8 de octubre de 2008

la daMA´ de la guadaña

El sábado tendré que ir a misa y le veré de nuevo la cara al cura.

De no ser la misa para ella, mi madre me diría que el cura lo que tiene de niño lo tiene de feo, supongo y me gusta pensar que a ella también la daría cierta lástima.

Ahora hace cuatro años que recibiendo el pésame de Ana decidí inventarme la enfermedad que mi madre había padecido hasta el final y ahora, a su vez, hace un par de meses que su madre murió del mismo cáncer que la mía sólo que a la suya mientras estaba de tratamiento la dejaron las tripas dentro del cuerpo.

Yo vi a esta señora por única y última vez el verano pasado, estuve en su casa a petición de Ana y estuve examinando su planta de marihuana de la cual consumía para paliar los efectos de la quimio. Yo misma le había explicado a Ana con anterioridad cómo debiera aplicar la hierba en las comidas y yo misma la suministré los primeros cogollos.

Lo hice -creo- porque en su momento no me atreví a hacerlo con la mía y recuerdo que cuando estuve en su casa examinando la nirvana las encontré a ambas con buen aspecto y así se lo hice saber a la señora repitiéndome a mí misma que había hecho lo correcto mintiéndole a Ana y creyendo firmemente y con cierta angustia que su madre sí parecía que saldría adelante.

Me equivoqué y el desenlace fue el mismo. Como yo no sé mentir desde entonces con Ana estoy intranquila, no nos vemos desde antes de verano, no coincidimos en horarios aunque hablamos de todo menos de muerte y necesito, en cierto modo, contarle la verdad la próxima vez que nos encontremos aunque esto ya no sirva para nada al igual que la futura misa.

3 comentarios:

ruidoperro dijo...

cuéntale la verdad si quieres. He aprendido en estos meses que uno siempre está a tiempo de rectificar las mentiras pasadas, y que es más fácil de lo que parece.

Pero el tipo de mentira al que te refieres, y esto también lo he aprendido hace poco, es de las que hacen el bien en vez del mal. Probablemente esa señora escuchó de tus labios justo lo que necesitaba oír en ese momento, aunque no fuera verdad, así que tampoco te maltrates por eso.

Mucha fuerza en estos días que, por lo que cuentas, parece que se avecinan sombríos. Ojalá este comentario te dé la mitad de ánimo que me dieron los tuyos cuando lo necesité.

Anonymous dijo...

Pues creo que me he leído esta entrada unas... ¿4.534 veces? y no sabía qué comentar. De hecho sigo sin saber qué cojones decir pero creo, en mi opinión, que es una de las mejores que te he leído y no quería que pasara de puntillas o, por lo menos, que tú pensaras que pasó así. Por lo menos para mí.

Una vez me dijo un tío que si le ponía los cuernos alguna vez no se lo dijera que lo más jodido en esta vida era vivir con nuestra conciencia y que me jodiera yo solita y apechugara con lo hecho (si es que algún día habían hechos con los que apechugar) que ese sería mi castigo.

Le puse los cuernos (CLARO) pero no se lo dije.
Nunca se lo dije.
Mi conciencia no me tocó mucho los cojones pero es que el tío en cuestión me importaba más bien poco.

En cambio, si yo estuviera en tu lugar, fuera tú y la tal Ana fuera amiga mía creo que sí se lo diría. Ya no por llevarme bien con mi conciencia bla bla bla o porque no sepa mentir (que sí) sino por poder mirarme cada día al espejo y no sentir las ganas de escupir en él.

Pero yo no soy tú, ni estoy en tu lugar ni Ana es amiga mía (bueno, no esa Ana, digo).

También te digo que el engañillo ese que te marcaste lo anularon los cogollos de cuatro años más tarde.
No la hierba, entiéndase, sino la intención.

Montoya.

P.D.: Yaaaa, ya he visto el correeeo.
P.D.2: Dame tiempo.

Y

patry dijo...

Ufff me has tocado un tema cercano...
tengo una amiga q se está muriendo de cáncer y ella no lo sabe.
A veces le miro las piernas y las tiene inflamadas (el suyo es de colón y linfático) y le digo: hoy parece q las tienes menos hinchadas...
Le quedan meses de vida y hacemos planes para el año que viene en primavera y me siento una miserable cuando regreso a casa y sé q le he mentido, pero quizás eso le haga vivir un poco más no? dicen que el optimismo hace más llevadero el trance...me queda esa fé.
un abrazo