24 de septiembre de 2009

Como los olivos sudan aceite

Voy a parasitar otro año más aquí en madrí, no me tiré a Su boca, y me voy a apuntar a bailes de salón.

Yo tampoco me lo explico.

Hoy estuve media mañana intentando constatar con el inem que, efectivamente, el despido disciplinario conlleva derecho a prestación por desempleo. Y compruebo, una vez más, que ya no se coge el teléfono en este país, se habla primeramente con una voz que, femenina o masculina, puede que ya haya muerto y, una vez que logras que te atienda un ser vivo, se graban las conversaciones por si se te ocurre amenazar a alguno de ellos de muerte o mandarle de vuelta a su país si no es espanya.

Nada va bien ya, en efecto.

Preguntas a los ojos de Uno con el que se te va la vida que por qué, por qué, por qué y no le da la gana de contestarte y, sin embargo, te ríes de otro durante poco más de diez minutos y en menos de cuarenta y ocho horas le tienes ahí como amigo en internet riéndote todas las imbecilidades que se te ocurra expresar. Puedes robar traperamente treinta y dos fotos porque Uno no se entera y el otro tampoco, como los vecinos de la chica a la que apuñalaron la otra noche en su domicilio de Bravo Murillo.

No hay justicia, no la hay.

La semana que viene veré a Mateo, con su cámara al hombro o en la mochila, y creo que la sesión de fotos la quiero en blanco en negro, como mi abuela paterna que enamoró a tres hombres y se casó con dos de ellos. Y es que a todo color he leído en internet que debería estar teniendo hijos desde los dieciocho pero nadie sabe que tuve uno y lo maté antes de que naciera.

Ni un malfollar siquiera.

2 comentarios:

Chafan dijo...

28/agosto/09, Sucede supongo:

Supongo que como no sé querer te acabaré echando la culpa, tengo cierta noción de cómo se ha de querer pero me desentiendo cuando me conviene, ya sabes. No pretendo follarme a nadie para sentirme mejor, aunque es posible que pueda llegar a parecer justamente lo contrario.

PARBA dijo...

Yo soy uno de esos seres ¿humanos? que atienden el teléfono y menos mal que se graban las llamadas, porque los que llaman se inventan todo tipo de artimañas para que nos sancionen por no darles lo que quieren cuando quieren.

Ya contarás que tal con los bailes de salón.

...Amor no es aquello que queremos sentir, sino lo que sentimos sin querer...