22 de noviembre de 2009

Y me come la apatía

No estoy bien, y no sé si alguna vez llegaré a estarlo, pero ya no quiero contárselo al mundo. Es más, creo que esta puede ser la última vez que lo haga, al mundo le importa una mierda cómo me encuentro. Paso del ánimo al desánimo, y viceversa, con demasiada velocidad y frecuencia y el llevar más de una semana sin probar el hachís puede que tenga algo que ver pero qué importa.

Sé que yo misma debo salir de esta situación pero no tengo ganas. También sé que debo volver a la oficina del inem y quizá acudir nuevamente al centro de salud pero me da pereza. La locura siempre me atrajo pero ahora, que estoy más cerca de ella que nunca, compruebo que no mola tanto como pareciera. He hecho tantas, pero tantas, cosas mal que me duele la cabeza. Me encuentro tan cansada que no espero siquiera explicarme pero sé, hasta donde me conozco, que sólo voy a cambiar algunas cosas porque me es más fácil seguir así que buscar alternativas.

He vuelto a llorar y, de tantas veces como ya lo he hecho, no me hace sentirme mejor. Será normal o no, será para siempre o se me pasará mañana, viene a dar lo mismo. No me cambiaría por nadie aunque, como ahora, piense que mi vida es un cúmulo de fracasos. Prefiero fracasar una y mil veces más antes que ser como el resto, se pueden meter por el culo sus malditos protocolos y su felicidad creada.

Angel no confía en mi y hace bien porque cualquier noche me veo intercambiando jadeos con cualquier indeseable, riéndole a la vida sin motivo ni razón, aparentando tener más fuerza de la que nunca seré capaz de juntar, zorreando descaradamente, mintiendo. Me queda lejos el amor pues no me lo tengo ni a mi misma, ojala me doliera mucho más de lo que lo hace y un día de éstos reventase y acabáramos con esto.

Borges, creo que estando ya ciego perdido, escribió una vez todo lo que ahora no me sale. Supongo que esto quiere decir, al menos por hoy, que ya todo está escrito.

5 comentarios:

cuentagotas dijo...

suscribo tu estado de ánimo de una manera que ni te imaginas. y no te equivoques. si no te apetece escribir no lo hagas por nosotros, pero eso no significa que no vayamos a echar de menos leerte.

un abrazo.

PARBA dijo...

Llorar no hace sentirse mejor ni peor, no sirve, pero lo hacemos, como otro millón de cosas, ¿qué no?
Cuenta o descuenta como a ti te dé la gana.
Te invito a un chocolate, :-)

Jota dijo...

Borges hace un aceite de oliva cojonudo.

Anonymous dijo...

el día que tengas al ángel ese para ti solita te cansarás de él eventualmente y te darás cuenta de lo gilipollas que has sido. tan amargada, todo este tiempo... joder, chafan. te lo digo sin conocerte de nada, of course. es como va esto de internet. pero vamos, que no dejes de contártelo, aquí o donde sea.

Emma dijo...

LLorar es lo unico que podemos hacer, llegado el caso. Sabes que tienes una legión de seguidores de tus aventuras, desventuras y fracasos. Crecer duele mucho y para algunos- seres como tú, dotados de una sensibilidad especial- la vida es más dura que para el resto. La pereza es buena compañera, no te preocupes, quizas ahora necesitas tomarte las cosas con calma. Y no se qué decirte más, ya sé que no hay consuelo posible pero escucha, escribes muy bien y algún día puede que la escritura te lleve más lejos de lo que crees.