16 de mayo de 2012

Más de mil sueños se me amontonan


A través de los orificios octogonales y circulares del techo caían gotas de lluvia muy fría sobre mi rostro, mientras en las inmediaciones de la mezquita aljama caía la de Noé y yo me hacía la muerta sobre la superficie de aguas templadas.

Mientras realizamos las distintas inmersiones en agua templada, agua caliente, agua fría y sala de vapor, acompañamos la estancia en los baños árabes con un masaje tradicional purificante sobre piedra caliente con guante kessa y jabón, así como otro masaje relajante con aceite de aroma de azahar en lo que terminó siendo un viaje espiritual absolutamente espléndido.

Ahora sólo me queda la pastilla de jabón natural que me entregaron al terminar y el ticket invitación de mi hermana María. También debo tener dentro del bolso el ticket de la visita nocturna a la mezquita y quizá él sí que esté apuntando a la Meca. No pude quedarme con los piropos que recibí en la estación del ave ni tampoco con los recibidos entre las calles y los patios, me dio vergüenza cogerlos.

Los geranios en esta ciudad, por su parte, gritan a los visitantes desde lo más profundo de sus intensos colores, quizá doloridos o tal vez entusiasmados. No solo los hay azules y granas, también rojos y blancos aunque no sé para qué gritan tanto si no se les entiende nada. Quizá nos suplican, horrorizados, que nunca llegue la feria o quizá esto sea lo que yo quiero que digan.

También quiero que Angel me hable, que la gente deje de tachar de grande a lo insignificante, que encarcelen a rodrigo rato cundiendo el ejemplo y tener hijos algún día si es que me entran las ganas de follar con otros que sigo sin tener.

2 comentarios:

Teseo dijo...

Tiene su gracia que la Mezquita no esté orientada a la Meca, y de reír para no llorar que yo no solicite orientación laboral con lo que está cayendo.

Un piropo virtual, preciosa.

Bubo dijo...

La Mezquita es una copia de la que había en Damasco. El Mihrab lo pusieron igual.