8 de enero de 2009

Por qué caga el burro un cuadro teniendo el culo redondo

Hay días, como hoy, en que odio a todo el mundo irremediablemente. Les odio.

No sé si, tal vez, esto consiste en que la noche antes sólo he dormido tres horas escasas pero el odio sale desde lo más hondo de mí y entonces pienso que son tod@s unos hijos de puta, feos hasta decir basta, y espero que sus ojos reposen en mí lo estrictamente necesario para no chocarse conmigo.

El mundo está lleno de miseria y de gente fea, al menos el mundo que me rodea. Pienso que hay quien roza lo horrendo, lo esperpéntico, lo dantesco, y considero que habría que matarlos a todos ellos, por feos, y si me dejan yo misma los mataría a golpes, y estudiaría su comportamiento para que de ese modo no volviesen a repetirse. Les odio en la vertiente más drástica en la que soy capaz de odiar. No es que yo me considere la sirenita pero esta fealdad, a la que me refiero, traspasa los cánones de la belleza, es algo que se suda o no sé, todo lo impregna. Feos de mierda.

Y verlos todavía tiene un pase porque bueno, al fin y al cabo, así no me choco, pero oírlos es, por momentos, insoportable. Escupen por su boca improperios, injusticias, mezquindades y aberraciones tales que justifican mi deseo de saberles muertos.

La gente fea se entiende y se comprende con gente parecida o aún más fea, ríen, bailan, quedan para comer o follar entre ellos e incluso tienen hijos repletos de fealdad. El mundo parece estar hecho a su medida, se mueven como peces en el agua, llegando a creerse guapos o con derecho a la vida de feos que les ha tocado vivir. Algunos de ellos, increíblemente, se esfuerzan en su atuendo para repugnar a aquellos -los menos- que no tenemos cabida en su fea vida.

¿Con qué ánimo se levantarán por la mañana? ¿se mirarán realmente al espejo, sí? Me pregunto si, desde ya temprano, maquinarán la forma y manera de engañar al resto desde la fealdad más extrema. Qué pensarán esas madres, no tan feas, al verlos desarrollarse, ¿se sentirán realmente orgullosas de traer feos así al mundo? ¿para cuándo gente distinta en el telediario? ¿y en las colas del paro?

Cuántos feos no habría, en las torres gemelas, arrodillados y descalzos en su llegada a la meca año sí año también, honorables en los distintos departamentos de la onu o ugt, en todas las portadas del cuore, en la cola del autobús y el mercadona, posando ante el arco del triunfo esta mañana, ayer, o ahora mismo en cualquier lugar utilizando su tarjeta de crédito. Sinceramente, pegas una patada a una piedra y aparecen quince o veinte feos.

Uno de ellos, el jefe del trabajo que produzco, no entiendo cómo puede seguir viviendo a pesar de lo feo que es, no sé qué es lo que espera de la vida tan fea que lleva o de lo feas que son sus hijas. Esta mañana le odié también un poco, por feo y por jefe, en ese orden. Es feo hasta aquello que no hace.

También me pregunto si otro día, que duerma mejor, lo veré todo con mejores ojos y si me deleitaré con la mirada curiosa de los demás, si apreciaré la belleza en otros cuerpos y me alegraré de haber nacido para verlo. Pienso en si llegará el día en que esa belleza llenará las bibliotecas y vaciará los gimnasios y las oficinas, aunque lo dudo, en el fondo sé que todo es un gran montón de mierda de la fea, de la que huele, ¿qué sabor tendrá?

Qué tarde más mala y qué preguntas más difíciles, parece esto un puto examen.

10 comentarios:

Silvi dijo...

Una vez vi una película documental sobre psicología, se llamaba '¿Y tú que sabes?' decian que, a parte de la genética de fealdad que podamos llevar, si vemos el mundo peor, nos volvemos más feos :nacen ojeras tempranas, la piel se estropea... En la película salía una chica feliz de la vida con coloretes naturales y una mirada mucho más viva y atractiva que la de la protagonista, una chica bastante tímida y triste. Trataba de explica el poder que la mente tiene sobre nuestro físico. De ahí la típica fea extrovertida que liga más que la guapa amargada y tímida.

Chafan dijo...

Silvia, siempre me llenas de información y esta vez también, me gustó mucho tu apunte.
Quiero aclarar una cosa, a mi me gusta rayarme con las palabras (quizá cosa evidente, yo que sé) y el caso es que cuando digo gente fea siempre en todo momento hablo de feos por dentro. Yo pienso que la belleza es relativa, vaya, que todo depende del cristal con el que se mire de ahí la capacidazz de las personas y que todo es relativo y que la belleza se puede crear también y su puta madre... yo puedo decir y de hecho lo he dicho algo así como "¿qué pensarán sus madres que los traen al mundo?" pero reitero que es una forma de hablar, otra vuelta más, juego, pero en ningún caso hablo de la fealdazz física porque no me gusta ningún protocolo, tampoco el de belleza.
Quiero decir que creo haberte entendido pero aclaro que yo no me refiero a lo del poder de la mente sobre el físico, o a las cirujías estéticas o cosas asín... yo sólo jugué con la palabra a ver dónde me llevaba y dije todas esas tonterías con pura rabia.
Espero se me entendiera, no se me vaya algún calvo a ofender o algo.

Anonymous dijo...

Yo lo entendí a la primera (lo del significado de gente fea, digo), no te veía capaz de ser tan zorra (de mierda) de meterte por la cara (menos aún de odiarlos por ese único motivo) con la peña por su carencia de atractivo físico. Hay que ser una hija de la gran puta para ello y tú eres zorra pero no hija de la gran puta.

Yo (también) vi un documental (no sé cómo se llamaba) sobre leones y tigres en LA2 pero me quedé dormida y eso así que no sé si te puede ser de ayuda en este sentimiento de odio que tienes hacia toda la humanidad.
Si lo repiten te aviso.

Tampoco te preocupes mucho, reina, es lógico y normal que sientas lo que sientes (véase odio) porque la gente es medio gilipollas o retrasada del todo. Nos rodeamos de imbéciles en potencia (véase feos) que sólo con su presencia nos dan ganas de quemar el mundo o algo de eso (véase torres gemelas).
Yo hace un par de días odiaba a todo quisqui, pero los odiaba hasta decir basta, ya sabes, ODIAR en mayúsculas y tal. A día de hoy (9 de enero de dosmilnueve) simplemente me dan igual, quiero decir, ni siquiera me llegan a molestar porque sencillamente me son totalmente indiferentes.
Ya llegarás a esa fase, tú tranqui.


MO.


P.D.: Creo que eres la persona que más ha cambiado de plantilla de blog en el mundo mundial.
P.D.2: Por cambiar de blog no dan ningún tipo de premio (ya me he informado) pero quizá lo den por cambiar tanto de plantilla. No sé.

Anonymous dijo...

Chafan, pues bastante bien te veo, y no lo digo con ironía, que conste, sino porque yo muchas veces soy horrorosa, y eso sin necesidad de reflejarme en el espejo. No me refiero a lo de "dónde voy con este puto pelo", ser fea de esas tendría su encanto (sobre todo por verificar si se liga tanto como comenta Silvia),sino a saberte tan fea que te provocas auto-asco (véase odio -plagiando a MO-). Y si abres la boca te escuchas por cojones. Y si vas a la biblioteca también te acompaña la fea. Incluso te acuestas con ella sí o sí, y a veces hasta te la encuentras en la cama esperándote tan campante al día siguiente. Para seguir dando guerra.
Y no hay plástico, por muy competente que sea y mucha clínica Ruber que pagues, que pueda enmascarar tanta monstruosidad.
Un abrazo y que tengáis un bello interior y bonito visible fin de semana.
Rbc

Chafan dijo...

A tomar por el culo el rojo, que entro aquí y me pongo malísima. Gris perla, que viene a ser neutro que te cagas.
Los diseños sí que son feos, no me jodas.

W. Somerset dijo...

Chafan, los calvos no se ofenden. También ligamos... a veces.

La fealdad de la que hablas se te entendió perfectamente.

A mí, las zorras feas por dentro y perfectas por fuera me dan su morbillo, qué quieres que te diga. Alguna vez me he hecho mis fantasías con una tipa así; follársela en el plan más hardcore posible y acto seguido darle diez euros para que se cogiera un taxi...

joder... qué tarde llevo.

PARBA dijo...

Se entiende muy bien de la fealdad de la que hablas.

Aunque te tiraras toda la vida matando feos, siempre quedara alguno@.

Pero estoy segura que no todo el mundo es feo por dentro.
Aunque hay ocasiones en las que no queda más remedio que serlo, ¿no crees?.

Correcaminos dijo...

La pena es que me gusta jugar con los feos tontos. Los feos listos los odio a muerte porque podrían dejar de ser feos y no sólo no quieren si no que se regodean en ello.

En cualquier caso siempre me dan un punto diferente de vista de la vida y tal vez su punto solucione algo, o no, pero me molestan sólo los listos que interactúan conmigo.

La solución de bajar los ojos y no mirarles es la mejor para estos casos. ¡Qué me dejen en paz cuando les aborrezco!

Silvia dijo...

Perdón el retraso, Chafan. Te contesto: En ningún momento pensé mal de ti, por supuesto! Simplemente me apetecía comentarlo porque me acordé de aquella película que pareció tan interesante.

Con eso digo que siendo feos por dentro, se hacen más feos por fuera. Como decía el Chivi en una canción: "La belleza está dentro, la putada es que no me la encuentro". Pues algo así quería decir. En fin, disculpas por no explicarme bien, qué desastre!

Chafan dijo...

Silvia, te explicaste bien, sí,sí, creo que lo entendí bien, no me pensé nada de eso hacia mí, no te preocupes.