28 de enero de 2009

la oscuridad se cierne sobre mí

Me cago las patas abajo.

Me da mucho miedo, pero mucho, el dolor ese cuando me da, allá, en lo más hondo de vete a saber dónde, ahí, justo en mi costado izquierdo, un poco más abajo del bombeo que me hace respirar_le. En ese dolor, en su centro, se me hace un agujero, ahí, que acaba siendo el mismo centro de todo mi ser y que me hace retorcerme de miedo y de angustia, a partes iguales. Es como si viniera todo el dolor junto en todas sus vertientes y se me instalase en la base del estómago. No sé explicarlo mejor, aunque no se me olvida.

Unos dicen que tenemos alma y otros que no. A mí me da igual lo que dicen al respecto, yo creo que sí que la tengo porque a mí me duele, es justo de ahí de donde llega el dolor, estoy segura que lo que me duele es el alma, no se puede tratar de un puto músculo al que yo pueda dar nombre y, es más, creo que de alma estamos hechos todos, unos mejor y otros peor, y no veo yo probable que puedan venderse, entregarse las almas así como así. Y esto es así porque así lo vivo y en las cosas abstractas, como es el caso, cada uno puede pensar y vivir lo que le de la gana.

-ay, dios mío
-sí

Lo que a mi me acojona es que mi alma se componga -otra vez más- de eso, que se me mueva por dentro el dolor a su antojo y que vuelva a encontrarme como entonces. Tengo auténtico pánico a llegar a revomitar el alma en cualquier acera. Prefiero morir trabajando este viernes o al siguiente. Me da miedo que de tanto dolor como he llegado a sentir, de repetirse ahora, se me rompa algo por dentro y entonces a ver quién entra después, ahí, a arreglarlo. Huyo, si no me paraliza el miedo, en cuanto intuyo que va a doler y no salgo corriendo por no llamar la atención, no por falta de ganas.

Tengo miedo al dolor, sí, a ese dolor, a ese miedo; me acojono y no soy capaz de nombrarlo siquiera, no sé ni cómo se llama (si tiene nombre) de todo lo que me abarca el hijo de puta y creo, en definitiva, que me duele el alma, y es que más hondo no me puede doler cuando lo hace. Si de algo tengo miedo en esta vida es de que vuelva a dolerme.

Yo, entonces, entiendo que estoy hecha de esos momentos en los que dolió, de acojones puntuales aquí y allá, y de mientras tantos como si nada. Flipo y procuro, por mi cuenta, que no se entere ni dios de que tengo miedo y, aparentemente, aquí conmigo la gente se piensa que nunca hay miedo alguno, de ninguna clase y a ninguna especie, yo me muevo por doquier tan feliz, sin dolor visible y pretendiendo ignorar, como buenamente puedo, que le tengo ahí bien asentado y que, de vez en cuando, me jode.

El ser consciente, que ese miedo me impide continuar al traer el dolor detrás, es el mejor punto de referencia para comenzar a superarlo y he de hacerlo, por la cuenta que me tiene. Quizá por esto me he decidido a narrarlo aquí, porque estoy en ello.

10 comentarios:

CMQ dijo...

ole tus ovarios!!!
yo sí creo que tenemos alma, pero es que yo creo en muchas cosas...
y también creo que el miedo mata, y que hay que avanzar y dejarlo atrás. Hemos estado comentando sobre el miedo en mi blog, no se si lo habrás visto...
Un beso grande y valiente!!!

Anonymous dijo...

Chafan, no te dejes amedrentar...ese miedo que dices se parece mucho a una congoja salvaje con afán de protagonismo que le da por disfrazarse de cyborg asesino (¿te acuerdas de Schwarzeneger -seguro que lo he escrito mal, el exterminador?)
DEBES RESISTIR "CONNOR", porque la angustia puñetera ésa perfora boquetes tremendos y opacos en las entrañas, por donde se cuela de todo. Tapa el agujero mientras todavía sea una brechita; luego es más complicado ir cubriendo socavones...
Un abrazo muy fuerte "gallina" ;)
Rbc (gracias por la hospitalidad; es el único blog al que puedo entrar...)

. dijo...

Olas!
Pues y que lo digas, la mente humana es un puto mundo, y nunca terminas de conocer a la gente...
Que ironias de la vida -.-
Gracias por pasarte, por cierto.
Me gusta como escribes.

W. Somerset dijo...

Te espero en la bandeja de entrada de tu correo.

muak.

Anonymous dijo...

Parece que diana en realidad se llama alberto olmos, y es un escritor. ¿ no será tú tambien alberto olmos?

Anonymous dijo...

http://admaioranatisumus.blogspot.com/2009_01_01_archive.html

Chafan dijo...

Ese mismo post está colgado en otros blog que puedes linkar desde diana y yo estoy muy cansada, así que vete para allá a investigar y déjame a mi tranquila que no quiero ni tengo nada que ver con eso.

patry dijo...

el alma pesa 21 gramos, así q tienes 21 gramos q se retuercen y te provocan un tremendo dolor...pesa, el alma pesa más de lo que pensamos, y estalla, se queja, se alegra, se esfuma de vez en cuando de algún ser, en otros creo q ni existe...
a mí cuando me duele el alma se me pega el pecho al cuerpo, me quedo sin externón, pero hoy he leido una cosa curiosa q te enviaré a tu correo cuando la transcriba al pc...te va a gustar.
un besote y ánimo corazón

Chafan dijo...

Yo eso de los 21gramos no me lo creo. Quiero decir, que no creo que eso pese el alma, que yo entiendo que cuando uno muere pierde 21gramos porque es que mismamente respirar, la tensión corporal, el bombeo de la sangre, yo que sé, pero todo eso conlleva energía así que tendrá que pesar, por cojones, digo yo, no? Y esos serán los 21gramitos que perderemos. Si el alma pesara 21gramos en muerto entonces el alma llena provocaría no poder ni movernos siquiera y sin embargo es cuando más agustito se está, que parece que se respira colonia.

patry dijo...

te he dejado el escrito en mi blog...leélo igual te anima.
besos