19 de septiembre de 2008

me corroLEER

Tengo que averiguar si los bolsillos, como los armarios empotrados, se comunican entre sí secretamente. En tal caso, igual que ahora puedo entrar en el armario de un hotel para aparecer al instante en el de tu dormitorio, también sería posible que un objeto cualquiera introducido en el bolsillo de mi chaqueta -un anillo, una flor, una postal- cayera en realidad en el de la tuya. A ver si puedo confirmar esta hipótesis y encontrar el conducto que une todos los bolsillos del universo mundo, porque de esta manera, al meter mi mano en el bolsillo del pantalón, podría aparecer en el bolsillo de tu falda; así, en lugar de sentir a través del forro mi muslo, presentiría el tuyo, y al rascarme rascaría tu pierna, y al alcanzar con la punta de los dedos mi sexo estaría en realidad rozando el tuyo. Mientras esperara el autobús, metería distraídamente las manos en los bolsillos y nadie sospecharía que al acariciar mis ingles y sus alrededores estaría en realidad explorando la periferia de las tuyas. Y tú, dondequiera que estuvieras -quizá en el metro o en otra parada de autobús-, percibirías mis caricias y meterías las manos en los bolsillos de tu falda, pero en lugar de alcanzar tu sexo tropezarías con el mío, porque tus dedos se habrían trasladado de bolsillo. Y así, aunque separados por calles y edificios, yo me ocuparía de tu excitación y tú de la mía sin que los transeúntes ni los guardias llegaran a percibir este tráfico de manos y de sexos. Y dejaríamos dispuesto que al morirnos nos enterraran con las manos en los bolsillos para no dejar de tocarnos, primero con nuestras fallecidas huellas dactilares y después con la punta de los huesos. Y así no importaría que nuestras tumbas estuvieran muy separadas, porque por entre los forros de nuestras mortajas intercambiaríamos uñas y falanges y gusanos de seda.

*SUBLIME, qué hijo de puta el millás.

A este hombre me lo tengo que echar a la cara este año dosmilnueve sí o sí, un domingo en el retiro, como sea.

Y mañana quisiera llegar allá con esta sensación que tengo ahora mismo, es cojonuda y forma parte de mi pero no sé si podré hacerlo.

6 comentarios:

Jota dijo...

Has encontrado a tu chafandike escrito, ¿ves?

Anonymous dijo...

Es el puto amo. Sí.

No sé exactamente de qué libro en cuestión es este fragmento pero si no es del de "Laura y Julio" (o a la inversa) te aconsejo que te lo agencies cuando puedas. Es la rehostia ese libro.
Cuando lo acabas sucede eso de: "¿Ya?" porque te gustaría que ese tipo estuviera explicándote cosas al oído el resto de tu vida.

También me leí otro de él "El desorden de tu nombre".
De puta madre también.

Te aconsejo ambos, reina.

MO.

silvia dijo...

Justo el otro día estuve a punto de comprar el que creo que es el último "el mundo", en el que parece que narra retazos de su infancia.

Jota dijo...

Píllatelo Silvia, es muy bueno.

ruidoperro dijo...

Yo, si algún viernes no puedo pillar el país, bajo a casa del vecino y se lo pido para leer la columna del millás. Totalmente de acuerdo con Laura y Julio y el mundo, dos buenos libros, y añadiría cerbero son las sombras, el primero que escribió, que es brutal.

Chafan dijo...

Este fragmento pertenece a *Algo que te concierne.
*Cuerpo y prótesis y *Articuentos son los otros dos que salieron de agrupar las columnas del país.
A mi este hombre me pone en sus brevedades, más que la novela aunque me lo he leido todo excepto el del planeta que me da pereza.