5 de diciembre de 2011

Los secretos que hay en los libros que yo no leo

En esta biblioteca se respira un silencio enfermizo, que poco o nada tiene que ver con la dispersión de material radiactivo que se desprende de mis apuntes.

Tampoco tiene relación el blindaje con el amor, aunque una cosa me lleve a la otra. Podría desenamorarme, sí, y también podría enamorarme de otro pero no me da la gana.

Todo resultaría más fácil si la vigilancia operacional que encuentro impresa pudiera extrapolarse, si pudiese almacenar lo que he sentido como residuo radiactivo o si existieran generadores de olvido con toma de muestras y control de vivencias.

A esta biblioteca se viene a estudiar pero me faltan el interés y la periodicidad necesarias. El amor que le tengo rompió el nivel de riesgo y hace tiempo que traspasó los límites que anuncian la zona de permanencia limitada. No dispongo de los algoritmos apropiados para, a partir de las lecturas de área, asignar la dosis de amor recíproco que me corresponde y es por lo que no dejo de notificar a este blog tales circunstancias.

Cualquier miembro del público que no se encuentre expuesto a este tipo de radiación me aplicaría sin dudar la ley del inverso del cuadrado de la distancia o bien me obligaría a adoptar medidas de descontaminación, olvidándose de mis características como paciente y de que tengo muy claramente establecido el criterio de justificación.

3 comentarios:

Señor De la Vega dijo...

Mi Señora Chafán,

Nunca le faltarán justificaciones a un genio, pero sin agua se le hinchará la lengua y verá visiones.

Hay poemas del desierto que venero, sufí y mística del amor más puro, donde la duna es más dura que la piedra, el manantial una nube sin agua y la boca una profecía con 99 nombres.

Usted tiene un nombre para cada boca y una lengua que se dividiría en 99 para nombrar el único.

En Alejandría no queda ni un papiro para fumarse, se los lió usted todos sin boquilla y todavía tiene los humos en el estómago y los labios cortados.

Besos y cuídese,
Suyo, Z+-----

Anónimo dijo...

advierte mi llanto
mira mi corazón
mis ojos lloran amargamente ante Ti.
http://www.youtube.com/watch?v=0WLedpz9a40

Anónimo dijo...

debajo del puente del rio hay un mundo de gente
quiniela y olvido
quien sabe del mundo debajo rio