30 de mayo de 2012

Es un detective de lo más singular

Sigue cualquier pista hasta dar en el clavo. Ha vuelto a las andadas. Lleva dos años buscando la aplicación mágica que le diga quién se dedica a mirar sus fotos y su perfil. Para mí quisiera yo una ingenuidad semejante y no estos quebraderos de cabeza.

He sabido de su propósito sin pretenderlo ya que, aunque llevaba varias semanas sin saltar allá donde no me llaman, hace un par de noches recibí una invitación suya con la aplicación estafa en cuestión. Y digo llevaba porque, en cuanto ojeé dicha invitación, me faltó tiempo para saltar allá y constatar que en las últimas fotos sigue apareciendo junto a fulanita.

Las estafas de este tipo, con el paso del tiempo, se han sofisticado hasta el punto de incluir una falsa imagen donde hacen constar que Catalina entró a mirarte 3 veces hoy, que Raúl ha comentado una foto en la que apareces y que Belinda visitó 7 veces tus fotos en la última semana. Para los ingenuos que pretendan llevar a cabo la aplicación hasta las últimas consecuencias se incluyen también tres pasos que, de cumplirlos a rajatabla según figura en el manual, obrarán el milagro de comenzar a saber quién.

El primer paso dicta que hay que hacer un click en el Me gusta que aparece más abajo, acto que te afilia inmediatamente a una página de vídeos inútiles que nada tienen que ver con el asunto en cuestión. Esto pude constatarlo cuando acudí presurosa a visitar su pared tal y como dije antes.

El segundo paso, por supuesto, dice a los ingenuos y les repite a los más inocentes que han de enviar el esperado milagro a todos sus contactos haciendo un click en la barra azul donde figura Enviar ahora. Evidentemente fue lo que hizo porque de no haberlo hecho yo no me hubiera enterado nunca de todo esto.

Arde en deseos de saber las visitas o no visitas que está teniendo dado que también ha llevado a cabo lo que indica el paso tres: Dar tantos click en Enviar ahora como sean necesarios hasta que se active el programa milagro. Esto lo he sabido esta misma noche cuando, siendo la una menos cinco, he recibido otras dos invitaciones suyas con la misma aplicación estafa.

No está de más recordar al mundo que se trata de un perfecto ingenuo, pero que tonto del todo no es. Son más de las dos y media y ya no hay rastro en su pared de que le guste la página de vídeos inútiles a la cual te lleva irremediablemente el primer paso en la estafa. Esta página de vídeos se llamaba curiosamente QHDP entre exclamaciones y quizá yo también debiera aprender a borrar los malos recuerdos.

Si fuésemos amigos, y dado que es electricista, debería enviarle la única aplicación mágica que funciona realmente para estos casos y que no es otra que la ya creada de Introduce un tenedor en el enchufe y sabrás quién visita tu perfil, con la imagen incluida del proceder esperanzador. Pero como amigos no somos, ni se lo envié hace dos años ni se lo envío ahora dedicándome simplemente a observarlo todo con perplejidad.

1 comentario:

Bubo dijo...

Nos da ese puntito voayer con la gente que nos importó en su día.