8 de marzo de 2009

Hoy morirán hojas y animales

A partir de ahora sólo me voy a dedicar a teclear todo tal cual.

Siempre que callejeo por Alonso Martínez es de noche y siempre pienso en el mismo dilema existencial: tengo ideales anarquistas y, sin embargo, afloro comunismo. A veces pienso que soy una persona contradictoria pero no sé mentir, qué jodido. Encuentro el San Mateo, que le gusta a Mario, tras un rato caminando. Lo encuentro por pura intuición aunque, pese a ello, me permito durante media noche el ubicarle los sitios de los que me habla. Sé más que él de madrí y de la noche en general. Atravesamos la calle Barquillo, de la cual varios portales sustentan mi nómina. La china que hace noche y esquina en Hortaleza es simpática. Antes de llegar hasta ella nos ofrece de todo menos un chupito gratis, ya nos los hemos bebido. Ya no recuerdo si nih/jao fonéticamente en chino viene a ser hola, o viene a ser gracias, por lo que me abstengo y guardo silencio. Son listos los chinos, más que la camarera del D'Brass. ¿Qué cojones es D'Brass? La gente, ya sea de día o de noche, apesta. No sé, por otra parte, cuántas licenciaturas habría allí pero estaba todo lleno de estúpidos. Se riegan de colonia, perfumes caros, pero dan asco. Y mis pies dan pena. A las dos cicatrices en mis tobillos se le añaden ahora dos ampollas, en las dos plantas de mis piés y a cuál más aparatosa, por culpa de las rozaduras y del vamos a buscar otro sitio. Aunque quisiera no puedo andar de puntillas.

Algo va a pasar, lo sé. Algo tiene que pasar, evidentemente.

Por la noche pasan cosas, la gente vive más de noche que de día. A mi las noches me gustan mucho más que los días cuando soy feliz, o cuando estoy dispuesta a serlo. Cuando me encuentro mal, no me gustan, son muy largas. Y, por otra parte, de noche se espera mucho más rato para entrar al baño, no dejo de constatarlo. Las dos chicas que me preceden, esta vez, retocan su singularidad frente al espejo y hablan que la que quedó fuera -porque no la pueden ver- pretende agregar a una de ellas en su facebooktía y, mientras, yo busco mi nombre entre las distintas lindezas escritas en la puerta y pienso que desde hace muchos meses no salgo con Mario así a escuchar gilipolleces y pienso, también, que hace mucho tiempo que no le pregunto si está enamorado, pienso que lo hago, qué horror tía osea a mi, le pregunto y él con su calma de nacimiento me explica lo que ya un día me dijo, tiempo hay y pan pa hoy hambre pa mañana, y yo entonces le doy la razón y qué bien, qué bien que hemos vuelto a salir juntos, pero salgo del baño y cuando llego donde está él, entre tanto imbécil, ya se me ha olvidado tanto lo pensado como lo bebido y entonces nos ponemos a hablar de lo que ya olvidé. Somos todos unos anormales. Cualquier retrasado te pinta una vaca lechera como las esculturas preescolares que ahora acompañan a la merengada cibeles, entre otras tantas vacas que hay repartidas por la ciudad. La primera vez que estuve en Bilbao, con el Alberto, recorrimos el paseo de la ría caminando y en el paseo encontramos un oso, un perro o un algo en el medio de una rotonda, una araña o murgaño en un lateral del guggenheim y algo parecido a esta variedad de vacas pero en palomas gigantes. Animales hay en todas partes, no hay que ir a Disneylandia. Mario le hace una foto a la vaca más ridícula en la esquina del Banco de Espanya. Yo no, ya había comprobado en la plaza Santa Ana la calidad pésima de la imagen de mi nuevo móvil gratuito. Mientras esperamos que llegue el búho N18 que me llevará a casa, le cuento que me asusté con la primera vaca que vi, por ahí suelta, entre pasillos del metro de Nuevos Ministerios. Una vaca sentada en un banco leyendo un periódico.

Juraría que no lo he soñado. Tampoco que un día decidí escribir pretendiendo explicarme.

En cierta clase de literatura de internado, como primer contacto de examen, se nos instó a hacer una exposición de una novela a elegir. Elegí el desorden de tu nombre, de un tal juan josé millás, porque era justamente la antítesis de mi nombre propio. La exposición supuestamente era en grupo pero allí sólamente hablé yo y la profesora que me dijo que yo debía escribir hasta que me doliese la mano de hacerlo, que no se me olvidara. Creo que esa misma tarde, en la biblioteca, escribí lo primero que me vino a la cabeza -Tan sólo sé que sólo tengo una sola soledad-. Hubo quien nos dijo que aquella señora leía la mano y algunos optaron por probarlo pero yo no me examinaba más que por obligación. El siguiente libro del millás me habló de las antípodas, La soledad era esto. Nadie dijo nunca en ningún sitio que lo que un@ quiere tenga que ser o tenga que estar, quién dicta que algo vaya así o asá. Muchas veces basta y sobra con sentir. Yo, ahora mismo, siento que existo luego escribo, he vuelto a hacerlo, estoy escribiendo. Ahí dejo las margaritas sin deshojar.



¡Y yo no he muerto!
Si tengo frío, me caliento.
Si tengo miedo, —que no lo tengo—, susurro y pienso,
y para mañana, ya me he comido
mi pequeña ración de esperanza

Manolo Chinato

10 comentarios:

el náuGrafo dijo...

La calle Barquillo, que culmina en la casa de Tócame Roque, me gusta. Aunque es una especie de Bangalore madrileño.

Chafan dijo...

Qué bueno, busqué Bangalore en el gugel y en uno de los primeros filtros leo "Bangalore es una ciudad en ascenso, y mucha gente está haciendo dinero. Pero no todos están contentos". Me parto.

MO dijo...

Joder...

Por partes:

No he terminado de comprender la primera frase y ya es jodido empezar a leer algo tan largo y quedarte encasillada justo en la primera frase del mismo.

Me mola cuando te dedicas a describir MadriZ. Creo que le dije lo mismo a Ruidoperro pero es que es así, tal cual, como tú escribes ahora o te ha dado por escribir.
Recuerdo haber visto las vacas de las que hablas (la que leía el periódico no, las otras) en el telediario porque, según el presentador, una panda de gamberros se había dedicado a montarse en ellas (incluso llevárselas a casa).
Joder, recuerdo que me harté a reír al ver las imágenes de la peña toda taja haciéndose las rigurosas fotos montando las susodichas vaquitas de marras. Y es que, no sé, ya sé que está mal y eso pero la culpa la tiene ellos (los que las pusieron, digo) por ponerlo todo tan a huevo.
No sé.

Sobreel tal Millás que citas, te recomendaría otra lectura mejor porque El Desorden de tu nombre está bien pero comparado con Laura y Julio resulta ser una puta mierda.
También te aconsejaría el de No mires debajo de la cama pero a mí me rallyó que no veas y desde entonces, efectivamente, no miro debajo de la cama NUNCA (el polvo debe de haber hecho unas fiestas que lo flipas).
Es la segunda vez que leo lo del internado y recuerdo que la primera vez fue en un perfil, que duró escasamente un día, donde dejabas clarito que no había monjas en él.
Las dos veces me has dejado pensativa y sin ánimos de preguntar más.

Los perfumes no dependen de lo caro que sean sino de la persona que los lleve. Hay gente que apesta a pachuli barato aunque lo que lleve en su piel impregnado cueste más de setenta €urazos.
Que se jodan.

Y, para terminar, es cierto, somos todos una panda de anormales.
La diferencia es que unos lo reconocemos y otros, los más, no tienen ni puta idea de ello.

Un beso, reina.


MO.

El Vivo dijo...

Chafi, ahora que tecleas todo tal cual se nota, la lectura es Realista...
Sin ser yo conciente, me has introducido en Madrid y he paseado por sus calles, incluso he aprendido algo de Chino contigo.
He sentido el dolor de tus castigados pies de tal forma que pensé que eran los mios.

Se nos ha echado la noche encima pero me sentía seguro junto a ti.
Te he esperado mientras ibas al baño y me han dado ganas a mi también y he aprovechado para ir yo.
Al teclear tal cual, trasportas al lector a tu vida dejandolo perplejo.

patry dijo...

Te prefiero así enterica, como tú dices: tal cual, aunque el look del blogg no me convence, ni éste de lunares y mucho menos el anterior.
Me planteo una duda, si fueras capaz de sacar los pensamientos q realmente te atormentan y te dañan como describes Madrid, ¿serías más feliz?????


Yo no lo sé.

PARBA dijo...

Me gusta leer cuando hablas de Madrí, con sus animales sueltos por ahí... Animales de 2 patas nada racionales. ¿Qué pensaran las vacas de los Madrileños? Mmmm...

Aunque no vaya a cuento, nijao = hola, xexe = gracias. Y si oyes nipujao = mosqueate porque no eres bien recibido (por decirlo fisnamente).

Sigue tecleando tal cual y ¿vas a cambiar en breve la plantilla del blog?

Chafan dijo...

Juraría que Laura y Julio son los protagonistas del desorden de tu nombre, al menos Laura. Mira ver, MO, porque Laura y Julio como libro no me suena, lo he leído todo de ese hombre excepto el premio planeta.

Por otra parte, esta plantilla no me hace daño a la vista y más simple es imposible. Creo que así se queda (hasta que me harte), me han gustao a mi los lunares.

MO dijo...

Laura y Julio, sí. Del Millás.

Curiosamente casi siempre las protagonistas del menda este se llaman Laura (lo de Julio ya no recuerdo bien). Se ve que el tío tuvo un trauma con una tal Laura y coloca el mismo nombre a todas las féminas de sus mega historias.
O quizá sea más vago que yo y pase de pensar otro nombre, vete tú a saber.

Son una pareja que se separan y el pavo (Julio) se va a vivir al piso de enfrente sin que ella lo sepa. El vecino en cuestión era colega de ellos pero está en coma tras un accidente.
Empieza a vivir en su piso y termina poniéndose su ropa.
Es una rayllada para aquellos que estamos como una puta cabra. Léetelo que vas a flipar, en serio.

Yo voto por esta plantilla. Si es que se vota en alún sitio, digo.


MO.

MO dijo...

http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/millas/laura.htm


Joder, es que empezaba a pensar si esta era mi casa y si yo era quién creía que era...


MO (otra vez).

Chafan dijo...

Casualmente anoche perdió el madrí en Anfield por cuatro goles a cero.

En fin.

MO, aquest any me lo leo fijo. Por cierto, que si te rayaron en gratas formas las conversaciones de los calcetines debajo de la cama entonces espero que te de por leer El orden alfabético. Su puta madre, con m.