Se dirigió a mí nuevamente por su cuenta este jueves a las doce de la noche. Yo también lo había hecho este martes. Jueves o martes, cualquier cosa y no eso que esperamos, ayer, todavía y siempre. Los días que le estorbaban al poeta nosotros nos los tiramos a la cara, empujando al miércoles y tiñendo de color el viernes. Una semana redonda, como la que él esperaba obtener en la quiniela la semana pasada.
Le contesté pasados diez minutos y tras lavarme los dientes. Aún no ha contestado, aunque le hice una pregunta. Habiendo transcurrido nueve horas desde su última conexión llegué a pensar en la muerte de su abuela, llegué a verme a mí misma asomandome al abismo de la indiferencia y todo el horizonte oscuro tenebroso que daba miedo imaginarlo. Cuando cumplidas doce horas comprobé que no me respondía, aun siguiendo vivo, le imaginé harto de botellines y le perdoné una y mil veces porque hay que perdonar al prójimo y hay que ser buenos.
Se dirigió a mí por su cuenta para ponerme al corriente: no tiene oficio ni beneficio. Pero ahora se resiste a continuar conversando. Esto no hay quien lo comprenda, debe ser tan simple que no lo entiendo. Los borrachos verán a dios dos veces y yo no soy capaz de ver esto.
3 comentarios:
en la arena he dejado mi barca.
¿Que quiere que le diga? Me quedo con las ganas de saber la pregunta. Eso si... el que calla otorga.
junto a ti buscaré otro mar
Le voy a joder la ilusión, la pregunta era tan inerte como que si ya estaba en el pueblo o cogería caravana al día siguiente osea ayer. Y hoy es hoy y aquí y hasta ahora ni leo ni comprendo.
Yo te leo porque me veo retratado como un paseante en cortes. Luego, como se contará en este verídico blog memorialista, seremos otras cosas:porveniristas, futuristas y hasta surrealistas.
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