23 de febrero de 2009

Sol de invierno

Mi vida viene a ser un pasacalles, como los del sábado de carnaval.

Primero asistí a uno oficial en el cual todos, en algún momento, acabamos disfrazados con máscara o sin ella y yo, que no me disfracé de nada, me vi más tarde y una vez finalizado por completo el desfile, abriendo una puerta para dar paso a, no uno sino dos, carritos de bebé con sus respectivas madres detrás empujando y me vi mal, no me gustó nada verme así, con ese disfraz, por lo que opté, al poco rato, por volver a ser yo misma y abortar la situación, abastecerme de pipas y marcharme a casa a ver el partit, el cual fue otro pasacalles, éste de tarjetas amarillas.

(...)

La vida nueva que me diseñó César, a medida que pasan los días, va adquiriendo cierta forma en mi cabeza y, debido a esto, ya se la he dado a conocer a mi hermana María. Lo he hablado con ella con todo lujo de detalles y esto sólamente ocurre cuando algo realmente me motiva. Para la hermana de Angel, sin embargo, me he disfrazado de nuevo y tengo otra vida distinta a éstas, también nueva, y con este nuevo disfraz se supone que me marcho de madrí a final de verano, quizá o seguramente, aunque no sé muy bien por qué.

El surrealismo está claro que me acompaña en estos pasacalles y en todos los posibles.

(...)

Continúan pasando, en el avance de este invierno, tanto las calles como los días y ya se dejan ver más estrellas en el cielo que a primeros de febrero. El viernes, de hecho, hizo una noche estupenda, completamente estrellada y noté que ya va templándose para poder fumar al sereno porque el frío ya no es tan frío y la noche no es tan noche.

También como avanzadilla primaveral, he comprobado cómo está todo el campo repleto ya de margaritas. Amapolas ya no hay o, al menos, yo no las veo. Las margaritas las estuve observando el domingo con Mario, aunque no me entretuve en deshojar ninguna.

6 comentarios:

W. Somerset dijo...

Yo tampoco me disfracé, bastantes veces me cambio de disfraz cada día, y a cada cuál más ridículo. Sólo me hubiera faltado ponerme una capa, unos leotardos estrechos y una máscara.

Lo de la vida diseñada por el tal César sigo sin pillarlo. Llámame lerdo. Creo que mejor te lo pregunto en otra parte para que me aclares...

un besillo

PARBA dijo...

¿Crees qué la vida diseñada por César también está disfrazada?

Qué tedio de carnavales, pufff.

Apenas veo el sol, por ello, es muy posible que mi cerebro no haya captado lo que dices.

emma dijo...

Sé que es cursi lo que voy q preguntar pero donde se han metido las amapolas?

Chafan dijo...

Me siento un poco extraterrestre o yo no sé.

La vida diseñada por César es la polla, se trata de un cambio radical en mi vida laboral, me gustó escribírmelo así y no es más que esto. Y no, no está disfrazada, César nunca me miente ni me falsea (creo bien) y a mi toda esa vida me gustó muchísimo, me estoy concienciando.

En cuanto a las amapolas paulatinamente desaparecen al desaparecer los cultivos tradicionales y debido a la química (herbicidas) desaparecen las especies más débiles y debe englobar a la amapola también. Antes había muchísimas, rosas y rojas, el campo lleno, ahora rara vez se ve alguna, yo creo que se debe a esto.

patry dijo...

Es verdad eso de las amapolas apenas veo ninguna antes las cogía con alegria.

En cuanto a los disfraces...demasiado nos disfrazamos al cabo del año con tanto disimular dolor, alegría,buenos modales,educación etc etc...

Si la vida que César te diseñó te gusta apuesta por ella y lucha!!! besotes

cuentagotas dijo...

no deberías contestar a según qué preguntas, Chafan. que cada uno haga la lectura que quiera, ¿no? dar explicaciones es quitarle encanto, creo yo.

leerte es gonito