Un año más y más de lo mismo.
Me comí seis de las doce uvas con las campanadas de fin de año y aún conservando piel y pipos dentro de la boca me dispuse a repartir besos a mis hermanos, uno en cada mejilla. No había terminado aún de hacerlo, transcurridos dos escasos minutos de la media noche, cuando ya estaba recibiendo sus buenos deseos para el nuevo año en forma de mensaje. No hubo para mí nadie más rápido que él, móvil en mano. Fue el primero, no el tercero ni el cuarto.
Tardé dos días, dos, en contestarle. Necesité salir de la resaca, dejar atrás la gastroenteritis y fumarme cuatro o cinco porros antes de
-Aquí ando contestando... yo espero que en este nuevo año estés igual de guapo que el año pasao y luego lo de la salud y todo eso.. ajajj. ..
Su mensaje de las doce y dos se había compuesto de una caricatura animal parecida al gato Isidoro, acabando de descorchar una botella de vino, acompañando a un breve texto de celebración. Tan solo merecía una sonrisa y eso procuré devolverle con ese texto dos días después.
No he vuelto a saber de él. Sí le he visto sosteniendo sobre las piernas a la criatura de la Sandra tras que ella me enviase tres fotos pocas horas después de que el sostén en cuestión tuviese lugar. Él está mirando a la cámara en una de ellas y yo le estoy mirando a él cada dos por tres. Le haría tantos hijos como me permitiera. Una noche me dijo que quería tener dos, lo que no dijo es que fuese a hacérmelos a mí.
Habrá que seguir peleando.
3 comentarios:
Chafan, así no. ¡Dios! ¿Pero qué haces? Balancéate. No utilices la fuerza. No te columpies. ¡Vuela¡ Eres un ángel. Con alas es más fácil que sin alas. Imagínate qué eres una paloma. O piensa en las gaviotas y nosotros como una bandada de gorriones en el baile de los bomberos. ¡Concéntrate Chafan! Has un esfuerzo cabal con la aves del corral, ¡esfuérzate un poco!
Nunca hubiera imaginado así la despedida del blog. En la última noche no viene nadie y tu tocando como una idiota y yo atravieso la red volando como una gallina.
El tiempo lo cura todo. ¿Y cuándo la enfermedad es el mismo tiempo? Cómo si hubiera que encorvarse para seguir viviendo. Vivir...Basta una mirada.
Voy a echar de menos tu blog.
¡Qué curioso! No siento nada. Se acabó, y no siento nada. ¡Ha pasado un ángel! Y Caramba, y yo aquí tengo plomo en las alas. Como si el dolor no tuviera pasado. Todo termina nada más empezar. Demasiado bonito para ser cierto. Por fin fuera, en la ciudad. ¿Quién soy? ¿En quién me he convertido? Casi siempre soy demasiado consciente para estar triste y simplemente levantando la cabeza el mundo se abre ante mis ojos y se eleva hasta el corazón.
Sí, eso es.
Todo tan vacío...inconciliable. El vacío, el miedo, como un pequeño animal perdido en el bosque. ¿Quién eres? Ya no lo sé. Sin llorar. Así es la vida. Esas cosas ocurren: nada va como uno quisiera.
¡Tan vacío! ¡Todo tan vacío! Pero si cierras los ojos hasta las piedras cobran vida.
Estar con los colores, las luces de neón en el cielo del atardecer. Sólo necesitas estar lista. Una ola de amor que te levante chafan. Deseas amar, eso es lo que te hace tan torpe, la falta de deseo, de deseo de amar.
Tú eres una ingenua. Tú te piensas que detrás de cada arco iris hay un enano con una olla de oro.
En fin, si quieres seguir comiendo tu happy meal en macdonald's sin preguntarte de qué clase de animales están hechas las hamburguesas, es cosa tuya.
Eres como esa clase de gente que no ha conseguido estar a la altura de sus sueños ni ha conseguido desprenderse de ellos.
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