Creo que la cagué anoche más que nunca. Y lo he rematado esta mañana.
Nos vimos Angel y yo porque allí estuvo y nos vimos, sí, una vez, dos veces, tres y cuatro y quizá quince veces a muy larga distancia pero allí estaba para buscarme entre la gente, constatado, y allí estaba yo bien jodida haciendo lo mismo.
Cuando llega un momento en la noche en la que por vez primera le tengo allí más abajo en mitad de la calle y vamos nosotros a pasar por delante pienso que se me va a salir el corazón de un momento a otro y pienso que es probable que me tropiece y me caiga o me trabe al hablarle por lo que opto por pasar de largo aunque Mario se encargue de decirme que allí está. Ni nos saludamos.
Accedo dentro y desde allí puedo verle perfectamente, habla con uno y con otro y se mueve continuamente y me ha visto también, sí, nos estamos viendo, pero permanece allí fuera. Yo cambio de grupo y socializo con mi hermano Pedro y ElFeo y demás que se encuentran más cerca de la puerta. Desde allí nos vemos más claramente y en un momento dado me encuentro rodeada de unos cinco tíos y veo como él con sus dos acompañantes se marcha. No vuelvo a verle más.
Mi noche continúa en un ritual de autofustigamiento en el que quiero o bien que me de un infarto y quedarme muerta en el acto o bien emborracharme y olvidar. No consigo ni una cosa ni otra por lo que voy y vengo con unos y con otros y a la vez yo conmigo misma. En el regreso en coche vuelvo llorando sin pretenderlo y nadie se da cuenta de nada.
Son las ocho de la mañana y me quedo sola y recojo mi coche. Me fumo un porro de marihuana antes de irme a casa, lloro otro poco y comienzo a escribir un sms a Angel llena de angustia. Finalmente termino el mensaje a las nueve y media y ya echada en mi cama (c + v),
-Angel, te he visto esta noche, sí, creo que eras tú. Allí también te vi, alli estabas... siento mucho no poder ser lo amigos que tú dices que seamos porque esa amistad no la comprendo y siento el no saber estar sin sentir o no ser tan liberal como tú, siento hacer las cosas contigo tan mal y no poder transmitirte aunque sea un cacho de todo eso bueno que tú me haces sentir a mi y siento ser tan imbécil de no poder comportarme contigo como las personas... el caso es que lo siento todo y ahora pienso en allí próximamente en fiestas porque ya pueden pasar otros diez años más, o cuarenta y siete que yo volvería a escogerte a ti, sin dudar y siento que no puedo mirarte a los ojos en estas condiciones o mantener una amistad en la que no creo... es probable que ni vaya, yo ni sé mentir ni hacer las cosas bien. estoy bebía, sí, pero todo esto te lo digo ahora o el lunes por la mañana, así estoy y tan solo quería decirtelo y ya de paso escribirte el mensaje más largo del mundo.
Loca perdida y ya me importa poco, lo envié absolutamente consciente de lo que estaba haciendo y lo que es peor, sin esperar respuesta alguna porque sé que no va a haberla. Son las ocho de la tarde y estoy hecha una mierda.
Nos vimos Angel y yo porque allí estuvo y nos vimos, sí, una vez, dos veces, tres y cuatro y quizá quince veces a muy larga distancia pero allí estaba para buscarme entre la gente, constatado, y allí estaba yo bien jodida haciendo lo mismo.
Cuando llega un momento en la noche en la que por vez primera le tengo allí más abajo en mitad de la calle y vamos nosotros a pasar por delante pienso que se me va a salir el corazón de un momento a otro y pienso que es probable que me tropiece y me caiga o me trabe al hablarle por lo que opto por pasar de largo aunque Mario se encargue de decirme que allí está. Ni nos saludamos.
Accedo dentro y desde allí puedo verle perfectamente, habla con uno y con otro y se mueve continuamente y me ha visto también, sí, nos estamos viendo, pero permanece allí fuera. Yo cambio de grupo y socializo con mi hermano Pedro y ElFeo y demás que se encuentran más cerca de la puerta. Desde allí nos vemos más claramente y en un momento dado me encuentro rodeada de unos cinco tíos y veo como él con sus dos acompañantes se marcha. No vuelvo a verle más.
Mi noche continúa en un ritual de autofustigamiento en el que quiero o bien que me de un infarto y quedarme muerta en el acto o bien emborracharme y olvidar. No consigo ni una cosa ni otra por lo que voy y vengo con unos y con otros y a la vez yo conmigo misma. En el regreso en coche vuelvo llorando sin pretenderlo y nadie se da cuenta de nada.
Son las ocho de la mañana y me quedo sola y recojo mi coche. Me fumo un porro de marihuana antes de irme a casa, lloro otro poco y comienzo a escribir un sms a Angel llena de angustia. Finalmente termino el mensaje a las nueve y media y ya echada en mi cama (c + v),
-Angel, te he visto esta noche, sí, creo que eras tú. Allí también te vi, alli estabas... siento mucho no poder ser lo amigos que tú dices que seamos porque esa amistad no la comprendo y siento el no saber estar sin sentir o no ser tan liberal como tú, siento hacer las cosas contigo tan mal y no poder transmitirte aunque sea un cacho de todo eso bueno que tú me haces sentir a mi y siento ser tan imbécil de no poder comportarme contigo como las personas... el caso es que lo siento todo y ahora pienso en allí próximamente en fiestas porque ya pueden pasar otros diez años más, o cuarenta y siete que yo volvería a escogerte a ti, sin dudar y siento que no puedo mirarte a los ojos en estas condiciones o mantener una amistad en la que no creo... es probable que ni vaya, yo ni sé mentir ni hacer las cosas bien. estoy bebía, sí, pero todo esto te lo digo ahora o el lunes por la mañana, así estoy y tan solo quería decirtelo y ya de paso escribirte el mensaje más largo del mundo.
Loca perdida y ya me importa poco, lo envié absolutamente consciente de lo que estaba haciendo y lo que es peor, sin esperar respuesta alguna porque sé que no va a haberla. Son las ocho de la tarde y estoy hecha una mierda.
2 comentarios:
YO también estoy hecho una mierda. Nos añadimos al messenger y nos ahogamos las penas?
Yo creo que no hubieras enviado el mismo mensaje el lunes por la mañana.
El mismo no. Fijo.
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