Qué fuerte. Y no por el hecho en sí sino porque no lo había hecho antes aquí y me ha gustado.
Ayer me masturbé en el trabajo viendo una guarrada espléndida por casualidad en internet. Llevo ya un tiempo viendo guarradas, sí, pero esta me la encontré por casualidad y me gustó, sí, me sentó de puta madre y mientras tanto me dio por pensarme al portero del edificio entrando por la puerta, me cae mal, es viejo y no me mola nada, creo que quizá me gustaría que lo viese o algo, por joder o no sé, yo tengo bien claro que ese tío no quiero que me toque.
La verdad es que en este trabajo no me motiva nada en absoluto pero ayer, con la tontería, me alegró la tarde. Una tarde, otro día, me fumé un porro y abrí de par en par la ventana que da al patio y me fui de aqui tan feliz, olvidando apagar la impresora. Por otro lado llevo ya algo más de dos meses sin abrir un libro y es que es aparecer la idea de estudiar algo y me entra una pereza sobrenatural.
Tengo/Sigo teniendo una necesidad muy grande de verle, de oirle, de hablarle y de ahi que disfruto poca hostia. A él le va mejor; anoche me contaba Sandra por el mesenyer que le vio el sábado, que llevaba dos cajas de botellines de cerveza en el cuerpo según dijo, que se fue acostar alrededor de la una de la mañana. Esto debió ser mientras yo le pensaba y le repensaba allí dentro de mi coche, fumándome. También me dice que comentó algo de ir a Salamanca y yo ya estuve allí hace unos meses, me decepcionó bastante la ciudad. Seguramente sea algo de lo que jamás hablaremos aunque para qué hablar si yo lo que pretendo es follármelo.
A Ibrahim podría habérmelo tirado cualquier día de esta semana, también de la semana pasada. Ahi sigue con su sms diario tachándome de prinseza, creo que fue ayer que me preguntó si me pasaba algo, que de ser así se lo hiciera saber. Y es que hay veces que no le respondo a los mensajes, no sé qué decirle. La verdad duele.
Ayer me masturbé en el trabajo viendo una guarrada espléndida por casualidad en internet. Llevo ya un tiempo viendo guarradas, sí, pero esta me la encontré por casualidad y me gustó, sí, me sentó de puta madre y mientras tanto me dio por pensarme al portero del edificio entrando por la puerta, me cae mal, es viejo y no me mola nada, creo que quizá me gustaría que lo viese o algo, por joder o no sé, yo tengo bien claro que ese tío no quiero que me toque.
La verdad es que en este trabajo no me motiva nada en absoluto pero ayer, con la tontería, me alegró la tarde. Una tarde, otro día, me fumé un porro y abrí de par en par la ventana que da al patio y me fui de aqui tan feliz, olvidando apagar la impresora. Por otro lado llevo ya algo más de dos meses sin abrir un libro y es que es aparecer la idea de estudiar algo y me entra una pereza sobrenatural.
Tengo/Sigo teniendo una necesidad muy grande de verle, de oirle, de hablarle y de ahi que disfruto poca hostia. A él le va mejor; anoche me contaba Sandra por el mesenyer que le vio el sábado, que llevaba dos cajas de botellines de cerveza en el cuerpo según dijo, que se fue acostar alrededor de la una de la mañana. Esto debió ser mientras yo le pensaba y le repensaba allí dentro de mi coche, fumándome. También me dice que comentó algo de ir a Salamanca y yo ya estuve allí hace unos meses, me decepcionó bastante la ciudad. Seguramente sea algo de lo que jamás hablaremos aunque para qué hablar si yo lo que pretendo es follármelo.
A Ibrahim podría habérmelo tirado cualquier día de esta semana, también de la semana pasada. Ahi sigue con su sms diario tachándome de prinseza, creo que fue ayer que me preguntó si me pasaba algo, que de ser así se lo hiciera saber. Y es que hay veces que no le respondo a los mensajes, no sé qué decirle. La verdad duele.
1 comentario:
Me gusta como lo cuentas, te leo.
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