Al mal tiempo buena cara.
El viernes llovió y el domingo también así que sólo tengo en el cuerpo el sol playero del sábado. El temporal hecho una mierda y mi ánimo a ratos de puta madre y a ratos mal.
El año pasado en estas mismas fechas estuve zorreando con aquel puto, aquel que fuese mi primer amor, el Dañino, pude tirármelo pero me pasé de calientapollas y a las ocho de la mañana hubo que acostarse, él con la novia y yo en mi cama de siempre. Ya hablé de esto aquí.
Este año la cosa ha cambiado, se va a casar la gorda esa medio tonta que pareciera que no iba a tener novio en la vida, otr@s bien fe@s que son y ya han tenido descendencia y yo me hallo mientras tanto y de nuevo en la obsesión que todas las canciones que oigo me dicen cosas, a ratos de puta madre y a ratos muy mal.
Creo que tanto Mario como César ni tan siquiera piensan en el sexo. No digo el tenerlo conmigo, no, digo pensar en ello, he recordado el pasaje de la psicóloga en esa serie de tv diciendo el extracto -es un reprimido y está sufriendo, no eres capaz de verlo pero es así, lo está pasando mal-, esto al menos siete u ocho veces en mi cabeza. Gilipollas perdida.
César tiene una rayada muy maja por la cual cada cierto tiempo le viene una canción a la cabeza y directamente la canta sea la que sea, me lo hace en todos los viajes y me pega la tontería.
El viernes llovió y el domingo también así que sólo tengo en el cuerpo el sol playero del sábado. El temporal hecho una mierda y mi ánimo a ratos de puta madre y a ratos mal.
El año pasado en estas mismas fechas estuve zorreando con aquel puto, aquel que fuese mi primer amor, el Dañino, pude tirármelo pero me pasé de calientapollas y a las ocho de la mañana hubo que acostarse, él con la novia y yo en mi cama de siempre. Ya hablé de esto aquí.
Este año la cosa ha cambiado, se va a casar la gorda esa medio tonta que pareciera que no iba a tener novio en la vida, otr@s bien fe@s que son y ya han tenido descendencia y yo me hallo mientras tanto y de nuevo en la obsesión que todas las canciones que oigo me dicen cosas, a ratos de puta madre y a ratos muy mal.
Creo que tanto Mario como César ni tan siquiera piensan en el sexo. No digo el tenerlo conmigo, no, digo pensar en ello, he recordado el pasaje de la psicóloga en esa serie de tv diciendo el extracto -es un reprimido y está sufriendo, no eres capaz de verlo pero es así, lo está pasando mal-, esto al menos siete u ocho veces en mi cabeza. Gilipollas perdida.
César tiene una rayada muy maja por la cual cada cierto tiempo le viene una canción a la cabeza y directamente la canta sea la que sea, me lo hace en todos los viajes y me pega la tontería.
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