Sí, sí que puedo ser aún más gilipollas que entonces, pensé que no pero sí. Al menos así me he sentido, me sigo sintiendo y quizá lo pueda ser incluso más.
Tras un cúmulo de situaciones el sábado llegué a sentirme de esta forma frente a la esquina del benetton de la plaza de Callao y esta sensación aún me dura, me apareció ahi de pronto mientras miraba con desgana el escaparate.
Previamente me había visto con César y cocacola mediana dos horas y otro tanto de el Ché. Allí estuve sin distinguir los subtítulos desde las últimas filas y escuchando sus intervenciones en la onu, intervenciones que ya habré escuchado lo menos cuarenta veces. Ya me dije a mi misma en la plaza de los cubos en Princesa tras llorar viendo Salvador que no volvería a pisar un cine pero lo he hecho y esta vez encendieron las luces del final cuando menos lo esperaba.
Antes de entrar en los cines capitol de la Gran Vía habíamos comido en una terraza de La Latina maldiciendo a la crisis económica pero pagando cincuenta euros con setenta céntimos por cuatro raciones y un gazpacho andaluz, lo cual tuve que pagar con tarjeta que contiene dinero que no es mío aunque lo parezca. Chispeaba y yo únicamente llevaba puesta una camisetita de manga corta.
También debió influir que en la Plaza Mayor se encontraban los mismos mimos y ambulantes de siempre más el wini de poo, que no tengo ni puta idea de lo que me dijo esa francesa, que no sé cómo encontrar los baños en la Fnac y que siempre pensé que el cabrero tendría un careto parecido al juanito valderrama y no es así.
El cartel del mendigo colocado en otra esquina de la plaza de Callao rezaba algo como pido para vino. soy sincero, y yo permanecí estática un momento, no sé cuánto tiempo, allí frente al escaparate del benetton y lo único que me rebotaba una y otra vez en la cabeza es que el mundo es como una puta feria y yo no sé ni quien soy ni de qué atracción me he caído.
Esto de sentirme gilipollas lo pensé allí siendo el kilómetro 0,7 más acá o más allá y lo sigo pensando desde entonces y ahora mismo también y me jode que con lo chulo que es el santo de hoy tenga yo que estar con estos pensamientos.
5 comentarios:
Yo es que no me he enterao de nada, tía.
Tranqui, no es culpa tuya, supongo que será mía o es culpa de este mundo o yo qué sé.
Has visto la peli del menda este, mirabas sin mirar un escaparate del benetton (siempre pensé que llevaba dos NN también, fíjate) mientras un tío cojonudo demostraba que no hay que tenerlo todo para tener eso que llaman sentido del humor y no todos tienen el gusto de conocer, que puedes ser más gilipollas de lo que en un principio pensabas (tranqui, nos pasa a todos) (a algunos más que otros, matizo) y que no sabes si te has caído de la montaña rusa o de la noria.
¿No?
Está bien la cosa.
MONTOYA.
Tranqui Chafan, el viernes todo arreglado.
Un saludo.
PD.1. Disculpa que use tu blog para saludar a MO, pero hace mucho que no sabía de ella y me alegra saber que sigue revoloteando.
PD.2. MO, pues eso.
Acabo de ver tu segundo (aclarativo) comentario en mi blog.
La suerte, tu suerte, mi suerte es que yo también tomo de eso que tú tomas y que al igual que tú comentas lo que te da la gana yo también leo lo que me da la gana y claro, ¿qué pasa? que me imaginaba al menda bajando del coche sin el cinturón y pensando: "¿Cómo coño va a bajar con el cinturon? ¿con el coche a cuestas o qué?
Pero bueno, si te soy sincera mi meditación al respecto duró unos... ¿tres segundos?, luego ya, me lié otro porro y se me olvidó la incógnita del cinturón, lo del coche y lo de la poli de los cojones.
Me encantan tus comentarios, dicho sea de paso.
Me encantas tú, qué coño.
MO.
pensar, a veces, es un defecto
Vaya paseito me acaba usted de dar por Madrid.
Los baños del Fnac están en la planta baja, por la que se entra. Aunque creo que en la sala de audiciones tienes otros.
En fin, no se sienta usted demasiado gilipollas, no creo que lo seas.
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