.

Bien es claro que cerca no me quiere pero tampoco entiendo por qué me besaba el ombligo con tanta dedicación, para qué me cogería en sus brazos dándome vueltas con esa fuerza o por qué nos habremos revolcado por el suelo más de una docena de veces entre besos y abrazos con semejante intensidad en este siglo y en el pasado. Quiero dejar de hacerme preguntas al no encontrar respuestas ni razonables ni convincentes, quiero dejar de hacerlo ya.

Nunca jamás nadie me postergó tanto ni tantas veces ni me echó tantas mentiras ni me dio tanta pena. No conozco a ningún otro que después de desnudarme no haya procurado repetir y nunca me observó alguien tanto ni tan detenidamente cuando podría estarme follando cada noche sin compasión. Tanto de tanto a la mierda.

21 de marzo de 2012

En el reino de Cretinia

A nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones.

Podría haberlo dicho cualquier palestin@ esta misma tarde, pero ya lo dijo antes Buenaventura Durruti en 1936. En días como hoy me pregunto a dónde vamos a llegar si hace casi exactamente un año que la OTAN dejó Libia hecha un solar y, aún así, los griegos entre huelga y huelga general siguen pagando a 1,8 el litro de combustible. Me pregunto también si la próxima coronación de Guillermo Arturo Felipe Luis, caballero de la orden de la Jarretera, nos llevará a hablar inglés en la intimidad. Quizá lleguemos pronto a conocer fotos y sangre de la guerra de Siria al repetirse cada noche la entrega de armas a los sicarios de ese país. Tal vez revienten antes o después de los juegos olímpicos miles de cachos de personas en las inmediaciones del Támesis y culpen a algún culero marroquí y, aún así, continuaremos entrando y saliendo de la historia como Messi por el área.

En días como hoy me molesta mucho que en los kioskos ofrezcan público como algo distinto y que desde este puto país se contribuya a distribuir una imagen falsa de Hugo Chávez o Rafael Correa mientras se sigue escuchando a felipe gonzalez cuyas criminales ideas deberían estar entre rejas. Me pregunto si la próxima visita de Benedicto XVI, otrora nazi, a Cuba aparecerá por telecinco. La anterior visita papal estuvo acompañada por una súplica de retirada del bloqueo financiero y económico que sufre la isla por parte de EEUU. Lo pidió el mismo papa en latín y en castellano durante largo rato, mientras en este puto país nos pasaban anuncios de sin tetas no hay paraíso. Me pregunto si conseguiré pisar la plaza de la Revolución en La Habana por mis propios méritos o si terminaré haciendo este viaje con mi hermana que pretende invitarme.

Dónde se va la capacidad de razonar y la inteligencia de todas aquellas personas que viven engañadas. Me pregunto si se van al mismo sitio de los amores imposibles, allá al cuerpo calloso. Me pregunto también cómo es posible que tengamos tan poca memoria y qué pensarán mientras cantan lo llaman democracia y no lo es. Para los estudiantes llueven ostias policiales tanto en Santiago de Chile como en Valencia, mientras las universitarias iraníes escogen el espanyol como segunda lengua porque les hacemos gracia. Mientras nieva en Majadahonda yo apuro mi cerveza, con, al sol en Córdoba y como no tengo wasap ya nadie me escribe sms ni con ni sin faltas de ortografía. Éranse personas pegadas a un teléfono y me pregunto si el dosímetro también estará llevando la cuenta de los porros que me fumo.

Por momentos deseo que todo estalle, sin que este pensamiento conlleve la muerte de nadie. Y hablando de esperanza aguirre entiendo que, con la aprobación de la ley escoba, ya sólo le falta montarse en una y echar a volar. Me gustaría que ella estuviera muy muy muy muy muy muy muy muy muy lejos y nosotros todos muy juntitos los unos a los otros. Me gustaría que la gente levantara barricadas para luchar contra los malos y que nosotros, los buenos, ganásemos siempre. Me gustaría que después de todo logro hiciésemos un festín y atásemos a sergio ramos al árbol para que no rompiese la armonía. Quisiera que todos abriesen sus oídos para escuchar a calle 13 cantarle a Latinoamérica, que Andrés Iniesta dejase de hacer anuncios estúpidos y que el vino de sus bodegas no se suba a la cabeza.

Desde que Piqué sale y entra en Shakira algunas cosas han cambiado. Sigue habiendo más de cincuenta millones de estadounidenses sin seguro médico alguno, pero las gitanas que vinieron de Rumanía a este puto país ahora tienen que compartir el contenido de los contenedores de basura con gentes que bien pueden ser onubenses o pacenses que se instalaron en Barcelona cuando estaba el del bigote y España iba bien y se hablaba catalán en la intimidad. Desde que sacaron a la Shakira de la jaula los acontecimientos se precipitan unos encima de los otros y no habían salido sus pezuñas de Afganistán y ya estaban pastando en Libia. Los suecos se hacen los suecos y nos miran a nosotros de reojo, con nuestros euros, y comprueban cómo unos tienen todo (incluyánse alemanes muy contentos de exportar holocaustos) y otros sólo ganas de agacharse a recoger 5 céntimos.

18 de marzo de 2012

Su corazón es indomable y no me quiere

Sé que tengo que procurar no pensar, pero no hago otra cosa. Y sé que no debo acordarme de él y sin embargo no se me olvida. Por lo demás paso los días con cambios de humor, fumando porros y masturbándome.

Hace unos días que no visito el único muro que él me tiene permitido saltar y por no visitarlo ni tener ganas de ello me siento bien conmigo misma. Siempre llega el momento en mi casi permanente rosario de recuerdos en que termino comprobando una paciencia nunca antes vista en mí y eso me hace sonreír. Espero anhelante el día en que compruebe que he dejado de hacerme preguntas pensándole, confío en que sea pronto.

No hace mucho tiempo pensaba que tras el cansancio y la tristeza vendría época de aburrimiento. Me equivocaba. Me he instalado en la búsqueda de la prosperidad más pronto de lo que preveía, quizá el mismo cansancio condujo a que así sea. En todo caso, soy capaz de ver quién es el que más pierde de los dos con esta nueva distancia y no soy yo.

Yo he perdido algunas cosas por el camino, sobre todo las ganas de acostarme con otros. Él se pierde a la mujer que me habita y que guarda todo el amor del mundo. No pierdo gran cosa excepto tiempo y no me arrepiento de nada. Es sumamente difícil que en su vida sea capaz de encontrar a alguien que le quiera más que yo, aunque siempre he considerado con conocimiento de causa que esta frase no debe pronunciarse.

Tengo mucho amor primaveral en las ojeras y mucho tiempo por delante. Entiendo por mi ritual bíblico característico que ahora debo seguir cumpliendo el mandamiento No saltarás el muro. Sé que no me quiere cerca desde que me destituyó de mi cargo de loquefuerasuyo ayudándose de las dos manos en la nochebuena de 1998, no tengo miedo de este infierno. El fuego eterno es algo distinto y supongo que inevitable.

El fuego es lo más jodido, sí. No se apaga, me quema los ojos aunque no me quiere y punto. Estoy cansada, quiere distancia y puedo dársela. Sé que tengo que procurar no pensar, pero no hago otra cosa. Y sé que no debo acordarme de él y sin embargo no se me olvida. Por lo demás paso los días con cambios de humor, fumando porros y masturbándome.

6 de marzo de 2012

Tiro una piedra al aire y al que le dé que me perdone

Acabo de tener una conversación con Ángel que ha durado escasamente treinta y nueve minutos. Una puta mierda que ha caído en el más profundo vacío de silencio diez minutos antes de la media noche. Desde el preciso momento de su despedida una tristeza hueca me inunda. Le he saludado yo, de lo contrario seguramente no habríamos hablado. Ya no me duele nada, pero me ha dejado una sensación de pérdida de tiempo que todavía no sé bien cómo enfocar.

Yo me pregunto si realmente es un enfermo mental o se trate tal vez de enajenación transitoria, intento de daño gratuito o quizá amnesia temporal. Sea lo que sea es una locura. Es posible que nos hayamos vuelto todos locos acaso no lo estemos desde siempre. Puede que quizás solo esté enamorada de un gilipollas del montón. También puede que esté hecho a imagen y semejanza de mí misma.

Él me pregunta y tu que tal por cordoba, también y tu como te va el curso y luego, desde una altura considerable de supuesta indiferencia, deja caer la bomba, reventando toda mi realidad con que es lo que haces enfermeria. Enajenación transitoria, intento de daño gratuito, amnesia temporal. No lo tengo claro puesto que ahora además aboga por salir de fiesta y alaba el que se haya terminado la temporada de caza. Yo he mantenido el silencio por respuesta laboral durante más de tres minutos y me he cagado en sus muelas después preguntándole y tú te quedaste pegao a un cable estas navidades o qué? Me dice haber estado muy ocupado haciendo una chapuza en el pueblo de Alberto y de su padre, se resigna él solito ante quienes no le pagan y diez minutos antes de la medianoche desaparece con un solo beso y sin guapa siquiera.


Me siento sumamente estúpida y lo de eres un gilipollas y aléjate de mí lo he pospuesto para mejor ocasión. Aunque es posible que a partir de ahora nos veamos poco, mal o nunca. Me da cierta lástima leer y reconocer sus mentiras, pero es más grande el cansancio. Quiere distancia y la tendrá toda. No puedo fiarme de alguien así. Es probable que no lleguemos a acercarnos nunca más, con lo lejos que me ha puesto quizá ni nos crucemos. No siento gran cosa y esto me resulta increíble. No tengo ganas de llorar y mucho menos de reírme, menos mal que tengo rica marihuana y ganas de fumar.