Rompo incluso los contratos conmigo misma.
Estoy llorando y fumando más de la cuenta y he vuelto a su muro unas cuantas veces.
Sigo en plan pimpinela y ya no quiero verle.
Era mejor antes, cuando tampoco éramos amigos pero no lo sabía nadie.
Supongo que no es consciente del lazo que le tengo echado a la situación.
Es lo que tiene ser mujer.
Buena gana de mirar el reloj.
Ahora más que nunca el próximo encuentro promete.
El silencio dice cosas ininteligibles y así no se puede.
Gerontologizaré la noche.
2 comentarios:
Hermoso poema, versos con métrica chafankica y buen rímel corrido.
Suyo, Z+-----
Ten cuidado. Yo una vez me gerontologicé los pelos de mis huevos y acabé haciendo realidad un nuevo récord de pajillas.
Publicar un comentario