29 de enero de 2009

Lo que necesitas es amor

El Sergi y yo nos veremos las caras de nuevo.

Desde la última vez que hablamos por msn, allá por entonces, me ha llamado unas cuantas veces al móvil. No se lo he cogido nunca porque necesitaba yo tiempo para no sé qué y es que aquí agarro yo al tiempo por los huevos porque, a pesar de no conocer varón desde junio, (escalofrío), no tengo prisa yo ahora. Ninguna prisa.

Le envié un mensaje el miércoles al hotmail, básicamente porque aceptó mi invitación al tuenti y después desapareció de allí sin más, no pude presumir de que me ajuntase un guapo ni dos días siquiera y en el tuenti yo le necesito. Se borró sin avisar y, realmente, me divertía la idea que se hubiera enfadado conmigo o algo, pero no, no ha desaparecido para siempre, sólamente se ha esfumado del tuenti que es donde más duele.

Ha vuelto a llamarme hoy, y yo he vuelto a no cogérselo porque me da pereza, y entonces ha reaparecido luego en el msn contándome sus proyectos de ahora, que le va bien y yo me alegro, y enseguida ha vuelto con sus prisas -porque eso son prisas- de que hay que tomarse unos cubatas, una cocacola, una fanta naranja o un colacao y no sé qué es lo que dice, pero ya está ahí de nuevo con lo mismo, y es el Sergi y es guapo, y me ha vuelto a dar su número de móvil porque se supone que yo lo he perdido y se supone que ahora ya lo he apuntado. Son unos hijos de puta los robamóviles, sí. Y yo no miento nunca: es guapo.

El domingo nos veremos porque los domingos suelen ser más bien jodidos y yo soy quien elige cuándo y dónde y de qué manera. No sé qué haré por lo que, si aparece tan guapo y tan amable, puede que me lo enrolle o puede que no, depende de cómo me encuentre, no me apetece pensar. Aunque sí pienso que no sé a qué se debe tanto ímpetu por volver a vernos, espero que no sea para pedirme dinero.

28 de enero de 2009

la oscuridad se cierne sobre mí

Me cago las patas abajo.

Me da mucho miedo, pero mucho, el dolor ese cuando me da, allá, en lo más hondo de vete a saber dónde, ahí, justo en mi costado izquierdo, un poco más abajo del bombeo que me hace respirar_le. En ese dolor, en su centro, se me hace un agujero, ahí, que acaba siendo el mismo centro de todo mi ser y que me hace retorcerme de miedo y de angustia, a partes iguales. Es como si viniera todo el dolor junto en todas sus vertientes y se me instalase en la base del estómago. No sé explicarlo mejor, aunque no se me olvida.

Unos dicen que tenemos alma y otros que no. A mí me da igual lo que dicen al respecto, yo creo que sí que la tengo porque a mí me duele, es justo de ahí de donde llega el dolor, estoy segura que lo que me duele es el alma, no se puede tratar de un puto músculo al que yo pueda dar nombre y, es más, creo que de alma estamos hechos todos, unos mejor y otros peor, y no veo yo probable que puedan venderse, entregarse las almas así como así. Y esto es así porque así lo vivo y en las cosas abstractas, como es el caso, cada uno puede pensar y vivir lo que le de la gana.

-ay, dios mío
-sí

Lo que a mi me acojona es que mi alma se componga -otra vez más- de eso, que se me mueva por dentro el dolor a su antojo y que vuelva a encontrarme como entonces. Tengo auténtico pánico a llegar a revomitar el alma en cualquier acera. Prefiero morir trabajando este viernes o al siguiente. Me da miedo que de tanto dolor como he llegado a sentir, de repetirse ahora, se me rompa algo por dentro y entonces a ver quién entra después, ahí, a arreglarlo. Huyo, si no me paraliza el miedo, en cuanto intuyo que va a doler y no salgo corriendo por no llamar la atención, no por falta de ganas.

Tengo miedo al dolor, sí, a ese dolor, a ese miedo; me acojono y no soy capaz de nombrarlo siquiera, no sé ni cómo se llama (si tiene nombre) de todo lo que me abarca el hijo de puta y creo, en definitiva, que me duele el alma, y es que más hondo no me puede doler cuando lo hace. Si de algo tengo miedo en esta vida es de que vuelva a dolerme.

Yo, entonces, entiendo que estoy hecha de esos momentos en los que dolió, de acojones puntuales aquí y allá, y de mientras tantos como si nada. Flipo y procuro, por mi cuenta, que no se entere ni dios de que tengo miedo y, aparentemente, aquí conmigo la gente se piensa que nunca hay miedo alguno, de ninguna clase y a ninguna especie, yo me muevo por doquier tan feliz, sin dolor visible y pretendiendo ignorar, como buenamente puedo, que le tengo ahí bien asentado y que, de vez en cuando, me jode.

El ser consciente, que ese miedo me impide continuar al traer el dolor detrás, es el mejor punto de referencia para comenzar a superarlo y he de hacerlo, por la cuenta que me tiene. Quizá por esto me he decidido a narrarlo aquí, porque estoy en ello.

26 de enero de 2009

enREDada

Me he hecho un tuenti y tengo 9 amigos.

Ahora que estoy más cerca de los 35 que de los 20, (dolor), me he metido en el tuenti. Allá todo es una mentira, aunque los perfiles sean los de nombre y apellido y las fotos mal enfocadas sean de noches reales de fiesta y risa. Es una mentira. Sé que yo amigos, lo que se dice amigos, tengo 3.

Fran, me dio la bienvenida, estrenando mi tablón de sociabilidaz y diciéndome que me quiere porque hago méritos para ello. Tiene 102 amigos y cara de orgasmo perpétuo, según él, en la única foto en la que salimos los dos sólos.

Creo que mi mundo reducido de 9 amigos se me queda pequeño y no hago nada por remediarlo, es más, me da sueño. El sábado, de madrugada, se produjeron silencios continuados de los que, de tan largos, se arrancaba diciendo lo de qué conversación más profunda y a mí se me abría la boca literalmente. La gente, entiendo, estarían unos follando y otros viendo la tele.

En el momento, mientras estaba allí, hice cálculos subconscientes, rápidos, y pensé que esos silencios se debían a que con Bea ya, al parecer, está todo hablado y respecto a Mario, tras quince días sin vernos, no parece que tengamos nada que contarnos. Es triste pero no me quita el sueño, y es que me harté de dar de dar de dar, que le jodan al mundo.

Antes yo era de 34 amigos, o de 45, y esos silencios no los vivía. Antes no había silencios ni dejadez, por mi parte, porque yo entonces era lo más pardillo que se ha visto moverse, mi ilusión iba repartiéndose por esas calles y ya no. Ahora, he llegado a un punto en que el resto de personas me dan igual, incluso muchas de ellas me dan desconfianza, de ahí que en el tuenti de nombre y apellidos me aparezcan 9.

El mejor porro de la noche me lo fumé horas después, estando sóla, con el cielo hasta arriba de estrellas, hablando conmigo misma.

16 de enero de 2009

Alegría de vivir

Estoy que no salgo de mi asombro. Bien,
.
Desde hace algún tiempo mis noches se extienden hasta las dos, las tres de la mañana. No hay sueño y son muchas las vueltas que da mi cabeza por lo que permanezco hasta esas horas despierta y enredando, por decirlo de alguna manera.
.
Anoche no podía más de agotamiento y no pensé una mierda ni me entretuve. A la una, como me encontraba más sola que ésta, decidí dormir y eso hice en cuestión de minutos. Como la ley de murphy existe para joderme la vida y para sorprenderme de cuando en cuando, me remito a los hechos:
.
02:07
-(espacio en blanco sin sentido y muuuy largo) ch Hasta h n m a llegad el mensaje,pero solo s de ti cuand pierde el atleti .-
.
Habría que matarle, lo sé, pero es que yo le quiero.
.
Me despierto a las 07:46 con el mismo puto sonido en el móvil de todos los días laborables (sigo sin despertador) y antes de apagarlo atisbo que hay un sobrecito con un mensaje. Según me lo leo, me pellizco entre risas en un brazo por si en realidad estuviera soñando pero no.
.
Llego al trabajo con diez minutos de retraso y con toda la tontería instalada aún en mi cara. Frente a esta misma pantalla escribo en un possit amarillo mi contestación, que después tacho y modifico pues tengo la sensación que no iba a comprender mi ¿ironía?. Le decía -literalmente- que no me culpara, que ya le tengo dicho que las 15 o 20 veces que él me ha llamado no pude cogérselo.
.
Antes de proceder a mi envío verdadero hago un repaso, mental y frontal, en el que recuerdo el pasaje de este verano dónde él me dijo tan campante aquello de "yo ejj que no sé qué decir y por eso nunca contesto" "te lo puede decir quien sea, que no contesto nunca, es verdad" y recuerdo también algo más allá (en el tiempo) a su hermana, sonsacándome información que me negué a darla y diciéndome algo parecido a "si mi hermano llama por teléfono o manda un mensaje es para darse con un canto en los dientes, es muy díficil que pase eso, nunca llama ni nada, es muy raro".
.
Y entonces, mientras le escribo, reboso felicidad genuina y me congratulo de que a las 02:07 estaba el señor don gato enviándome a mí un mensaje de los que nunca envía. Un mensaje mintiéndome y reprochándome, sí, pero un mensaje al fin y al cabo, con sus enigmáticos dobles espacios y su silencio inicial y a las dos de la noche de un jueves así que yo a lo mío, que debe ser la simpatía y el dicharacherismo.
.
09:28
-Uy pero k perro! Haz el favor d no echar balones fuera (me parto) y deja de acusarme k cuando ganeis la champions si hace falta te pago una mariscada y todo-
.
No sé si quizá estaba borracho, y eso justifica su envío, o cuál era su propósito pero yo he conseguido bastante más de lo que esperaba, que era cero. Esto es, por lo menos un 6'5, un bien alto de toda la vida.
.
Soy mucho más feliz de lo que tenía pensado serlo hoy. Hijo de puta, qué cosas tiene.

15 de enero de 2009

Con que vengan los camellos

El martes 13, por la noche, vinieron los reyes para mí en casa de César.
..
En mi casa no habían dejado nada para nadie, ni siquiera para mis sobrinas aunque, eso sí, para mí dejaron un mp4 mega rebajado porque sabían que el anterior, mi mp3, se lo llevó en mi bolso esa hija de puta y que, desde entonces, me he negado a comprar otro.
.
Los reyes siempre son buenos conmigo a pesar de lo mal que yo me porto (cada vez que me parece), y de no creer en ellos.
.
La cartera/billetera, que me han traído en casa de César, es igual que la negra suya que tanto me gustó, siendo ésta mía de color rojo puta. Me encanta. Por otra parte, ahora transito a diario con el mp4 encendido y es como si, de este modo, la gente me provocase mucha menos repugnancia, incluso a ratos se me olvida que están por ahí alrededor.

César me había exigido, prácticamente, que me pasase por su casa a la salida de mi trabajo, no me dio ningún tipo de explicación por lo que en el trayecto de metro fui barajando distintas posibilidades para este llamamiento repentino. Como no nos hemos visto durante el fin de semana pensé que, o bien habría ocurrido algo importante y entonces querría cambiar pareceres conmigo, o bien se habría hecho tan evidente mi desidia que veía necesario hablarlo... No hablamos luego nada de esto, por supuesto, a pesar de que me había dado tiempo a pensar en todo menos en baltasar.

La mayoría de las veces que pienso no sé para qué lo hago y, tal y como dije, anoche tras el partit le envié un mensaje a Angel, suavecito, aunque no sé para qué lo hago, tampoco, porque ya sabía yo que no contestaría.

-Ángel, ké pasa, ké tal? visto aquest partit ya puede el atleti ir asegurándose puesto de uefa porke otra cosa no va a pillar... espero ke te vaya todo bien si es ke no le estoy hablando al aire, cuidate, 1beso-

Bueno, básicamente, todo consiste en quedarme más agusto, soy así de egoísta. Primero porque no dejo de pensarle, sin saber si está vivo o está muerto (por dentro y por fuera), lo que ya de por sí conlleva un desasosiego, y dándole señales de vida apacible me quedo más conforme. Y segundo porque yo he de dedicarme a repartir simpatía, porque lo que pretendo es acercarlo, aunque en joder, incordiar, insultar y en rayarle la cabeza también he pensado al enviárselo.

Y, pensando y pensando, me da por pensar en el ángel, en éste no, pienso en el otro, en el poeta que se murió el año pasado, y que dijo algo así como,

-y mañana será otro día tranquilo, un día como hoy, jueves o martes, cualquier cosa y no eso que esperamos, aún, todavía, siempre-

y ese aún y ese todavía, siempre me llevan al mismo habitáculo, del que quizá nunca tuve que haber salido, y entonces recuerdo su incienso y su mirra. El oro, oro, lo que se dice oro lo hubo pero de lo que cagó el moro, y cincuenta céntimos que aparecieron y desaparecieron ante mi vista en un abrir y cerrar de puerta.

Como sé que yo suelo portarme regular nada más, lo que tenga que ser, que sea cualquier cosa menos indiferencia. Si su actitud es la que es (después) realmente no me importa que sea tan desagradable y no conteste. La indiferencia que me jode creo que, por el momento, no la rozo.

13 de enero de 2009

El corazón apagado o fuera de cobertura

-hola guapa quetal todo estoy con gana-

Eso es todo lo que Ibrahim tiene que decirme. No sé si es gana de verme, o de follar, de salir del trabajo, de ser blanco o yo no sé.
.
Eso, después de no contestarle unas quince llamadas acumuladas en mi móvil y no contestarle a ni un sólo mensaje desde hace semanas.

Yo no le respondo mensajes a él y tampoco Angel me los responde a mí. Me siento rara.
.
Estoy con gana de escribir.
.
Entiendo (o quiero entender) que esto, del no responder, puede deberse a distintos motivos.
.
Mi motivo lo tengo claro, no me interesa y no contesto. Por lo tanto a mí no se me ocurre (hipotéticamente) encontrarme con Ibrahim por la calle y acudir a saludarlo, encantada de la vida, como si todo estuviese en su sitio y todo fuese lógico y normal. Sin embargo Ángel no responde mis mensajes pero sí ha reaccionado, luego, de esa manera un par de veces. (una y dos)
.
Entiendo (o quiero entender), en definitiva, que no se trata del mismo motivo.
.
Solo espero que a Ibrahim no le retumben en la cabeza sus conversaciones conmigo como me pasa a mí con la única puta vez, en esta vida, que Angel me ha llamado por teléfono.
.
-chafan??
-siiiiiiiiii
-no será el marrakeshhh? (yo pienso si es que acaso no pudo preguntármelo mediante sms porque dudaba de cómo se escribía / ni buenas tardes ni hostias)
-cóOoOoOmo?
-que si no será el Marrakeshhhshshhs
.
Creo que mojé. Una de mis palabras favoritas en sus labios. Lástima que no nos vayamos a cruzar jamás con un tigre de bengala.
.
-yo quiero encender una bengngngngala-
.
El caso es que yo también estoy con gana, y ante la eliminación del atleti en la copa a pies del barça (porque así ha de ser y así ha de producirse), le enviaré el miércoles a Angel el correspondiente mensaje sin ánimo de respuesta ni de acrituz.
.
Estoy segura que yo he pensado más que él en el mensaje que no le envié la otra noche.
.
También creo que no le envié nada sólo por joder. Y le enviaré el próximo, sólo por joder, también. Si es que soy mala, mala malísima, sobre todo por no tener ni puta idea de lo que es mejor hacer así que acabaré haciendo, lo de siempre, lo que me dé la real gana y como estoy con gana, escribo aquí y envío mensajes allá.
.
A cuál, de las dos, tarea más absurda.
.
Pero qué puta pena, joder, no vuelvo a escribir en estas condiciones.

8 de enero de 2009

Por qué caga el burro un cuadro teniendo el culo redondo

Hay días, como hoy, en que odio a todo el mundo irremediablemente. Les odio.

No sé si, tal vez, esto consiste en que la noche antes sólo he dormido tres horas escasas pero el odio sale desde lo más hondo de mí y entonces pienso que son tod@s unos hijos de puta, feos hasta decir basta, y espero que sus ojos reposen en mí lo estrictamente necesario para no chocarse conmigo.

El mundo está lleno de miseria y de gente fea, al menos el mundo que me rodea. Pienso que hay quien roza lo horrendo, lo esperpéntico, lo dantesco, y considero que habría que matarlos a todos ellos, por feos, y si me dejan yo misma los mataría a golpes, y estudiaría su comportamiento para que de ese modo no volviesen a repetirse. Les odio en la vertiente más drástica en la que soy capaz de odiar. No es que yo me considere la sirenita pero esta fealdad, a la que me refiero, traspasa los cánones de la belleza, es algo que se suda o no sé, todo lo impregna. Feos de mierda.

Y verlos todavía tiene un pase porque bueno, al fin y al cabo, así no me choco, pero oírlos es, por momentos, insoportable. Escupen por su boca improperios, injusticias, mezquindades y aberraciones tales que justifican mi deseo de saberles muertos.

La gente fea se entiende y se comprende con gente parecida o aún más fea, ríen, bailan, quedan para comer o follar entre ellos e incluso tienen hijos repletos de fealdad. El mundo parece estar hecho a su medida, se mueven como peces en el agua, llegando a creerse guapos o con derecho a la vida de feos que les ha tocado vivir. Algunos de ellos, increíblemente, se esfuerzan en su atuendo para repugnar a aquellos -los menos- que no tenemos cabida en su fea vida.

¿Con qué ánimo se levantarán por la mañana? ¿se mirarán realmente al espejo, sí? Me pregunto si, desde ya temprano, maquinarán la forma y manera de engañar al resto desde la fealdad más extrema. Qué pensarán esas madres, no tan feas, al verlos desarrollarse, ¿se sentirán realmente orgullosas de traer feos así al mundo? ¿para cuándo gente distinta en el telediario? ¿y en las colas del paro?

Cuántos feos no habría, en las torres gemelas, arrodillados y descalzos en su llegada a la meca año sí año también, honorables en los distintos departamentos de la onu o ugt, en todas las portadas del cuore, en la cola del autobús y el mercadona, posando ante el arco del triunfo esta mañana, ayer, o ahora mismo en cualquier lugar utilizando su tarjeta de crédito. Sinceramente, pegas una patada a una piedra y aparecen quince o veinte feos.

Uno de ellos, el jefe del trabajo que produzco, no entiendo cómo puede seguir viviendo a pesar de lo feo que es, no sé qué es lo que espera de la vida tan fea que lleva o de lo feas que son sus hijas. Esta mañana le odié también un poco, por feo y por jefe, en ese orden. Es feo hasta aquello que no hace.

También me pregunto si otro día, que duerma mejor, lo veré todo con mejores ojos y si me deleitaré con la mirada curiosa de los demás, si apreciaré la belleza en otros cuerpos y me alegraré de haber nacido para verlo. Pienso en si llegará el día en que esa belleza llenará las bibliotecas y vaciará los gimnasios y las oficinas, aunque lo dudo, en el fondo sé que todo es un gran montón de mierda de la fea, de la que huele, ¿qué sabor tendrá?

Qué tarde más mala y qué preguntas más difíciles, parece esto un puto examen.

6 de enero de 2009

y qué sabemos

Los reyes son los padres, lo sé desde hace tiempo. Y el color morado representa el dolor, esto lo supe justamente anoche requeteviendo Te doy mis ojos.
.
Vuelvo, de nuevo pues, al rojo sangre, aunque sigue sin interesarme una puta mierda lo que ocurre a mi alrededor y me siento absurda al no saber contar lo que me pasa.
.
Fumo y vivo lo suficiente como para tridimensionar todos y cada uno de mis movimientos pero, a su vez, dejo mi estado de ánimo dentro de este desbarajuste.

Ibrahim la otra noche me dejó un mensaje en el buzón de voz pero yo no entiendo ni una palabra de lo que dice y sólo pienso en que musulmán, por lo que se ve, no debe ser porque esa gente no celebra fin de nada.

Hoy, no he querido cogerle el teléfono. Hoy, tan sólo espero que el barça le meta veinticinco goles al atleti y así poder enviarle a Ángel un sms que rime. De no ocurrir algo así no le enviaré nada, creo que transpiro desidia y ahora mismo me encuentro esperando que mi hermana María termine de darse el tinte y así ducharme, con agua más bien fría.
.
.
.
01:38
A pesar de la undécima exhibición de messi, no lE he dicho nada. Mañana, de todos modos, nos levantaremos ambos y echaremos a andar.
.
No pienso dirigirme a Él en todo el día y he de ir a comprar droga. Llevaré a cabo ambas cosas porque se esfumó todo hace cinco minutos y porque yo sí creo en el dicho que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

2 de enero de 2009

anciana de noche

La mía es una familia 4x4 y a mí me gusta que así sea.

Alrededor de la mesa, en nochevieja, tuve sentadas a dos de mis hermanas y a tres hermanos.

Faltaba una, la cual mantiene relaciones con dios, sin hábito y casi desde antes que yo naciera. Ella vive en la barcelona del opus dei y de chalets de trescientos metros cuadrados, cerca de unas puertas de jardín diseñadas por gaudí. El otro, mi hermano el mayor, el Restante, se encontraba ausente, lo que por otra parte viene siendo ya un rasgo de su personalidad. Creo que tuvo bastante con nochebuena.

Pero no pasa nada, a falta de hermana, por misericordia, colocamos a una prima hermana de mi padre, a la cual mi hermano Miguel sacó de un pozo hace unos años, en lo que fue su arrepentimiento de suicidio. Y colocamos a Fran, que lo pongo yo, a falta de novio y porque tiene a la suya (novia y familia) a ciento ochenta kilómetros.

Al-Ain todavía no ha venido.

Fran, nunca en su vida había probado, hasta el momento, el alcohol hecho líquido. Sin embargo, se bebió conmigo un chupito de crema de orujo, otro de anís la castellana rebajadito con su agua y un brindis de champang francés, regalo de Noelia. Año nuevo, vida nueva que dicen.

Fue una buena cena y al comenzar las campanadas Fran ya tan sólo tenía en su plato 4 uvas.

Después hubo que salir y bebí, salí, bebí, bailé, bebí, reí, bebí, toqué las palmas, bebí, fumé, bebí y besé y tan entretenida estuve en controlar la borrachera de Susana que se me olvidó la mía propia. Me levanté a las cuatro de la tarde todavía borracha.

Con las cenas navideñas una queda cenada ya hasta semana santa por lo que ayer, día uno, entre las cuatro de la tarde y las doce de la noche, con cambio de provincia incluido, tan sólo fui capaz de ingerir un yogur. Me fui abriendo el estómago a base de porros.
.
Hoy, que es día dos, aún no he comido, he quedado con Mario en comer por ahí cuando salga de trabajar (porque aunque no lo parezca yo estoy trabajando) y después ayudarle a comprar los reyes que yo nunca compro a mi familia.
.
Este año no voy a coger aceitunas, la máquina sustituye al hombre y un 26% en la recolección permite que una familia 4x4 consuma aceite de oliva virgen extra durante todo un año y que la más chica de todos ellos pueda quedarse durmiendo hasta que se le antoje.
.
Y este año tampoco hemos matado a nadie, por mal que éste huela, con el propósito de dejarle desangrarse, comérnoslo y hacer exquisitos salchichones. El jamón de bellota que comeré este nuevo año apareció en la cesta de navidaz de mi hermana María, en la que puede ser la última que reciba.