21 de noviembre de 2015

Todos me dicen (III)

Le estoy espiando.

Se conectó a la red ayer a mediodía, poco antes de que yo me ahogase en un mar de lágrimas, y ha vuelto a hacerlo esta noche a las once y media.

Le imagino echándose a dormir, sin pijama ni nada de eso, como dice que acostumbra, con el teléfono móvil sobre la mesilla, recargando batería.

Miro y remiro las cinco fotos con rima y sin ropa que se ha hecho para mí y sonrío. Después vuelvo a comprobar su última conexión y a pensar en la realidad telepática, pero sigue siendo la misma.

Me bebo cuatro cervezas y me fumo seis cigarros mientras hablo con el amigo gay que toda mujer quisiera tener y le hago repetirme el diálogo que mantuvo con Ángel el sábado. Los dos estaban cómodos. Le imagino de frente y también de perfil recordando las fotos que he visto horas antes y sonrío.

Escribo a Bea y le pido explicaciones acerca de este sinvivir en el que me hallo inmersa y me lo pinta todo tan bonito que ahora me estoy recreando con las descripciones del amigo gay, porro en mano. En estas descripciones éste le recordó la cantidad de veces que tuvo que esperar a que él y yo terminasemos de revolcarnos por el suelo en diversas calles periféricas. Ángel sonreía, como yo al escucharlo.

Por causas del destino, tanto Bea como el amigo gay me han hablado de él y no del Alberto con quien también charlaron esa misma tarde. El amigo gay también me habla del camarero, a quien me follé y apenas recuerdo.

Le vuelvo a espiar.

Una estatua de señora de la nobleza con paraguas de cerámica sobre el tocador del baño y un limpiador de dientes verde. Tanto él como yo paseamos un diente que no es nuestro, su colmillo izquierdo y el que yo no he querido decirle. El mío de zirconio y el suyo no sabe de qué.

Apenas está pendiente del móvil y eso es estupendo, pero quiero que me quiera y va tan despacio que quizá se haya quedado dormido queriendome. No sé si le quiero más de lo que le espío. Voy a subirme a la nube que le expliqué y voy a espiarle de nuevo hasta quedarme dormida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

In The Dark Places
We got up early,
Washed our faces,
Walked the fields
And put up crosses.
Passed through
The damned mountains,
Went hellwards,
And some of us returned,
And some of us did not.

In the fields and in the forests,
Under the moon and under the sun
Another summer has passed before us,
And not one man has,
Not one woman has revealed
The secrets of this world.

So our young men hid
With guns, in the dirt
And in the dark places.




Anónimo dijo...

Cuando la leche se derrama ya no se puede recoger, fíjate nomás